Martita Fort: “A veces siento que me usan como lo usaban a mi papá”
Dos días antes de la muerte de Gustavo Martínez, la heredera del empresario chocolatero brindó una entrevista en la que habló sobre la relación que la unía a su tutor, recordó momentos “extraños” de su infancia y adelantó cuáles serán sus primeros pasos en la empresa familiar
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Apenas un par de días antes de que Gustavo Martínez cayera desde el piso 21 del edificio en el que vivía junto a los mellizos Marta y Felipe, la heredera de Ricardo Fort brindó una entrevista en la que contó cómo era su relación con él, pero además, precisó cómo fue su infancia junto al empresario chocolatero y adelantó cuáles serían sus primeros proyectos en la empresa familiar una vez que cumpliera 18 años y pudiera disponer de su paquete accionario.
En una charla con Gisela Busaniche en el segmento “Herederos” de Telefe Noticias, Martita comenzó por describirse a sí misma como “segura, un poco arrogante, buena y directa”. Luego, reveló algunos aspectos de su infancia: “Tenía solo una amiga y mi papá no me dejaba ir a dormir a su casa. Sí o sí tenía que venir ella a la mía. Y una vez que él falleció, para que nosotros podamos sobrellevarlo de la mejor manera, Gustavo y Marisa [la niñera] nos permitieron quedarnos a piyamadas en otras casas. Pero mi papá era muy estricto”.
“Era muy sobreprotector”, continuó, refiriéndose a su padre. “Nosotros teníamos cuatro equipos de seguridad y me acuerdo que ya me parecía raro tener cuatro patovicas atrás de mí mientras iba a merendar con mis amigas. Entonces, en un momento le pedí que por favor al menos un día no traiga patovicas, porque iba colegio en la primaria y quería salir de ahí sola, como la gente normal. Me molestaba un montón, porque me sentía intimidada. Se lo decía, pero a él no le importaba”, señaló.
La entrevista fue grabada el 14 de febrero, unos días antes de que Martínez perdiera la vida. Refiriéndose a él, Martita definió: “Gustavo es mi tutor. Es una persona tranquila y buena. Es bastante casero, le gusta quedarse siempre en la casa”.
“Gustavo se cagaba de risa con mi papá, porque obviamente era lo opuesto a él. A Gustavo no le gusta aparecer mucho en las cámaras y a mi papá le encantaba... Cuando llegaba a un lugar y estaba lleno de cámaras, capaz que a Gustavo le jodía, pero se reía, como estaba al lado de mi papá, no podía hacer nada. Eran como polos opuestos que se atrajeron”, agregó.
“Mi papá quería que tuviera dos papás. Quería que dijera que tenía a ‘Papá Gustavo’ y a ‘Papá Ricardo’. Pero como era todo muy nuevo, y sonaba raro en aquel entonces, siempre decíamos que Gustavo era nuestro tutor. Ahora, a Gustavo no le gusta que diga que es nuestro papá, prefiere que le diga padrino o tutor”, agregó.
Sobre Marisa, la niñera, expresó: “Es la que más me acompaña en los viajes y la que me lleva y me trae a lugares”. También reveló cómo fue que se enteró que había sido concebida mediante la subrogación de vientre: ”Mi papá no era de hablar así, tipo: ‘Bueno, un huevo se juntó con...” ¡No! Nos contó el procedimiento entero cuando teníamos siete años. Yo le contaba a mis compañeros de la primaria y todos quedaban asombrados. ¡Las profesoras pensaban que yo no quería decir que era adoptada! No entendían bien el proceso. Después, sí se entendió más”.
“De mi papá tengo el carácter, aunque yo parezco dócil. Cuando me enojo, soy un poco hiriente y directa. También, lo que me pasa -y yo pensaba que no me iba a pasar a tan corta edad- es que siento que a veces me usan como lo usaban a él. También heredé esa parte de él; tengo que tener cuidado con la gente con la que me reúno y ver si son de confianza o son ‘trepas’. Me he sentido usada varias veces. Cuando salgo con gente, a veces me doy cuenta que les gusta más la presencia de ‘la hija de Ricardo Fort’ que ‘Marta’”.
De su padre, aseguró que lo que más extraña es la espontaneidad y “lo raro que era cada día” junto a él. “Te sorprendías todos los días, porque podía pasar cualquier cosa. Una vez quería ir a comer a tal lugar y al día siguiente quiere ir a comer a Miami y se tomaba un avión”, ejemplificó.
“El último tiempo, le dolía todo. Él decía que esta vez se iba a esmerar un poco más en ser paciente, cuidarse y no ser rebelde; porque decía que tenía dos hijos a los que quería seguir viendo. Pero bueno, no se llegó a cumplir...”, indicó, con respecto a los últimos meses de vida del empresario. Y recordó: “Cuando fue al hospital a internarse, nos dijo que nos quedáramos tranquilos, que era un spa, que él se sentía bien y que iba solo para relajarse y para olvidarse de ese ambiente trucho que tenía alrededor. Nunca nos dijo la verdad”.
Otra de las cosas que reconoció tener en común con su padre es el deseo de ser famosa: “Por eso, estoy viendo qué camino seguir. Voy a empezar clases de actuación para ver cómo me va con eso, porque hay gente que me dijo que podía ser muy buena actriz. Y también me gusta cantar, pero primero me quiero formar bien y si me sale bien, quizá me dedique a eso”.
Ahora que son mayores de edad, ella y su hermano Felipe pueden hacerse cargo del paquete accionario que heredaron de su padre. “Quiero ver cómo me va en la empresa, porque con los 18 tengo que saber un poco sobre mi economía y saber manejarla. No tengo por qué quedarme en mi casa todo el día. Tengo que estar ahí. Ahora me enfocaría más en expandir la empresa, porque me ha llegado que hay demanda de productos en Europa... Podría hacer eso y cambiarle un poco la imagen”.
“Conociendo la historia de mi papá, me cuidaría en mis palabras, porque no quiero ser tan bardera, y también en mi imagen, para que no me la ensucien”, reflexionó al final de la entrevista. Y agregó: “Si pudiera volver el tiempo atrás no elegiría una familia tradicional, porque a pesar de que a mi corta edad ya viví un montón de cosas que quizá no tendría que haber vivido, me gusta esta vida más loca”.
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