La cámara que agrupa a los exportadores informó que en octubre el procesamiento superó en 591.000 toneladas un máximo logrado en 2023
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La explosión del girasol en la última campaña agrícola, con un aumento del 23% en el área sembrada, rindes sólidos y una industria en expansión, generó que las exportaciones de aceite de este cultivo entre enero y octubre pasado alcanzaran los 1,2 millones de toneladas. De acuerdo con los datos del Indec, al décimo mes del año en curso, estas ventas al exterior se transformaron en un ingreso de divisas por casi US$1300 millones a valor FOB. En este contexto, en un relevamiento, hace unos días la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) subrayó que el aceite de girasol registró hasta noviembre pasado embarques por 1,43 millones de toneladas, “la cifra más alta del siglo”, dentro de esta ventana temporal.
Según los expertos del sector, es notable el incremento en la demanda de aceite que ya marca récords históricos y sostiene firmes los precios en el mercado internacional en medio del conflicto entre Rusia y Ucrania.
En el último análisis del Monitor Agroindustrial de la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC), difundido hoy, se indicó que entre enero y octubre último se molieron 4,064 millones de toneladas de girasol, lo que superó en 591.000 toneladas el récord de 2023. En rigor, la molienda mensual en octubre alcanzó un récord de 448.000 toneladas, un 12% más que el mes previo. En tanto que las exportaciones de aceite de girasol de ese mes alcanzaron 97.242 toneladas versus 148.923 toneladas durante septiembre. Si bien esto derivó en una baja del 34,7%, desde la entidad remarcaron que fue por el fin de la temporada.
“La producción de girasol en la Argentina crece y se está transformando en un cultivo de alto interés para los productores, quienes tienen que animarse a ir por más porque la industria está en condiciones de recibir y exportar en condiciones muy competitivas el aceite de girasol y el pellets en múltiples mercados”, señaló Gustavo Idígoras, presidente de Ciara-Cec.
Jorge Ingaramo, asesor económico de la Asociación Argentina de Girasol (Asagir), agregó que los precios internacionales se mantienen un 39% por encima de la media de las 10 campañas previas a la guerra. “El stock mundial de grano de girasol no se recompuso, sigue sin llegar al 7% del consumo cuando lo normal sería un 12%. Por eso los precios futuros son tan buenos como los actuales”, detalló y destacó que hay una demanda muy firme desde India y Medio Oriente. Respecto de la situación en el nivel local, el experto dijo que los precios futuros (FOB para marzo-abril) muestran un descuento “apenas perceptible” respecto al valor disponible, lo que incentiva la siembra.

El complejo del girasol es el noveno complejo exportador de la Argentina, agregó el economista, con un crecimiento del 53% interanual. “Nuestro país exportó en dólares un 53% más en todo el complejo. Estamos llegando a los 1800 millones de dólares de exportación en lo que va del año y vamos a superar los 1400 millones que tuvimos el año pasado en todo el año”, adelantó.
Ingaramo recordó que el área sembrada estimada para esta campaña roza los 2.700.000 hectáreas, según las estimaciones que hace la Bolsa de Cereales de Buenos Aires. Representará 500.000 hectáreas más que el ciclo anterior. El 70% de ese crecimiento se dio en el centro-norte (Santa Fe, Chaco y Formosa) de país.
“El año pasado no llovió nada en la siembra; en esta campaña sobraba la humedad. La gente se entusiasmó porque la producción anterior fue completamente rentable y el cultivo volvió a zonas donde había desaparecido”, afirmó.
A este buen momento en el cultivo se suma un recambio generacional y tecnológico, según mencionó, con nuevos productores jóvenes que se están acercando al cultivo, atraídos por cuatro campañas consecutivas de rentabilidad y mejoras genéticas que han elevado el rendimiento de aceite en grano.

La soja
Mientras el girasol dinamiza la caja del complejo agroindustrial, la molienda de soja tuvo una leve baja de 103.000 toneladas (-2,48%) en relación con septiembre último, alcanzando un volumen de 4 millones de toneladas. Con respecto a las exportaciones, la oleaginosa tuvo una merma del 18% en poroto de soja y una baja del 9% en harina de soja. “Las exportaciones de poroto fueron 1,679 millones de toneladas, y las exportaciones de harina de soja alcanzaron las 2,425 millones de toneladas. En el caso de la harina de soja la firme demanda internacional da sustento al sostenido volumen de las exportaciones”, precisaron.
Aclararon que el uso de la capacidad de la industria aceitera tuvo una caída de dos puntos porcentuales, del 76% del mes anterior al 74% en octubre. “De no haber contado con la importación de soja, por 238.200 toneladas, el Uso de la Capacidad Instalada hubiera sido 70%. La capacidad ociosa aumento del 24% al 26%”, describieron.

Por otra parte, desde la entidad de la agroexportación destacaron el aumento en la llegada de camiones con trigo a las terminales portuarias. “Durante noviembre ingresaron un récord de 66.047 camiones para dicho mes, 50.741 camiones más que el mes previo. En términos de volumen de trigo equivale a 2,114 millones de toneladas, versus 486.000 toneladas en el mes anterior”, dijeron.
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