El running y una movida solidaria: la carrera cuyo fin es obtener agua potable

Las carreras a pie en calle han tenido una crítica unánime desde sus explosiones masivas. A pesar de toda la evolución del circuito del running aún no se ha podido solucionar una cuestión que incluso los mismos corredores lamentan: la gran cantidad de agua que se desperdicia. Lo curioso es que ha venido una carrera no tradicional, de las denominadas virtuales, a luchar contra la falta de agua, pero incluso a un nivel más humano y profundo. El objetivo va mucho más allá de la hidratación de los deportistas: la meta es la construcción de cisternas de agua potable en Santiago del Estero, donde las napas están contaminadas con arsénico y flúor. Este sábado y domingo se realizará Run South Charity Race, es totalmente gratuita y más de mil personas de 33 países diferentes tendrán por objetivo que brote el agua donde más se necesita.

"Hablando con argentinos en el exterior, la charla es siempre la misma, criticamos lo mal que está nuestro país, pero no pasamos de la crítica a la acción", cuenta Julián Zalduendo, el promotor de la idea y director del proyecto. "Obviamente esto es un grano de arena, pero fue la forma de ayudar que encontramos en esta circunstancia atípica". Zalduendo conectó con otros argentinos por el globo y la idea fue corriendo hacia la realidad. Agostina y Julio, se sumaron desde Barcelona diseñando desde Domingo Studio toda la imagen que impacta para una carrera virtual. En Suiza, anclada en Zurich, Macarena fue la encargada de sumar deportistas famosos. Magui Aicega o Federico Molinari, desde el hockey o la gimnasia, se sumaron a los cientos y cientos de corredores que marcarán sus pisadas para ayudar a la ONG Dar otra oportunidad.

"Fue mi Tomás desde San Pablo (Brasil) quien consiguió el contacto con Ivess El Jumillano, que es quien apoya económicamente todo el proyecto, para que la gente pueda correr gratis y con eso ayudar con obras concretas", explica Julián. Por cada kilómetro corrido se aportará un dólar, y el objetivo es llegar a la distancia que une Ushuaia con La Quiaca: 5121 kilómetros, y ya se está muy cerca. "Elegimos Santiago del Estero por un contacto familiar, mi idea original era ayudar en el ámbito de la educación", cuenta Zalduendo "pero con las restricciones que pusieron por la cuarentena, desde Dar otra oportunidad nos aconsejaron que era más útil y urgente ayudar a conseguir agua. Ver como la gente tiene que hacer 5 o 10 km en bicicleta para poder conseguir agua es impactante".

Dar otra oportunidad, entre otras muchas obras, construye cisternas para almacenar agua de lluvia y que los habitantes cuenten con su propio suministro. Esto se realiza de manera conjunta con las comunidades. Este fin de semana, en Indonesia y en Guatemala, en Dinamarca y en Uruguay, en República Dominicana y en Luxemburgo estarán corriendo miles de kilómetros para que algunos argentinos no tengan que caminar todos los días a buscar agua potable.

Aunque al final de toda esta movida solidaria, Zalduendo esconde un lado B de este proyecto al que hoy le dedica cada medio día de su vida. "También es cierto que acá en Londres, durante la cuarentena, lo único que nos dejaban hacer era salir a correr. Yo entrené un montón y al final no encontré una carrera para poder competir", confiesa Zalduendo ante la presión periodística. "La parte egoísta es que yo quería hacer una buena marca".

La inscripción en este link es muy sencilla: sólo se pide el nombre, un mail y qué distancia planean hacer. Luego de correr se envía una foto del reloj o la aplicación del celular donde se registró la corrida y listo: los kilómetros se transforman en dólares para ayudar. Este fin de semana, todos los corredores, runners, trotadores, o cualquier persona que pueda sumar algunos kilómetros, podrán hacer, como Julián, una buena marca. Quizá la mejor: dejar con su trayecto marcado una obra que ayude a cientos de argentinos a tomar un agua que cumpla con el fin de este líquido elemental, es decir, dar vida.