Nuevo estallido entre Tailandia y Camboya: por qué se enfrentan estos dos países del sudeste asiático
Los enfrentamientos entre los dos países volvieron a escalar después de meses de tensiones latentes, dejando al menos cinco muertos y miles de desplazados
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BANGKOK.– Tailandia lanzó el lunes nuevos ataques aéreos contra Camboya en un nuevo estallido de enfrentamientos en varias zonas de su disputada frontera después de que ambos países se acusaran mutuamente de violar un alto el fuego negociado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Las viejas disputas fronterizas se convirtieron en un conflicto en julio durante cinco días de combate que dejaron 43 muertos y 300.000 desplazados. El mandatario norteamericano instó a los vecinos del sudeste asiático a firmar un acuerdo de tregua en octubre, pero las tensiones han continuado latentes.
Ahora, el ministro de Información de Camboya, Neth Pheaktra, reportó cuatro civiles muertos y diez heridos por ataques tailandeses en las provincias de Oddar Meanchey y Preah Vihear, y dijo que decenas de miles de residentes han sido desplazados de varias aldeas cercanas a la frontera.
Tailandia dijo que 380.000 personas estaban siendo trasladadas a refugios. Al mismo tiempo, hay al menos un soldado tailandés muerto y ocho heridos, según un vocero del de las fuerzas de Bangkok.
¿Cuál es la situación actual?
El conflicto estalló antes del amanecer del lunes, con enfrentamientos en cinco puntos fronterizos, según el ejército de Tailandia. El Ministerio de Defensa de Camboya dijo que sus fuerzas fueron atacadas pero no habían respondido y estaban respetando el alto el fuego tras “numerosas acciones provocadoras” por parte del país vecino.
El ejército de Tailandia también dijo que sus tropas fueron atacadas y acusó a Camboya de disparar hacia zonas civiles con cohetes BM-21 montados en camiones. Añadió que las fuerzas camboyanas han utilizado lanzagranadas, artillería y drones para lanzar explosivos sobre bases tailandesas.
La fuerza aérea tailandesa dijo que sus aviones de combate lanzaron ataques aéreos temprano en la mañana contra instalaciones militares, basándose en evaluaciones operativas que mostraban que Camboya había movilizado armamento pesado y reposicionado unidades de combate.
Los ataques aéreos tenían la intención de servir como elemento disuasorio para evitar una escalada y reducir las capacidades militares de Camboya, dijo la fuerza aérea tailandesa.
El primer ministro tailandés, Anutin Charnvirakul, dijo en un discurso televisado que se llevarían a cabo operaciones militares según sea necesario para defender el país y proteger la seguridad pública.

“Tailandia nunca ha deseado la violencia. Me gustaría reiterar que Tailandia nunca ha iniciado una pelea o una invasión, pero nunca tolerará una violación de su soberanía”, dijo el mandatario.
El primer ministro camboyano, Hun Manet, escribió en Facebook que las tareas inmediatas de su gobierno eran proteger al pueblo y la soberanía del país.
“Pido a todos los ministerios, instituciones, autoridades en todos los niveles, todo tipo de fuerzas armadas y a todos los ciudadanos camboyanos que se unan por la causa de la nación y la patria durante este difícil período”, publicó Manet.
El primer ministro del vecino regional Malasia, Anwar Ibrahim, que también ayudó a negociar el alto el fuego inicial, pidió moderación en una declaración publicada en las redes sociales y dijo que su país está listo para apoyar los esfuerzos para evitar más combates.
“Nuestra región no puede permitirse ver disputas de larga data derivar en ciclos de confrontación”, escribió Ibrahim.
I am deeply concerned by reports of armed clashes between Cambodian and Thai forces along their common border. I offer my condolences to the families of those who have been killed or injured. The renewed fighting risks unravelling the careful work that has gone into stabilising… pic.twitter.com/PWFnFku4Z1
— Anwar Ibrahim (@anwaribrahim) December 8, 2025
Pero al ser preguntado por una posible intervención de Trump y por este llamamiento de Anwar, el dirigente tailandés replicó que nadie debe decirle a su país que “actúe con moderación o que se detenga”.
“Ya hemos superado ese punto hace mucho tiempo”, insistió el primer ministro. “Si quieren que las cosas se detengan, díganle al agresor que se detenga”, añadió.
¿Qué provocó los enfrentamientos?
Los combates renovados son los más graves desde un intercambio de cohetes y artillería pesada de cinco días en julio, que marcó su peor enfrentamiento en la historia reciente.
No está claro de inmediato qué desencadenó los últimos disturbios, pero las tensiones han estado latentes desde que un soldado tailandés resultó herido por una mina terrestre el 10 de noviembre, lo que llevó a Tailandia a suspender las medidas de desescalada acordadas en un acuerdo reforzado de alto el fuego pactado unas semanas antes en Malasia, en presencia de Trump.
Tailandia afirma que la mina terrestre estaba entre varias que Camboya había colocado recientemente y que no reanudará las medidas de desescalada hasta que Camboya se disculpe. Camboya ha rechazado repetidamente esas acusaciones.
Trump afirmó a mediados de noviembre que había intervenido para preservar el alto el fuego ante las tensiones persistentes entre los dos países.
Diferentes capacidades militares
Tailandia tiene un Ejército grande y bien financiado que supera ampliamente al de Camboya, con el triple de personal activo en sus fuerzas armadas y una asignación presupuestaria de defensa para 2024 que fue cuatro veces mayor que la de su vecino.

