Aerolíneas-Austral: se firmó un acuerdo entre pilotos que es el primer paso de la fusión
Desaparecerá algo más que el rojo que distingue a los aviones de Austral de los de Aerolíneas Argentinas. La negociación que terminó en estas horas esconde un hecho impensado hace poco tiempo: la desaparición de un sindicato de pilotos.
Aquella fusión de compañías que anunciaron los ejecutivos de la empresa estatal no bien empezó la pandemia tenía un primer escalón determinante antes de iniciar el camino formal. La integración de los pilotos de las dos flotas se convirtió en un mojón sobre el que se debía construir la absorción. Era la base del andamiaje. Y de acuerdo a lo que confirmó el presidente de la empresa, Pablo Ceriani, esa plataforma está lista.
"Ayer dimos un paso fundamental para concretar la fusión de Aerolíneas y Austral. Alcanzamos un acuerdo entre los pilotos de ambas empresas que pone fin a una historia de desencuentros al interior de nuestra línea aérea de bandera", señaló Ceriani en Twitter. La rivalidad entre los gremios UALA y APLA era un asunto que incidía en el proceso de fusión entre ambas compañías.
A partir de este acuerdo, el trabajo de nuestros pilotos se desarrollará bajo las mismas reglas y criterios, se integrarán sus escalafones y se unificará su representación gremial, lo que se traduce en más horas de vuelo y mayor productividad para nuestros aviones.&— Pablo Ceriani (@ceriani_pablo) October 3, 2020
"A partir de este acuerdo, el trabajo de nuestros pilotos se desarrollará bajo las mismas reglas y criterios, se integrarán sus escalafones y se unificará su representación gremial, lo que se traduce en más horas de vuelo y mayor productividad para nuestros aviones. También, mejorará la programación de los vuelos de Aerolíneas, unificará los criterios operativos y nos permitirá hacer más eficiente nuestra estructura organizacional", agregó.
El titular de Aerolíneas agregó que la empresa se propuso "dos objetivos" al comienzo de la pandemia del coronavirus: "Poner nuestro trabajo al servicio del país, con los vuelos de repatriación y los de carga con material sanitario, y realizar las transformaciones para mejorar la productividad y así superar la peor crisis de la industria". Incluso, indicó: "La fusión de Aerolíneas Argentinas y Austral resulta un paso fundamental en ese sentido, incorporar las mejores prácticas de la industria nos permitirá fijar una senda de crecimiento en la etapa que viene. Este acuerdo significa un avance en esa dirección".
El acuerdo
El acuerdo entre los pilotos del gremio de Austral (UALA) y el de Aerolíneas (APLA) siempre fue espinoso. Sucede que ambos gremios siempre estuvieron enfrentados y la conjunción de ambos en una sola flota jamás se pudo lograr. El gran ganador en esta negociación fue APLA. La cuestión estaba trabada en la carrera -el escalafón- de los pilotos. Los de la línea aérea de bandera no querían recibir a sus primos hermanos y darles la oportunidad de que compitan con ellos. Los de Austral, por el contrario, pretendían poder aspirar a volar aviones más grandes y tener otro techo en su carrera que no sea los de fuselaje angosto, los Embraer 190.
Ahora, los pilotos y copilotos de Austral podrán optar por seguir la carrera en los Embraer o tratar de ocupar las vacantes que se abran en el resto de la flota, ya sea por jubilación, por incorporación de aviones o cuando vuelvan a operar los MAX. Nadie sabe qué tan aceitado estará en camino de la competencia con los primos de Aerolíneas.
Pero no hay que ser un gran conocedor de ese mundo como para anticipar cómo terminaría la cuestión. Los pilotos del primo menor quedaron todos por debajo de los de Aerolíneas. Lograron cierta prioridad a la hora de ascender de copilotos a pilotos. Modesto logro: los copilotos de Austral tienen prioridad para ser pilotos de esas cabinas frente a los de Aerolíneas. Después, APLA entregó algunos cargos en la estructura del gremio. La convivencia futura entre ambos es una incógnita.
