De Chuck Berry a Mars Volta, cien momentos irrepetibles del instrumento esencial del rock & roll. El sonido y la furia de una tradición en movimiento. Hoy: la segunda entrega de cinco
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¿Qué hace que el sonido de una guitarra —un riff, un solo, una zapada— te cambie la vida? Lo que resuena en estas canciones únicas es furia, desesperación y felicidad, en muchos casos todo eso a la vez. Podés escuchar el blues, el gospel y el rockabilly que los precedió, transformados por la necesidad de gritar algo nuevo. Durante medio siglo, el rock fue el sonido de la libertad. La guitarra sigue siendo su voz esencial. Aquí, la segunda parte de las cien razones para entender por qué.
80
“Kid Charlemagne” - Steely Dan 1976
Steely Dan, hacia el final de los 70, hacía discos poniendo bajo presión, toma tras toma,a un grupo de grandes sesionistas, lo que dio lugar a una cantidad de solos de guitarra como para dejar boquiabierto a cualquiera. La línea multiseccionada de jazz cósmico de Larry Carlton puede ser la mejor.
Aparece en: The Royal Scam
79
“Silver Rocket” - Sonic Youth 1988
Thurston Moore y Lee Ranaldo formaron Sonic Youth como templo para la guitarra eléctrica, dejando de lado los roles de guitarra rítmica y primera guitarra en favor del ruido. Aquí, una bestia de dos cabezas que se golpean con riffs de afinación abierta y lanzan, no un solo, sino una tempestad de feedback libre de formas.
Aparece en: Daydream Nation
78
“Stone Crazy” - Buddy Guy 1970
Grabado en 1961 para el sello Chess, los siete minutos de este blues enceguecedor quedaron en un cajón por casi una década. Guy encara el solo como si tocara con una aguja, respondiéndose a sí mismo con vértigo y precisión. “No sé cómo estirar la cuerda”, le dijo a RS. “Déjenme romperla.”
Aparece en: I Was Walking Through the Woods
77
“Even Flow” - Pearl Jam 1991
Mientras que la mayoría de los guitarristas de Seattle descendían de Black Flag y Sabbath, Stone Gossard y Mike McCready actualizaron el blues de estadio de los Stones para una era más oscura. Riffs frenéticos y wah wahs malévolos crearon lo que McCready luego llamaría un “tributo violento” a Stevie Ray Vaughan.
Aparece en: Ten
76
“American Girl” - Tom Petty and the Heartbreakers 1976
El riff supercargazo sirvió de molde para décadas de hits de Petty, pero también fue un homenaje a los Byrds: las guitarras mellizas de Petty y Mike Campbell emulaban las doce cuerdas de Roger McGuinn, imprimiéndole energía new wave al sonido folk rock.
Aparece en: Tom Petty and the Heartbreakers
75
“Willie the Pimp” - Frank Zappa 1969
La guitarra improvisada de Zappa nunca sonó más blusera que en esta canción. Sus deslizamientos pringosos y ese tono de perro aullador –además de la forma en que se abalanza sobre las notas-, son jocosamente impulsivos. ¿Y esa voz profunda? El compañero adolescente de Zappa, Captain Beefheart.
Aparece en: Hot Rats
74
“La Grange” - ZZ Top 1973
“La Grange” se ha convertido en la versión rockera del clásico del jazz “Cherokee”, un standard con que los guitarristas hacen alarde de sus habilidades. El genial descubrimiento fue de Billy Gibbons, con su conversión de un riff boogie de John Lee Hooker en ardiente metal. Su solo nos lleva desde el cielo de Texas hacia paisajes lunares.
Aparece en: Tres Hombres
73
“Summertime Blues” - Blue Cheer 1968
El cover de este power trío del clásico de Eddie Cochran fue su único hit, en un disco que suele ser clasificado como el primero del heavy metal. Es una dosis del potente rugido de la guitarra de Leigh Stephens, tan distorsionada que raspa como virulana recién comprada.
Aparece en: Vincebus Eruptum
72
“Say It Ain’t So” - Weezer 1994
Rivers Cuomo es muy estudioso de la cultura pop, y sus líneas en este single (que recientemente volvió a vivir gracias a la nueva edición del videojuego Rock Band) destilan lecciones de punk rock y metal hasta llegar a esos riffs y solos complicados. El detalle es la oleada de feedback antes de cada estribillo.
Aparece en: The Blue Album
71
“Take It or Leave It” - The Strokes 2001
Este tema, que cierra el álbum debut del quinteto neoyorquino, es un perfecto ejemplo de la dinámica de las bandas con dos guitarras y sin egos: el ritmo brillante de las partes de Albert Hammond Jr. late mientras la quejumbrosa primera guitarra de Nick Valensi hace lo suyo muy cerca.
Aparece en: Is This It
70
“Bullet with Butterfly Wings” - Smashing Pumpkins 1995
El rock alternativo de los 90 en su esplendor: un tema sobre la estandarización de la ira con “guitarras rockeras que suben y bajan, y una batería machacante”, según la describe el líder y guitarrista Billy Corgan, quien se burla de sí mismo con un risueño wah wah en el final.
