Grego Rossello: los secretos del comediante que sueña ser como Jimmy Fallon
Tenía tan solo 10 años cuando lo encontraron sentado frente a la computadora escribiéndole un mail a Gap, una reconocida marca de ropa internacional. "Quiero ser uno de los chicos de las publicidades", le respondió Grego Rossello a su mamá, que no entendía por qué lo hacía. Hoy, a más de una década de ese episodio, es uno de los comediantes de la generación millennial más reconocidos de la escena nacional, conduce un programa de televisión, filmó tres películas de cine y tiene un millón de seguidores en Instagram.
Cuando se prende la cámara, Grego no puede evitar iluminarse y posar. Como si el lente fuese uno de sus mayores incentivos. En definitiva, lo es. "Valoro mucho lo que me está pasando. Soy un agradecido", declara a LA NACION. Tras responder un ping pong de preguntas sobre algunas cuestiones que sus seguidores probablemente desconocen, se dispone a recorrer otras temáticas más profundas.
Prefiere evitar la palabra "influencer". "Me considero un generador de contenido. Influencer abarca muchas cosas. Mi intención no es condicionar el comportamiento de mis seguidores", dice.
Grego Rosello se convirtió en el primer humorista de la historia del stand up argentino en presentar su espectáculo en el Gran Rex y lo hizo en dos oportunidades. Después de "mucho esfuerzo" y de varios videos en Instagram, finalmente llegó a la pantalla de la TV, donde conduce ESPN Redes. Sin embargo, nada fue tan fácil en su camino al "éxito", palabra que elige poner entre comillas.
"Manejar la frustración es todo", sostiene y cita una frase de Winston Churchill: "La clave del éxito es ir de fracaso en fracaso sin desesperarse". En tanto, Grego cuenta que empezó a ir a castings a los 12 años y recién a los 23 "se le dio". "Así que fueron muchas las veces que me frustré, que lloré, que volví triste a mi casa", recuerda.
Si tuviese que elegir uno de sus videos preferidos, optaría por aquel en el que festeja que Lionel Messi lo empezó a seguir en Instagram, según cuenta a LA NACION. Además, el 10 de la selección argentina, lo sorprendió con un gesto en medio del silencio del plantel luego de aquel partido ante Chile en 2017 por las eliminatorias del Mundial.
Es Licenciado en Historia, profesión con la que, de alguna forma, sigue conectado. "Soy un fanático de pensar que la historia es cíclica. Se trata de estudiar el pasado para intentar no cometer los mismos errores en el futuro", explica.
En ese sentido, Grego sale del esquema de comediante y se anima a opinar de política: "Siento que vivimos en un país muy polarizado. Que cualquier opinión ya te pone de un lado o del otro de la grieta". Reconoce de la gestión anterior el trabajo en cuanto al lugar que se le dio a la "clase baja", a los planes sociales y a los derechos humanos, pero critica la corrupción. "Para los que queríamos un cambio, [Mauricio] Macri no nos está dando el que por ahí esperábamos", critica.
Una de las cosas que más extraña de su vida anterior a la explosión en la redes, es permitirse estar de malhumor o, como él dice, "abajo". "La gente te conoce en tu mejor versión y no podés ser apagado. Eso es extraño", reconoce. Y añade: "A mí me encanta charlar pero hay días que no. Y, cuando no, paso a ser un ortiva, un agrandado, un gil".
"Estoy súper agradecido pero a veces extraño el anonimato", sostiene. La exposición es un riesgo. Así lo comprobó durante y después de su relación con Stephanie Demner, que tuvo un fuerte protagonismo en las redes sociales. Incluso cuando rompieron el vínculo, Grego tuvo que dedicarle un posteo a sus seguidores, en el que les aclaraba qué había pasado con su exnovia.
Durante 2017, tuvo la oportunidad de rodar con Erica Rivas y Pablo Rago la película Bruja, y protagonizó ¿Qué puede pasar? con Darío Lopilato . Sueña con ser como Jimmy Fallon : tener una pata en la ficción, otra en la conducción y una tercera en el teatro. "Es un poco ambicioso", asume. Y concluye: "A mí no se me dio a los 12 años con un casting, se me dio a los 23 después de 10 años de intentarlo. Así que valoro mucho todo".
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