Rob Corddry, la mano derecha de Dwayne "The Rock" Johnson, en Ballers
En una entrevista exclusiva con LA NACION, el humorista habló sobre su experiencia trabajando con el carismático actor en la serie cuya tercera temporada se emite por la pantalla de HBO
La interpretación de Rob Corddry en Ballers - la serie de HBO creada en 2015 por Stephen Levinson - podría haber circulado por el mismo carril que la de Jeremy Piven en Entourage. A fin de cuentas, ambas comedias se emparentan en el modo entomológico con el que enfocan un microcosmos esencialmente masculino. Sin embargo, Corddry no descansa en ser un mero sidekick ácido y va mucho más allá, empleando toda su experiencia en el mundo de la comedia (es el creador además de la peculiar sitcom paródica Childrens Hospital) con la bravura necesaria como para no verse opacado por la figura resonante de la serie: Dwayne Johnson . En Ballers, "The Rock" se pone en la piel de Specen Strasmore, un atleta retirado devenido en manager de jugadores de fútbol americano, quien debe lidiar con el paria de su flamante firma, Joe Krutel (Corddry), su asesor financiero.
En diálogo con LA NACION, Corddry aludió a su vínculo con Johnson, reveló qué le atrajo de la serie y mencionó las figuras que lo inspiran en la tarea tan ardua como satisfactoria de hacer reír.
"El universo HBO es garantía de calidad", enfatiza el humorista cuando es consultado sobre qué lo condujo a embarcarse en una serie como Ballers: "El guión me pareció muy bueno, sentí que contaba con el potencial necesario como para mantenerse con el correr de las temporadas y por supuesto que trabajar con Dwayne Johnson nunca va a ser una mala movida en la carrera de un actor", expresa entre risas, ahondando en las cualidades que hacen de "The Rock" uno de los actores más queridos de la industria: "Fue un sueño hecho realidad actuar con él, es una persona inspiradora, que está constantemente haciendo que las cosas sucedan, es alguien perseverante y eso lo valoro mucho, porque rodearse de gente que te inspira es fundamental".
Por tratarse de una serie en la que los personajes negocian, traicionan y acarrean una moral dudosa en algunas circunstancias, Corddry asegura que esos roles de frenemy (a saber: amigos enemigos) que invaden el mundo de Ballers están en las antípodas de los vínculos que se generan en el set. "Yo no soy la clase de actor que se queda en personaje cuando concluyen las escenas, nadie del elenco se maneja de ese modo, tenemos una relación excelente, jamás hubo problemas ni roces, y estamos hablando de muchas personas completamente diferentes a las que proyectamos en pantalla. Un ejemplo muy claro de esto es lo que sucede con London Brown, que es lo opuesto al personaje de Reggie: es un hombre introspectivo, tranquilo, con quien se puede entablar conversaciones profundas, siento que a lo largo del tiempo fui aprendiendo a convivir con cada uno de ellos", se sincera el actor.
El riesgo de concebir una serie "de nicho"
Así como en la mencionada Entourage el mundo de la actuación se ponía bajo la lupa con alto nivel de detalle - el actor como sinónimo de fama y riqueza y no tanto como figura que explora los pormenores del arte -, en Ballers los entretelones del fútbol americano también son abordados con precisión extrema, una decisión arriesgada si se intenta seducir a una audiencia masiva. En este sentido, Corddry está convencido de que la serie es mucho menos microscópica de lo que aparenta: "Es un programa que invita al debate incluso si no sos fanático del deporte que enfoca porque su objetivo es más amplio, estamos lidiando con personas que quieren ser exitosas a toda costa, absolutamente todos los personajes intentan llegar cada vez más lejos, y quienes perdieron notoriedad están buscando recuperarla", explica el actor y añade que ese deseo de superación nos es intrínseco a todos: "Cualquier persona se puede relacionar con ese anhelo, si bien elegimos un deporte muy americano con sus evidentes idiosincrasias, la perspectiva es mucho más global".
Es un sueño hecho realidad actuar con Dwayne, es una persona inspiradora que está constantemente haciendo que las cosas sucedan
Durante toda la entrevista, Corddry arroja el adjetivo "divertido" cada vez que se refiere al encanto de Ballers, destacando las posibilidades que le dio como actor de explorar su rango. "Recuerdo una escena de la primera temporada en la que filmamos durante tres días una fiesta en un yate, me dieron muchísimo material, creo que ése fue el momento en el que capté la esencia de Joe. De allí en adelante se fue poniendo cada vez más divertido el proceso", subraya, para luego añadir que trabajar a la par de actores como Richard Schiff y Steve Guttenberg fue la frutilla del postre. "Los respeto desde hace tanto tiempo que estar con ellos en el set fue simplemente un honor".
El humor como salvación
Corddry sitúa la génesis de su amor por la comedia en su infancia en Weymouth, Massachusetts. Según el actor, crecer en un lugar tan frío lo motivó a desarrollar un sentido del humor muy particular: "La gente que me rodeaba era muy sarcástica y yo adopté eso junto a mi hermano Nate, de hecho ahora estamos creando juntos un programa cómico que hereda esa tradición", adelantó. Entonces, ¿cuánto le cambió la vida Ballers? El humorista es muy claro: "Definitivamente la gente me reconoce mucho más ahora, e incluso personas inesperadas, como mujeres grandes, senadores de Massachusetts, fanáticos impensados del programa, lo cual me parece genial".
Así como crecer en Weymouth lo volcó indefectiblemente a la búsqueda de la risa, Corddry destaca a sus máximos referentes en un género complejo. "Es difícil elegir, me ponés entre la espada y la pared", bromea el actor, para luego espetar sus colegas favoritos: "Louis C.K., Patton Oswalt, todo lo que haga Judd Apatow , Seth Rogen, Craig Robinson y muchos amigos con los que he trabajado todo este tiempo".
¿Dónde verla? La tercera temporada de Ballers se emite todos los domingos, a las 23, por HBO.