Lionel Messi y Antonela Roccuzzo, la romántica historia de amor
A días de su boda en Rosario
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Pocos conocen la voz de Antonela Roccuzzo (29). La mujer del mejor futbolista del mundo jamás concedió un entrevista. Para colmo, su círculo más íntimo parece blindado: no existe un amigo o familiar de la pareja dispuesto a filtrar información a la prensa. ¿Cómo es la mujer que conquistó al crack? La mayoría de las crónicas acerca de su historia de amor, aun las más ambiciosas, están basadas en supuestos, trascendidos, testimonios de personajes periféricos y en los retazos de intimidad que Lionel Messi (29) deslizó en algunas entrevistas. Es una situación nueva –y algo incómoda– para los periodistas, que nos obliga a reconstruir esta love story con pocos detalles pero una certeza: el viernes 30 de junio, después de diez años juntos, Leo y Anto pondrán broche de oro a su noviazgo frente al altar.
PRIMEROS INDICIOS DEL ROMANCE
En enero de 2009, Lionel ya era considerado el mejor futbolista del planeta, tenía fans en los cinco continentes y sus biógrafos se multiplicaban con cada gol. Sin embargo, nada se sabía sobre su vida privada. ¿Cómo era posible que un muchacho de 21 años, una de las personas más famosas del mundo, no hubiera sido fotografiado jamás con una mujer? Parecía imposible, más en esta era digital. Durante una entrevista con el programa Hat Trick Barça, de Televisió Catalunya, Leo contó que estaba en una relación. Pero no nombró a Antonela. Le preguntaron “¿Tienes novia?”. Y Messi respondió “Sí, tengo novia. Está en Argentina. La verdad es que estoy bien, estoy tranquilo”. No dijo más. Pero fue suficiente para que los paparazzi se pusieran en guardia. No demoró mucho en llegar la primera foto de la pareja: durante el Carnaval de Sitges, localidad vecina a Barcelona, los novios fueron retratados caminando de la mano. Más tarde, durante las Eliminatorios para el Mundial de Sudáfrica 2010 –que resultaría clave en su historia de amor–, contaría al diario Clarín: “Si no hubiésemos ido a Sitges en carnaval, nadie sabría que estamos juntos”. Además, soltaría una de las pocas frases en las que refiere a la mujer que en días lo llevará al altar: “La conozco desde que tengo 5 años, es la prima de mi mejor amigo, rosarina como yo. La vi crecer y ella me vio crecer a mí. Nuestras familias se conocen, así que no tenía dudas”, dijo. El entrevistador, apurado, con hambre de título, preguntó: “¿Dicen que se van a casar este año?”. Pero Leo fue contundente: “Es un invento, por ahora no me caso”. Todavía faltaban siete años...?
LA PREHISTORIA DEL AMOR
El periódico El País contaba así los primeros años de la relación: “Antonela es la prima de su mejor amigo, Lucas Scaglia (actual mediocampista en Jacksonville Armada FC de Florida, Estados Unidos). Los tres son de Rosario. Leo y Lucas jugaron juntos en la cantera de Newell’s Old Boys. Cuando Messi cumplió 27 años, Antonela difundió un video por Instagram con fotos de ellos dos, incluida una de un pequeño Messi con la camiseta rojinegra del club rosarino. Ya de niños jugaban a ser novios. Ella es sólo un año menor que él. ‘Algún día vas a ser mi novia’, le escribió él en una carta. Comenzaron su relación cuando eran púberes, pero se interrumpió cuando a los 13 el jugador se marchó al Barça, que se comprometió a pagar el tratamiento de más de 600 euros al mes para que ganara altura”. Divididos por el Atlántico, cada uno resolvió seguir con su vida. Dicen que Antonela tuvo un novio, con quien estuvo durante tres años. De Leo, como dijimos, no se supo nada. El reencuentro tuvo un motivo trágico: se dio cuando Messi, de 17 años, volvió a Rosario para despedir a una amiga de Antonela que murió en un accidente de tránsito. Desde entonces, Leo y Anto sólo se separaron físicamente. Define Clarín: “Ella reconoció oficialmente la relación el 20 de julio de 2007 (un Día del Amigo), cuando reunió a sus confidentes en una propiedad de la familia Roccuzzo en el sur de Rosario: sí, estaba saliendo con su amigo de la infancia y ahora futbolista reconocido”.
¿QUIÉN ES LA PRIMERA DAMA DEL FÚTBOL?
