René Pérez, feliz con su nueva etapa solista: "No creo que regrese Calle 13"
Antes de los shows que brindará esta noche y mañana en el Luna Park, Residente habló con LA NACION sobre los desafíos que encara en este nuevo proyecto
Poco hay de Residente en René Pérez cuando no está en el escenario. Sentado en un sillón del Salón Privado del Palacio Duhau, espera abstraído del mundo para iniciar la entrevista, entretenido con su celular. Saluda con amabilidad y se presta rápidamente a la charla, con un tono bajo y pausado, algo tímido. Lejos, muy lejos de la explosiva verborragia y el derroche de energía que se convirtió en sello de su ¿ex? banda, Calle 13.
El cantante dice que está muy feliz de volver a presentarse en Argentina, esta vez para dar a conocer los temas de su primer trabajo en solitario, Residente. Por cierto, este disco -que fue lanzado el 31 de marzo de este año- no tuvo una génesis sencilla: partió de un estudio de ADN que se realizó para conocer sus orígenes más recónditos y quiso experimentar musicalmente con ese registro genético. En un viaje que tuvo mucho de introspectivo, recorrió Siberia, Osetia del Sur, Georgia, Armenia, Ghana, Pekín, Nueva York y Puerto Rico, filmó un documental y compuso las 13 canciones que quedaron en el corte final.
"Siento que aunque parezca un disco demasiado personal, creo que el ADN termina siendo similar en todos nosotros. Venimos de tantos lugares distintos pero con tanto en común", reflexionó en diálogo con LA NACION. "Hay algunas canciones más íntimas, pero la mayoría de ellas reflejan lo vivido junto a personas que atravesaron situaciones de guerra, de largos conflictos. A la distancia, siento que éste fue un 'proyectazo', bien ambicioso. Y que cuando todo el mundo me decía que no lo hiciera, que era una locura, más sentí la necesidad de encararlo".
-¿Cómo fue trasladar toda la información e historia que tiene estas canciones al escenario?
-Estoy tocando casi todo el disco, y eso es bastante. Para transmitir el proyecto nuevo en vivo utilicé el mismo concepto al que recurrí cuando hice la música: mezclar diferentes culturas. Tengo músicos de distintas partes del mundo, con diferentes gustos artísticos. Ya eso te da un sonido especial, porque tengo un alemán, dos estadounidenses, un marroquí, un argentino y dos portorriqueños arriba del escenario. También incluí en el show algunas canciones de Calle 13 que compuse y que me divierte tocar.
-¿Te resulta extraño interpretar canciones de Calle 13 sin tus hermanos en el escenario?
-No, me divierten de otra manera. Yo la paso bien. Son canciones que escribí, que les puse los coros y las melodías, entonces como que siento bien tranquilo tocándolas.
-¿Llegó el fin de Calle 13 o esto es simplemente una pausa?
-No, Calle 13 es algo que forma parte de mí y estoy seguro que mis hermanos sienten lo mismo. Eso no se termina. En el concierto van a ver a Residente cantando a Calle 13, pero no creo que Calle 13 regrese. Ahora estoy en otra propuesta. No es el cliché de la banda que se separó y no quiere volver a tocar; esto es otra cosa. Cada uno ha tomado su camino.
-Después de realizar un proyecto artístico tan ambicioso como Residente, ¿qué sigue?
-Pienso mucho en lo que viene. Ya estoy en eso, pese a que esta gira recién está empezando. No me da miedo, sino que lo siento más como un reto eso de pensar en cómo voy a sorprender a la gente. El mayor reto lo tenía ahora, porque con Calle 13 estaba claro que yo escribía las letras pero no que también trabajaba en la composición de las canciones, en la estructura y las melodías…. Además, siempre que sales de una propuesta que tuvo éxito es difícil arrancar otra, sabiendo que la van a estar criticando desde el vamos.
-¿Sentías esa presión?
-Sentía que tenía que hacer algo muy por encima. Siempre con Calle 13 quisimos que hubiera una evolución entre disco y disco; con este trabajo, yo quería sentir eso al doble, sentir que conceptualmente había una evolución. Ahora noto que sí la hubo, y me siento muy tranquilo con los resultados. Esa presión ya no la voy a tener cuando lance un nuevo trabajo. Tendré otras, seguramente.
-¿Estás muy atento a los comentarios que te hacen en las redes sociales? ¿Hasta qué punto dejás que te influya o te afecte lo que te diga un anónimo?
-Las redes sociales son relativamente nuevas, y al principio no entendía cómo podía haber tantas críticas. Después comprendí. 'Mirá, están criticando a Messi también, que es el mejor del mundo', pensaba. Ya uno va entendiendo cómo es ese juego. Estoy cerca de las redes sociales, pero ya no me afectan como me afectaban en otro momento; pude contestarle a alguien, pero siempre de buena manera, no desde el enojo.
-Los primeros discos de Calle 13 recibieron algunas críticas por alusiones algo machistas y homofóbicas en las letras de sus canciones. ¿Tenés cuidados o reparos hoy al momento de escribir letras tan viscerales?
-Tengo cuidado, pero hay veces que me gustaría no tenerlo, porque el arte hecho de esa manera también es chévere. Cuando es una "tiradera" entre rapero y rapero, se vale todo, pero cuando estoy haciendo un disco sí tengo cuidados necesarios. Yo creo que mis letras nunca fueron homofóbicas, al revés. Siempre hemos tocado en los gay parade que se hacen en Puerto Rico, por ejemplo. Sí pudieron haber interpretado de machistas algunas letras que para mí no las eran. Algunos eran personajes que yo estaba asumiendo... Pero las letras fueron evolucionando de buena manera. Son distintas y se me haría difícil volver atrás. Sí puedo ser chistoso y tener un gran humor negro todavía.
-Una de las canciones más bellas y emotivas de tu disco es "Milo", dedicada a tu hijo. ¿Cómo la escribiste?
-Ahí es cuando se vuelve personal la cosa en este disco. Milo también es parte de mi ADN y sentí que debía escribirle un tema. Lo escribí en Africa y la melodía del coro es parte de un sueño que tuve. Siempre me inventé las melodías de las canciones, pero en este caso no la inventé sino que la soñé. Tenía la música en la cabeza, la grabé y me fui a Ghana; allá les expliqué de qué se trataba el tema y pudimos traducir el coro al dialecto en que hablan. Es un tema bien especial para mí como papá primerizo, y también se que lo es para Milo, que lo escucha y le gusta.
-Hace un tiempo te nombraron socio honorario de Huracán. ¿Te gusta el fútbol?
-Estoy aprendiendo. A mi hijo, que tiene 3 años, le gusta más que a mí. Me gustó la historia de El Globo que me explicó mi suegro. Es gracioso porque los tíos de Milo son de San Lorenzo, entonces los domingos se arma siempre alguna riña familiar (risas). Es interesante, y para mí que vengo de afuera, es entretenido presenciar esas discusiones de fútbol. Me encantó ir al estadio, me trataron súper bien, gente bien chévere, muy humilde. Es un equipo que tiene todo el corazón para ganar un campeonato. Espero algún día estar acá para poder celebrar una copa.
- Residente se presenta esta noche y el viernes a las 21 en el estadio Luna Park, Avenida Madero 470.
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