En diálogo con LA NACION, el secretario general de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), Pablo Biró, sostuvo que la fusión entre ambas firmas "es la respuesta para que Aerolíneas despegue de verdad" y refirió que constituye "una decisión histórica" porque "eran dos compañías públicas con estructuras paralelas, que comparten casi todo". Sobre las negociaciones, añadió: "Cerramos el acuerdo anoche tarde, fue un trabajo de mucho tiempo, muy complejo, muy trabajoso. Es una cosa que muchos soñamos, en lo personal estoy feliz".
El representante gremial destacó que tras "años de desencuentros", esto permitirá una "representación sindical más fuerte porque será una compañía más grande e incluso más eficiente, al terminar la pandemia". En cuanto a ello, comentó que los millones de dólares de facturación que se ahorrarán debido a la unión de Aerolíneas Argentinas y Austral podrán destinarse a otras cuestiones como "repuestos de aviones" o "nuevas rutas".
Ceriani sabe que el paso que dio es importante y necesario pero no suficiente para lograr que la empresa empiece a caminar por un sendero algo más competitivo. De hecho, hay dos gremios importantes que aún no han cerrado las condiciones de la fusión: los técnicos (Apta) y los tripulantes de cabina. En la empresa descuentan que tienen muchas menos complicaciones. De hecho, son un solo gremio.
Biró admitió que los dos sindicatos de pilotos -APLA y UALA- fueron "perros y gatos durante años", pero aclaró: "Con la renovación generacional, hace muchos años trabajamos como si fuéramos un solo gremio, hubo un trabajo en unidad muy importante con estas estructuras paralelas".
Hay dos gremios importantes que aún no han cerrado las condiciones de la fusión: los técnicos (Apta) y los tripulantes de cabina. En la empresa descuentan que tienen muchas menos complicaciones.
A pesar de esa sintonía manifestada y de los anuncios de conjunción entre APLA y UALA, el secretario general fue cauteloso: "Está por verse la fusión. La de empresas la logramos, ahora, la decisión de afiliarse a un sindicato es individual. Lo deseado sería que terminemos todos en un único sindicato más fuerte, pero es una decisión individual y yo soy respetuoso de los compañeros del otro sindicato".
Biró dijo a LA NACION que "sería una alegría" la unión de ambas estructuras de representación, ya que potenciarían un gremio más fuerte, incluso en lo "técnico-profesional", con gente que "desde hace más de 30 años vuela en la industria".
La fusión
El pasado 5 de mayo, el Gobierno anunció la decisión de fusionar Aerolíneas Argentinas y Austral en una sola compañía aérea con el objetivo de generar un ahorro, ante un panorama de fuerte crisis para el sector. "La duplicación de estructuras en este contexto no tienen razón de ser", explicó Ceriani en ese momento.
Aerolíneas Argentinas absorberá a Austral en una fusión que se prevé concluirá a fin de año. En ese marco, Austral dejará de existir como marca.
Se estima que la medida le permitirá a Aerolíneas Argentinas mejorar sus números en US$100 millones aproximadamente, como producto de la reorganización de las estructuras internas, un aumento de la eficiencia operativa y un incremento de la facturación.
De cualquier manera, la empresa sabe que la pelea fuerte está en otro lado. Por estas horas, además, negocia para cambiar algunas condiciones laborales que parecían pétreas. Nada está cerrado pero en las mesas de negociación de Aerolíneas Argentinas se escucha un número que estaba prácticamente prohibido: el 671.
Se trata del famoso decreto de 1994 y que, pese a haber sufrido muchos cambios, es el eje central de la regulación del personal civil de las aerolíneas. Allí es donde se refugia lo que tiene que ver con los tiempos de servicio, las horas de vuelo de cada tripulación y los descansos del personal. Además de que la norma incluye el tema vacaciones, lo más importante es que dispone cuánto puede volar el personal. Justamente, las condiciones allí estampadas son parte de los motivos que llevaron a Latam a desmontar su operación local.
Gran parte del costo de operar en la Argentina surge de ese decreto. Antes era imposible pensar en modificarlo; ahora, todo está en estudio. Allí radica la verdadera pelea de cualquier gestión que quiera hacer de Aerolíneas Argentinas una empresa que necesite menos asistencia financiera para funcionar.
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