“Se aburre con el fútbol. No me presta atención ni cuando vuelvo a casa y le digo ‘hice dos goles’ o ‘hice un hat trick’. No le interesa”, confesó la “Pulga” al Corriere dello Sport. Evidentemente, Antonela no responde al estereotipo de las WAGs (como llaman en Europa a las mujeres de los futbolistas): lleva a sus hijos al colegio cada mañana, la fotografiaron haciendo las compras en el supermercado, no desfila colecciones de carteras ni anda de aquí para allá con una corte de nannies, tampoco tiene asistentes. Dice el diario La Vanguardia: “Su estilo es discreto y alejado de escándalos. Viste elegante cuando la ocasión lo demanda, pero no tiene reparos en salir a la calle con ropa deportiva si sólo va a dar un paseo por Barcelona”. Sus únicas salidas impostergables, donde se expone a los flashes, son la entrega del Botín de Oro (del brazo de su novio, claro) y los desfiles de Rosa Clará, experta en trajes de novia. No asiste a cócteles, estrenos, ni alfombras rojas. Aparentemente, no tiene gastos desmedidos ni preferencia por las piedras preciosas. Y si bien mantiene una cuenta activa en Instagram (la única “ventana” para espiar la vida del crack), jamás subió a la red fotos presumiendo de sus curvas? ¡y vaya si las tiene! Publica imágenes familiares y, de tanto en tanto, escribe alguna dedicatoria romántica para su amor.
Antonela nació el 26 de febrero de 1988, segunda de dos hermanas, Carla y Paula. Es hija de José y Patricia, dueños de la cadena de supermercados Único de Rosario. Practicó gimnasia deportiva en el Club Gimnasia y Esgrima hasta la adolescencia, cuando todos la llamaban, cariñosamente, “Negra”. Estudió Odontología en la Universidad Nacional de Rosario, después Comunicación Social y más tarde Nutrición, aunque no se graduó de ninguna. Este año, hace apenas un mes, debutó como empresaria: junto a su gran amiga Sofía Balbi, la mujer del futbolista uruguayo Luis Suárez, abrió una tienda de la zapatería Ricky Sarkany en Barcelona. Su otra gran amiga es la libanesa Daniella Semaan, casada con el futbolista español Césc Fàbregas, ex compañero de equipo de Messi.
ROMPER EL CERCO
Todos los biógrafos coinciden –aunque sin citar una sola fuente que confirme la teoría– que la relación entre Antonela y la familia Messi fue extremadamente compleja. Que a la morocha, pese a conocerse desde chicos, no le resultó sencillo hacerse un lugar en su familia política. “Durante mucho tiempo se limitaron a tolerarla, porque no había más remedio”, describe uno de sus biógrafos. En un principio, Celia Messi, la madre del crack, habría mirado con desconfianza la relación. En 2010, en la previa al Mundial de Sudáfrica, la agencia de noticias alemana DPA viajó a Rosario y confirmó las sospechas. Acerca de su futura nuera, con quien había sido fotografiada en Buenos Aires, caminando del brazo, Celia definió: “Todavía la estamos estudiando”.
La Copa del Mundo resultó clave para la pareja. Cuentan que la convivencia entre los Messi y Antonela en Sudáfrica fue tan complicada que puso a Lionel entre la espada y la pared: debía definir la situación para terminar de una vez por todas con las confusiones. Y no dudó: apenas culminó la participación argentina, la “Pulga” llevó a su novia de vacaciones a Brasil y juntos acordaron la convivencia en la casa de Castelldefels, Barcelona. Desde entonces (“y para siempre”, apostaron) sería su mujer, ya no debía estar “bajo observación” de nadie. Desde entonces, todos especulamos con un inminente casamiento. Pero ellos tenían otras prioridades: el 2 de noviembre de 2012 llegó Thiago, su primer hijo. Tres años más tarde, el 11 de septiembre de 2015, nació Mateo, el menor de la familia. Quizá el 30 formen parte del cortejo que acompañe a la novia hasta el altar.?
Es temporada de bodas para los futbolistas. La mayoría de los casamientos de las grandes figuras se da durante el receso del verano boreal. Hace una semana desfiló por el altar el arquero Víctor Valdés, ex compañero de Lionel Messi en Barcelona. El jueves 15, en Toledo, se casó el francés Antoine Griezmann, romperredes del Atlético de Madrid que dirige el Cholo Simeone, con la española Erika Choperena. Ahora es el turno del mejor del mundo. Circuló en redes una participación (apenas una parte de la tarjeta, para ser precisos) que nadie pudo comprobar su originalidad. De su casamiento, como de su historia de amor con Antonela, poco se sabe. ¿Bajará un vuelo chárter lleno de estrellas –reviviendo el casamiento de Diego Maradona– en el aeropuerto de Fisherton? Shakira, la mujer del futbolista Piqué, compañero de la “Pulga”, dijo que muy probablemente vendrían. El traje de la novia, de Rosa Clará, será soñado, a la altura de una ceremonia que va a hacer suspirar a millones en todo el mundo.
- Fotos: Getty Images, Grosby Group y Agencias
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