Llamada desde el Vaticano: de qué hablaron el papa Francisco y Joe Biden

WASHINGTON.- El papa Francisco habló por teléfono con el presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, lo felicitó y le dio su bendición, y el futuro mandatario le expresó su deseo de trabajar juntos en la lucha contra la pobreza y el cambio climático y para "acoger a integrar a los inmigrantes".

La llamada entre Biden y Franciso fue develada por el equipo de transición del demócrata en un comunicado con los detalles de la conversación, y sorprendió porque el protocolo de la Santa Sede no prevé ningún tipo de saludo o mensaje de felicitación cuando aún no ha terminado un proceso electoral y siguen contándose los votos, y el mensaje formal de felicitación papal se esperaba para el 20 de enero, día previsto para la asunción de Biden.

Durante la llamada, Biden agradeció al Papa "por extender sus bendiciones y felicitaciones, y señaló su agradecimiento por el liderazgo de Su Santidad en la promoción de la paz, la reconciliación y los lazos comunes de la humanidad en todo el mundo", indicó el equipo de transición del demócrata.

La llamada marcó el puntapié de lo que, se prevé, será una relación más cercana y cordial entre Washington y la Santa Sede. Biden, quien se convertirá en el primer presidente católico desde John Fitzgerald Kennedy, entabló vínculo con el Papa durante el gobierno de Barack Obama, quien recibió a Su Santidad durante su gira por Estados Unidos en 2015. Aunque el aborto es un tema que separa a demócratas del Vaticano, el futuro mandatario y Francisco tienen una cercanía y una visión común precisamente en los temas que tocaron en su conversación, y en los cuales Biden se encuentra en las antípodas respecto del presidente, Donald Trump. Se espera que una de sus primeras medidas sea reintegrarse al Acuerdo Climático de París, y deshacer las tenazas que colocó Trump en la política migratoria de Estados Unidos con una batería de órdenes ejecutivas.

Según el comunicado, Biden expresó su "deseo" de trabajar con Francisco sobre la base de creencias comunes "en la dignidad e igualdad de toda la humanidad", en temas como la preocupación por los marginados y los pobres, enfrentar la crisis del cambio climático y recibir e integrar inmigrantes y refugiados.

Encuentros previos

Católico practicante, Biden se reunió con tres pontífices en diversas ocasiones: con san Juan Pablo II al menos cuatros veces, una con Benedicto XVI, papa emérito, cuando tuvo una muy larga conversación y varias veces con Francisco. Lo saludó al término de la misa solemne de inauguración de su pontificado, el 19 de marzo de 2013, en el Vaticano, más de una vez durante su visita a Estados Unidos, en septiembre de 2015 y en 2016, cuando, siendo vice presidente, Biden participó de un seminario en la Santa Sede.

Aunque Trump se niega a reconocer su derrota y ha desatado una amplia ofensiva judicial para impugnar los resultados de la elección, Biden, su futura vicepresidenta, Kamala Harris, y sus asesores más cercanos continúan trabajando en la transición, que se encuentra en el limbo por el rechazo del mandatario a dar vuelta la página.

Además de Francisco, Biden ya ha conversado con los principales líderes de Europa, la canciller alemana, Angela Merkel; el presidente de Francia, Emmanuel Macron, y el primer Ministro del Reino Unido, Boris Johnson.

No es una novedad que un Pontífice y un presidente electo de Estados Unidos conversen telefónicamente. En 2008 Benedicto XVI, papa emérito, le envió a Obama un telegrama de felicitaciones el 5 de noviembre y unos días más tarde, el 11 de noviembre el presidente electo llamó al Pontífice alemán para agradecerle su mensaje.

Lo extraño fue que la noticia del llamado telefónico entre Francisco y Biden se difundió en Estados Unidos y no en Roma donde, en un hecho sorpredente pareció tomar por sorpresa a todos en el Vaticano. Ningún vocero oficial, en efecto, pudo confirmar el hecho, pese a pedidos de La Nación, sino que reinó el silencio. En base al comunicado del equipo de Biden, por otro lado, tampoco quedó claro quién llamó a quién.

En este marco, si bien no sorprendió que hubiera una conversación entre ellos porque ya se conocen y son muchas las coincidencias que tienen en cuanto a diversos temas de la agenda internacional y el multilateralismo -sin contar que el papa argentino siempre fue considerado una suerte de antítesis de Trump-, también llamó la atención el timing. En Estados Unidos siguen contándose los votos, en efecto y según pudo saber LA NACION, tampoco en niveles altos del Vaticano estaban al tanto de la conversación telefónica. Otro fiel reflejo de la "diplomacia personal" de Jorge Bergoglio, un pontífice informal, que actúa en forma independiente y sin demasiado respeto del protocolo oficial.