Donald Trump designó a sus tres “embajadores especiales” en Hollywood: Sylvester Stallone, Mel Gibson y Jon Voight
El presidente electo estadounidense nombró a los actores como sus representantes en la meca del cine occidental: “Serán mis ojos y oídos, y llevaré a cabo lo que sugieran”, en pos de recuperar las inversiones en los Estados Unidos
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La NaciónDelfina Provenzano Moronta
Este jueves, el presidente electo de los Estados Unidos Donald Trump adelantó que nombrará a los actores Mel Gibson, Sylvester Stallone y Jon Voight como ‘Embajadores Especiales’ en Hollywood, California. El anuncio tiene como objetivo alentar el desarrollo de producciones de cine y televisión en el país ante la fuerte tendencia de realizar filmaciones en países como Canadá, Australia y el Reino Unido, debido a las ventajas que ofrecen en materia de impuestos.
Desde su red social Truth Social, Trump declaró: “Es un honor para mí anunciar a Jon Voight, Mel Gibson y Sylvester Stallone para ser Embajadores Especiales en un lugar genial pero problemático: Hollywood, California. Ellos servirán como enviados especiales para mí con el propósito de traer a Hollywood, el cual ha perdido muchos negocios los últimos cuatro años por países extranjeros, de vuelta. ¡Más grande, mejor y más fuerte que nunca! Estas son tres personas muy talentosas que serán mis ojos y oídos, y llevaré a cabo lo que sugieran. Será otra vez, como los Estados Unidos de América, la era dorada de Hollywood”.
El nombramiento de los actores en un rol representativo para Trump no parece casual: cada uno de ellos mostró su apoyo al candidato republicano durante la última campaña, cuando la mayoría de las estrellas del cine y la televisión le daba la espalda y levantaba las banderas de Kamala Harris, la representante demócrata.
Stallone, por ejemplo, mantuvo una relación cercana aunque discreta con Trump durante la campaña, pero tras la victoria del expresidente en noviembre pasado, la estrella de Rocky fue el encargado de presentarlo en su primer discurso, luego de la publicación de los resultados electorales en Mar-a-Lago.
Por su parte, Mel Gibson ha sido el más abierto respecto a su apoyo hacia Trump, y no dudó en manifestar su postura en un video, días antes de las elecciones. En dicho mensaje, el director de La Pasión de Cristo aprovechó la oportunidad para lanzar duras críticas hacia la vicepresidenta Kamala Harris, mencionó su “miserable historial”, llamándola inepta y cuestionó su capacidad para gobernar. La relación de Gibson con la industria de Hollywood estuvo plagada de tensiones y polémicas, como la controversia por sus comentarios antisemitas en el año 2006, luego de ser detenido por un oficial de policía por conducir bajo los efectos del alcohol. También, en otras ocasiones, el actor de Mad Max habló de “presencias malignas” en la industria y se refirió a las supuestas prácticas diabólicas que allí se llevan a cabo.
Por último, el actor ganador del Oscar y padre de Angelina Jolie, Jon Voight demostró desde hace años su contento con las políticas del expresidente y fue visto como uno de los defensores más sobresalientes del líder republicano. En 2019, durante su primer mandato, Trump le otorgó a Voight la Medalla Nacional de las Artes, uno de los reconocimientos gubernamentales más grandes para los artistas en los Estados Unidos. A su vez, participó activamente en las redes sociales, donde expresó en videos y declaraciones su apoyo incondicional al mandatario, durante su periodo presidencial, lo calificó como “el mejor presidente desde Abraham Lincoln” y hasta criticó las posturas políticas de su propia hija.
Hollywood y sus desafíos
La propagación de los incendios en el estado de California y, puntualmente, en la ciudad de Los Ángeles, provocó retrasos o suspensiones en la producción de películas y series de televisión. A pesar del desastre que se desató hace algunas semanas, el fuego no es el único factor que contribuyó a profundizar la crisis que enfrenta industria: según el portal Film L.A, en el tercer trimestre del 2024 hubo una caída del 5% en la productividad, lo que refleja un “débil” desempeño comparado a otros períodos recientes.
El avance de la competencia internacional dejó a Hollywood en jaque, y países como Reino Unido, Canadá y Australia fortalecieron sus industrias cinematográficas y televisivas y, a su vez, captaron producciones estadounidenses con promesas de bajos costos e incentivos económicos. Por último, el crecimiento de las producciones para streaming transformó por completo la dinámica del negocio del cine y la televisión, redujo exponencialmente la dependencia de los estudios tradicionales e impactó en los rendimientos de la taquilla, al igual que en la manera que se financian y distribuyen las películas y series.
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