Andrea Frigerio cerró un 2018 intenso: "Murió papá y mi hija se fue a Italia"

Después de los 50, su vida cambió por completo. En lo personal, Andrea Frigerio (57) debutó con un nuevo rol, el de abuela [su hijo mayor, Tomás (35), es papá de Olivia, Ramón y Jacinta] y en lo profesional, su carrera artística despegó a lo grande gracias al cine: en 2018 estrenó cinco películas, Mi obra maestra, Rojo, Leal, Solo el amor y El encanto. "Vienen siendo años muy fuertes, muy intensos. Con muchas sorpresas para mí. Cuando me encuentro con gente que no veo hace algunos años, no pueden creer cómo giré. La vida me llevó por caminos que yo había soñado, pero que no sabía que me iban a tocar", confiesa a ¡Hola! Argentina desde José Ignacio, donde dijo presente en un almuerzo de la firma francesa Paule Ka.

–¿La actuación siempre fue tu vocación?

–Si me preguntabas qué quería ser cuando era chica, yo ya lo sabía. Pero en una casa donde había un ingeniero civil y una maestra rural, era casi impensado que me dedicara a la actuación. De hecho, por eso, terminé estudiando Biología en la UBA. Pero yo sabía o intuía que en algún momento la oportunidad de actuar iba a aparecer. Ahora la actuación desembarcó en mi vida con todo: la experiencia de estar en dos festivales de cine muy importantes, el de Venecia y el de San Sebastián, por ejemplo.

–Además de lucirte en cine, ¿qué te dejó 2018?

–Fue un año fuertísimo porque el 26 de marzo murió mi papá, una persona muy importante en mi vida. Él tuvo un accidente y a partir de ese momento se le despertaron algunas enfermedades que le llevaron años de lucha. Fue un shock para mí e hizo replantearme muchas cosas. Por eso, este año fue de un crecimiento interno fuerte que terminó en un libro que publiqué –Belleza emocional–, que trata cuestiones vividas y entender que para llegar bien a cierta edad no sólo hay que tener buenos hábitos de comida y belleza, sino también emocionales. Por otro lado, mi año terminó con mi hija Fini yéndose a vivir afuera.

–¿Adónde?

–Decidió irse a Italia a probar suerte con su novio Ignacio [Crespo Campos]. Ella estudia actuación, se preparó mucho, y también canta. Este año hizo dos películas, una de ellas conmigo en Paraguay [Leal].

–¿Te costó dejarla ir?

–Para mí no fue una sorpresa que ella quisiera dar este paso porque siempre le dimos alas para que vuele. Hubiese sido un contrasentido pedirle que se quedara. Por suerte la tecnología hace que estemos en contacto, pero extraño darle besos y abrazos…

–Pasaste Año Nuevo en Punta, pero volvés a Buenos Aires antes de lo habitual. ¿Por qué?

–Es que empiezo con las grabaciones de Argentina, tierra de amor y venganza, donde voy a ser Ivonne, la madama del cabaret donde trabajará el personaje de la China [Suárez].

–¿Cómo estás con Lucas?

–Lucas es lo más gamba que hay en el mundo. Se ocupa de Roses & Roses, yo sólo soy la directora creativa de la empresa. Aparte de ser pareja, somos muy amigos. Todo es un "sí" para él, siempre me acompaña. Ahora, con el nido vacío, estamos de novios nuevamente.