De westerns a melodramas, géneros con una vuelta de tuerca

Verdaderamente triste

Damon Lindelof, después de aspirar al cielo televisivo con Lost y quemar sus metafóricas alas de cera en ese aún imperdonable final, decidió que para su próximo proyecto contaría una historia sin respuestas. Y las tres temporadas de The Leftovers -suerte de Six Feet Under sin Dios- son precisamente eso: un puñado de personas haciéndose las preguntas más complejas, llegando a conclusiones provisorias y teniendo que borrarlas de un plumazo cuando la vida le responde interrogantes distintos a los que se planteó. Con apenas el inicio tomado de una novela de Tom Perrotta (el 2% de la población mundial desaparece en un instante y sin explicación), esta ficción, propensa al arrojo en sus recursos narrativos, se centra en los modos en los que los sobrevivientes intentan reconstruir el tejido de su vida, dañado irreversiblemente, pero aún vivo. La actuación descomunal de Carrie Coon (Fargo) como una mujer que pierde a su familia y encuentra otra en su búsqueda de respuestas ya vale el alto precio emocional de este viaje.

The Leftovers: por HBO Go

Detective provinciana

Una ex publicista top de Londres decide mudarse a un ínfimo pueblito de postal, Carsley. Una vez allí comienza otra batalla que no parece tener final a la vista: su obsesión por volverse "local" y que los melindrosos habitantes dejen de considerarla como un adorno exótico (y muy chismoso) para sus lujosas mansiones. Su mejor arma es su capacidad de hacer lucir bien a sus clientes, desesperados por opacar a sus vecinos. Y su golpe de suerte ocurre cuando resuelve un homicidio que la tenía como principal sospechosa. Que la escena del crimen haya sido un torneo de preparación de quiches puede dar cuenta del tono más liviano que el mejor macaron al que aspira, y por momentos logra esta ficción. Y si la combinación de pulsiones reales encarnadas en personajes dignos de Wodehouse logra ser verosímil es a causa de Ashley Jensen, que como en Extras y Ugly Betty sabe sugerir tras la aparente frivolidad un anclaje lo suficientemente profundo como para proponer que hay un verdadero ser humano allí, pugnando por madurar.

Agatha Raisin: los lunes, a las 21, por Film&Arts. También en Cablevisión Flow

Futuro presente

Para los amantes de la ciencia ficción dura -aquellos interesados en los detalles científicos y no tanto en las grandes preguntas imaginativas-, esta serie tiene todos los ingredientes necesarios. Dentro de dos siglos, los seres humanos habrán colonizado el sistema solar: las Naciones Unidas -encabezadas por Shoreh Aghdashloo- gobiernan la Tierra y la Luna, pero Marte es independiente y belicoso. El cinturón de asteroides, valioso por contener agua y minerales, es un polvorín a causa de la opresión a sus habitantes. Siendo la naturaleza humana lo que es, la expansión dista de ser pacífica: reproduce las tensiones y los dilemas de nuestra época a una escala galáctica. Su núcleo, de todas formas, es tanto un relato de aventura (un grupo de tripulantes de un carguero recibe un pedido de ayuda de una nave misteriosa) como un policial (un detective renegado de los asteroides, interpretado por Thomas Jane, debe encontrar a la hija de un millonario). Sus diez episodios, en los que veremos que ambas tramas son una misma, se devoran con facilidad antes del arribo de su segunda temporada, el 8 de septiembre.

The Expanse: por Netflix

Western con sorpresas

No sólo de Orphan Black vive la producción televisiva canadiense. Esta producción original de Syfy -que tiene en el streaming un escaparate bastante más cuidado- tiene muchas virtudes compartidas con otras ficciones del Vecino del Norte, como la tendencia a no tomarse en serio y a mezclar géneros hasta lograr una fórmula novedosa. Aquí la originalidad está en el punto de vista: este es un western feminista con mucho humor y un gran elenco de desconocidos. La leyenda del alguacil Wyatt Earp (aquel de Tombstone e incontables westerns) es convertida aquí en alegoría sobrenatural. Wynonna Earp (Melanie Scrofano), como sus predecesores, sufre una maldición: debe liquidar a los demonios que en vidas previas fueron criminales, que reviven cada vez que el Heredero muere. Altamente recomendable y no sólo para quienes hayan disfrutado de Buffy, Firefly y Jessica Jones. Ya tiene dos temporadas adicionales confirmadas.

Wynonna Earp: por Netflix