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En su paso por Buenos Aires, en el marco de la Cumbre del G20 , Máxima de Holanda volvió a impactar. No sólo por su rol como Asesora Especial del Secretario General de las Naciones Unidas sobre Inclusión Financiera para el Desarrollo, también por su innegable sentido de la moda. Durante su cargada agenda (donde además de compromisos laborales hubo tiempo para reencontrarse con sus amigos argentinos), vistió diseños de sus modistos y firmas de cabecera, algunos confeccionados especialmente para la ocasión, otros prêt-à-porter, pero siempre a tono con cada acontecimiento.
29 de noviembre: Primera aparición en el CCK


La Reina de los Países Bajos, quien preside la comisión de inclusión financiera de ONU, eligió un vestido de lana con abertura en la parte delantera de Michael Kors.
30 de noviembre: Cumbre, Colón y heladería





Durante el segundo día de la cumbre del G20, Máxima vistió un diseño frozen shoulder (hombros descubiertos) con swags de Oscar de la Renta.
El viernes por la noche asistió a la elegante cena de gala en el Teatro Colón con un vestido de seda con flores bordadas, manga larga y falda a la rodilla de Natan, una de sus firmas de cabecera.
1° de diciembre: Último día en Costa Salguero y recorrido por el Malba



Para el último día del G20 y después recorrer la colección permanente del Malba junto a las primeras damas, Máxima optó por un vestido de encaje con forro corto de la colección ready to wear de Elie Saab. No es la primera vez que elige este modelo del diseñador nacido en Beirut: ya lo vimos durante su visita de Estado a Portugal y durante la boda de Filipos Lemós y Mariana Goulandrís en Grecia.
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