El Ejército de Camboya cuenta con 75.000 soldados, más de 200 tanques de combate y alrededor de 480 piezas de artillería, en comparación con los 245.000 efectivos del Ejército tailandés, sus aproximadamente 400 tanques, más de 1200 vehículos blindados de transporte de personal y 2600 armas de artillería.
La fuerza aérea de Tailandia cuenta con cerca de 40 aviones de combate y decenas de helicópteros, mientras que Camboya tiene 16 helicópteros multipropósito pero ningún avión de combate.
¿Cuál es el origen de la disputa?
Tailandia y Camboya tienen una historia de enemistad que se remonta a siglos atrás, cuando eran imperios en guerra.
Ambos países han disputado la soberanía de varios puntos no demarcados a lo largo de sus 817 kilómetros de frontera terrestre durante más de un siglo, que fue trazada por primera vez por Francia en 1907, cuando Camboya era su colonia.
Ese mapa, que Tailandia posteriormente cuestionó, se basó en un acuerdo según el cual la frontera debía demarcarse siguiendo la línea natural de la divisoria de aguas entre ambos países. En el año 2000, acordaron establecer una comisión para abordar pacíficamente los reclamos superpuestos, pero se ha avanzado muy poco.
El alto el fuego no establece un camino para resolver la base subyacente de la disputa, las arraigadas diferencias sobre dónde debería situarse la frontera.
Las disputas por la propiedad de sitios históricos han avivado tensiones nacionalistas, especialmente en 2003, cuando manifestantes incendiaron la embajada tailandesa y negocios tailandeses en Phnom Penh por una presunta declaración de una celebridad tailandesa que cuestionaba la jurisdicción sobre el templo camboyano Angkor Wat, declarado Patrimonio Mundial.

El templo hindú del siglo XI Preah Vihear —o Khao Phra Viharn en Tailandia— ha sido central en la disputa, con ambos países reclamando su propiedad histórica.
La Corte Internacional de Justicia otorgó el templo a Camboya en 1962, pero Tailandia siguió reclamando las tierras circundantes. Las tensiones escalaron en 2008 después de que Camboya intentara inscribir Preah Vihear como sitio del Patrimonio Mundial de la UNESCO, lo que llevó a enfrentamientos y al menos una docena de muertes, incluso durante un intercambio de artillería que duró una semana en 2011.
¿Por qué estallaron los enfrentamientos?
En parte, el origen del estallido actual se remonta a la incómoda paz alcanzada a fines de julio, cuando Trump llevó a las partes en conflicto a la mesa de negociaciones advirtiéndoles de la importancia del mercado de Estados Unidos para las exportaciones de ambas naciones, amenazando con retener privilegios comerciales cruciales.
Trump posteriormente afirmó que esta intervención era un ejemplo entre varios de todo el mundo donde sus acciones llevaron a la paz entre naciones en guerra.
El pacto preliminar fue seguido por un acuerdo más detallado en octubre. Sus términos exigían la coordinación de operaciones de desminado, la retirada de armas y equipos pesados de la frontera, la implementación de medidas para restaurar la confianza mutua y abstenerse de retórica dañina y la difusión de información falsa. Ninguna de estas acciones se implementó por completo.
En mayo, un soldado camboyano fue asesinado por fuerzas tailandesas durante un breve enfrentamiento, lo que llevó a ambos países a aumentar la presencia de tropas en la frontera. Casi al mismo tiempo, Camboya llevó sus disputas sobre templos en cuatro zonas ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ).
Las tensiones fronterizas provocaron la caída de la primera ministra tailandesa Paetongtarn Shinawatra, quien fue destituida por un tribunal en agosto después de que su intento de desescalar la situación fracasara cuando se filtró una llamada telefónica sensible con el influyente exprimer ministro camboyano Hun Sen, lo que desató la furia pública.
Agencias AP y Reuters









