Discurso inaugural: un déjà vu de 2015

La columna en versión podcast

A continuación, sus principales conceptos:

• ¿Qué es la democracia? Eso me preguntó hoy por la mañana mi hija de ocho años. Y la verdad es que democracia es lo que vivimos hoy: el paso de un bastón de mando, el traspaso de poder por el pedido del pueblo; democracia es ese 48% contra 40% que demuestra que una mayoría eligió un nuevo modelo de país, que va en la búsqueda de cierta unidad.
• A partir de esa pregunta, surgieron otras como cuáles son los valores de la democracia. Podemos pensar en libertad individual, en oficialismo y oposición, también en prensa independiente. Decimos que en una democracia debe haber justicia, participación y tolerancia.
• La verdad es que independientemente de qué lado de la grieta estés lo que se vivió hoy por parte del presidente electo y del saliente fueron gestos de real democracia. Alguien que perdió y le desea suerte al que viene y otro que ganó y no se burla del que se va.
• Diferente de cómo había ocurrido en 2015, cuando Cristina Kirchner se enojó con el pueblo porque no había votado lo que ella quería. Fue Federico Pinedo quien tuvo que entregarle el bastón de mando porque la expresidenta no quería tener la foto de lo que implicaba un ejercicio democrático.

• Hoy se vio una primera diferencia: Fernández mostró respeto por el adversario. Sin embargo, hubo otro gesto que no significó una actitud democrática cuando la vicepresidenta de la Nación saludó el presidente saliente sin mirarlo a los ojos. Lo que uno aprendió de chico es que cuando uno no mira a los ojos es que algo se oculta, que hay bronca o ira. Y eso no hace bien a un discurso de unidad.
• A veces parece que la Argentina está paralizada en un péndulo que se frena. Si uno compara los discursos iniciales del presidente de la Nación, Alberto Fernández, y del presidente saliente, puede notar que son casi un calco. No porque uno se copie del otro, sino porque nuestra bendita Argentina tiene una realidad de la cual no puede escapar.
• El 11 de diciembre de 2015, cuando asumió Mauricio Macri, la tapa del diario LA NACION tituló: "Llamado a la unidad". El entonces presidente electo dijo que había que "superar las divisiones para construir el futuro y superar el pasado", que se debía "terminar con la grieta", que había que tener una "actitud implacable contra la corrupción", que había que hablar siempre con la verdad y superar el tiempo de la confrontación. También prometió lograr "pobreza cero" y la unión de los argentinos.

• Si uno piensa en el discurso que dio hoy Alberto Fernández se ven varias similitudes. El Presidente de la Nación dijo que "hay que superar las divisiones", que el nuevo gobierno debe "luchar contra el hambre" -sinónimo de pobreza-, y tener una justicia independiente, entre otras promesas.
• ¿Qué es lo que puede pasar de aquí en más? Hay dos países dentro de este gobierno: uno que como Alberto Fernández está en busca de la unidad genuina; y otro que comparte el discurso vespertino que dio hoy Cristina Kirchner ante la audiencia. Ella se notaba muy incómoda en aquel rol que ya no era protagónico, donde miraba por lo bajo lo que decía el presidente electo. Un rol que, a juzgar por lo que pasó después en la plaza colmada de gente, le va a costar.
• Independientemente del signo político, este es un día para celebrar la democracia en la Argentina. Aunque parecía que no iba a llegar, llegó.