Aparece en: Mellon Collie and the Infinite Sadness
69
“Money” - Pink Floyd 1973
David Gilmour espera durante los primeros tres minutos de este emblemático tema de Floyd (que surgió en los ensayos como un blues acústico). La canción luego cambia de ritmo (7X4) por un tiempo recto, y Gilmour entrega una experimentación turbulenta que termina en notas muy altas que muchas guitarras no pueden ni alcanzar.
Aparece en: Dark Side of the Moon
68
"The Thrill Is Gone" - B.B. King 1969
En la segunda decada de su carrera musical, King tuvo su hit máximo con este cover de Roy Hawkins al que le agregó cuerdas y le ablandó todo menos la fuerza cortante de su guitarra Gibson, también conocida como Lucille. El resultado: un retrato que gotea sangre, como si la púa fuera una navaja.
Aparece en: Completely Well
67
“Adam Raised a Cain” - Bruce Springsteen 1978
Antes de ser conocido como compositor, Springsteen era el guitarrista más rápido de Asbury Park. Y en este estallido de hard rock, vuelve desatar su genio, empujando a la E Street Band hacia la tierra del garage con la guitarra más furiosa que él haya grabado.
Aparece en: Darkness on the Edge of Town
66
“Texas Flood” - Stevie Ray Vaughan 1983
El cover del single de 1958 del blusero Larry Davis (que dio título al disco debut de Vaughan), es un muestrario alocado de la influencia que ejercieron sobre él tanto Jimi Hendrix como Albert King y T-Bone Walker. Vaughan solía hacer el solo de esta canción con la guitarra detrás de la cabeza, otro guiño a Hendrix y a Walker.
Aparece en: Texas Flood
65
“Message in a Bottle” - The Police 1979
En Andy Summers, Sting encontró algo raro y precioso, especialmente en la época punk: un compañero seguro y melódico que tocaba para el cantante y para la canción. Este hit de The Police es un catálogo de ese talento, desde el agresivo riff principal hasta los rasgueos de acordes acuáticos.
Aparece en: Reggatta de Blanc
64
“Freebird” - Lynyrd Skynyrd 1973
Encendedores, por favor. El himno máximo del rock sureño es la entrega épica del fallecido Allen Collins, que tocó los dos solos frenéticos de la versión original, y se cruzó en vivo con Steve Gaines en One More from the Road. Arma secreta: el slide lloroso de Gary Rossington.
Aparece en: Pronounced Leh-Nerd Skin-Nerd
63
“Sweet Child O’ Mine” - Guns N’ Roses 1987
Slash, sentado en el piso de la endeble casa de los Guns N’ Roses, en algún momento de 1986 empezó a jugar con una melodía tintineante y circular. “Era un patrón interesante”, recuerda Slash ahora. “¡Por Dios, nunca pensé que fuera a convertirse en una canción!” Mientras seguía tocando, el otro guitarrista de la banda, Izzy Stradlin, se le sumó tocando una progresión de acordes simples. No se dieron cuenta de que Axl Rose escuchaba desde el piso de arriba… y escribía la letra. En el ensayo del día siguiente, la banda abordó lo que sería “Sweet Child” mientras escuchaba las objeciones de Slash, convencido de que la música era demasiado liviana para lo que él consideraba que era una “banda thrash”. Pero cedió y pronto se despachó con el solo lírico y multisegmentado que quedó en la versión final de la canción. “Es una combinación de influencias”, sigue Slash. “Desde Jeff Beck, Cream y Zeppelin hasta cosas que te sorprenderían: los solos de la versión de Manfred Mann en «Blinded by the Light» o «Baker Street» de Ferry Rafferty.” A pesar de la complejidad del solo, fue la meticulosa intro de la canción la que resultó un desafío sobre el escenario. “Ahora es fácil, pero nos resultaba muy intimidante en los primeros tiempos. Especialmente porque tomaba exorbitantes cantidades de alcohol y otros químicos. Durante años odié tocar esa canción.”
Aparece en: Appetite for Destruction
62
“Born Under a Bad Sign” - Albert King 1967
Los blues de King no eran delicados: era un maestro en el arte de estirar las cuerdas, pero decía más con cinco notas que con un solo de cinco minutos. Aquí, la banda de Stax puso la atmósfera de Memphis para su máximo hit, que ha sido interpretado por muchos, de Clapton a Dimebag Darrell.
Aparece en: Born Under a Bad Sign
61
“Soul Man” - Sam and Dave 1967
“¡Tocala, Steve!”, le grita Sam Moore a Steve Cropper, el genio que impulsaba la banda residente de Stax Records. Los aflautados riffs de Cropper con sus finales sobre tonos altos le dan a la canción su encanto rítmico, y los punzantes yeites (usó un encendedor a modo de slide) son una tercera voz en la canción.
Aparece en: Soul Men
Mañana, la tercera parte de este especial
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