100 días para enamorarse: Antonia le confesó a Diego que Juani es su hija

Luego de haber descubierto a Gastón ( Juan Minujín ) en una situación más que comprometida con Magdalena, una exclienta (Silvina Escudero), Laura ( Carla Peterson ) comienza a dudar sobre el acuerdo al que arribó con su marido, que establece que se mantendrán separados durante 100 días para "darse un tiempo".

Cuando vuelven a verse al otro día en el despacho de un juez, él intenta explicarle lo sucedido, pero ella le pregunta si cree que es tonta y que luego de haber visto lo que vio, no necesita subtítulos.En la reunión con el magistrado, intentan ponerse de acuerdo con respecto al caso que están siguiendo, pero Laura está totalmente desconcentrada.

Luego del encuentro, Laura comienza a reprocharle a su marido la rapidez con la que concretó su primer encuentro con una mujer, tras la separación.

Leo (Joaquín Berthold), el secretario del juzgado le cuenta que le apareció en una aplicación de citas. Ella le cuenta que sí es ella, pero que fue su hermano quien le sacó un usuario, y que ella no sabe cómo darse de baja. Horas después, la llama para coordinar una cita, y Antonia ( Nancy Dupláa ) la convence de que acepte. A su vez, Diego ( Luciano Castro ) vuelve a comunicarse con Antonia y le propone volver a encontrarse.

A pesar de que Laura no está convencida, las dos van a la peluquería y a comprar ropa para estar listas para sus encuentros.

Un flashback muestra el momento en el que, luego de hacerse un test, una muy joven Antonia descubre que está embarazada de Juani (Maite Lanata). En el presente, ella intenta averiguar si a su hija le gusta alguna chica, pero la adolescente es muy reservada y no quiere hablar sobre eso. En realidad, a Juani sí le gusta una chica, Emma (Malena Narvay), pero es la novia de Tomás (Gerónimo Bosia Giocondo), el matón del colegio.

Antonia, en tanto, sigue separada de Coco ( Pablo Rago ), pero él sigue viviendo en la casa de ambos. Los apremios económicos de la familia se agravan desde que ella abandonó su trabajo en la inmobiliaria luego de haber sido acosada por su jefe (Santiago Ríos).

Aunque él le aclara que no ocurrió nada con la chica con la que ella lo descubrió hablando, ella le dice que ese no es el problema principal por el que decidió separarse sino la infelicidad con la que están obligados a lidiar. La conversación es interrumpida por Lito ( Osvaldo Laport ), el padre de Laura, que aparece en la casa sin previo aviso e intenta inmiscuirse en lo que ocurre entre ellos. Allí se entera de lo que le pasó a su hija en el trabajo y convence a Coco de que vaya a encarar al ex jefe de Antonia.

Durante el encuentro con el hombre, le cuenta que dos clientes encontraron a Antonia a punto de tener sexo con un hombre "grandote" en uno de los departamentos que debía mostrar.

Paul ( Ludovico Di Santo ) acompañó a sus sobrinos Rodrigo (Franco Rizzaro) y Santiago (Jeremías Batto Collini) al colegio y allí se encuentra con Fidel ( Michel Noher ), el profesor de literatura del mayor de ellos, a quien conoce desde hace un tiempo. Primero conversan sobre los chicos y sobre el trabajo, pero los interrumpe la exmujer del docente, pidiéndole si se puede quedar esa noche con la hija de ambos.

Javier ( Juan Gil Navarro ) finalmente es dado de alta, pero su secreto sigue peligrando... Aunque Diego lo ayudó a trasladarse junto a Inés ( Jorgelina Aruzzi ), su otra esposa, Florencia ( Manuela Pal ), desde San Antonio de Areco, insiste con mudarse junto a su hijo, Nico (Tomás Ottaviano) a vivir a Buenos Aires.

Horas más tarde, Florencia llama a Inés, con la que se encontró el día anterior en la clínica sin saber que son esposas del mismo hombre. En ese momento, la abogada le dio su teléfono luego de le contara en una conversación casual que quería mudarse a Buenos Aires y necesitaba encontrarle un colegio a Nicolás. Javier, que en ese momento está a su lado, siente, una vez más, que su secreto está a punto de develarse.

Paul y Antonia deciden hacer lo posible por quedarse con los clientes con los que trabajaban en la inmobiliaria para seguir trabajando en el rubro.

Cuando Gastón está yendo a buscar a Rodrigo al colegio, casi atropella a Soledad (Lola Morán), la chica de la que su hijo está enamorado, y termina llevándola en su auto hasta el gimnasio en el que trabaja. Ella le miente y le cuenta que tiene 24 años.

Laura finalmente se encuentra con Leo, y a pesar de la buena onda del muchacho, ella no puede ocultar sus nervios y en la cena se la pasa hablando sobre su ex. Cuando todo parece haberse encaminado, ella recibe un llamado de Santiago, su hijo menor, y vuelve a sentirse incómoda. A pesar de que la pasó bien, termina diciéndole a su colega que no quiere mezclar el trabajo con el placer. Él le replica que mezclar no siempre está mal y se ofrece a ayudarla en el caso que se tramita en su juzgado.

Mientras tanto, Gastón intenta lidiar con las labores escolares de sus hijos y los quehaceres domésticos, pero no lo logra. Por eso, decide pedirle una mano a su suegra Beatriz (Marita Ballesteros).

Antonia, a su vez, se encuentra con Diego, que le explica que se quedó mal con lo que le ocurrió en el trabajo y le ofrece ayudarla, pero ella no acepta. "Preferiría que lo que pasó no vuelva a pasar y te quería aclarar que mi separación, justo cuando vos volviste, fue una casualidad. Vos sos parte de mi pasado", le dice. Y aunque ella le dice que no hay nada entre ellos, terminan besándose de nuevo.

Luego, intentan charlar sobre lo que pasó hace 15 años, cuando él la abandonó. "Me moría de amor por vos y me moría de miedo, por eso aproveché la excusa del accidente de mi viejo y me fui a Chile", le cuenta él. En ese momento, ella le confiesa que Juani es su hija.

"Estaba tan enojada con vos que no te dije nada", intenta explicarle, pero él le pide sentido común y le pide que no se vaya, Ella, sin dudarlo, decide irse, de todos modos.

Al llegar a su casa, se encuentra con que Coco sigue allí, a pesar de que le pidió varias veces que se fuera. Él le revela que se dio cuenta, haciendo cuentas, que Diego es el padre de Juani, y ella se lo confirma.

Cuando Laura llega a su casa se encuentra con que la casa es un desastre y, por si fuera poco, con que su madre se encuentra allí. Después de pedirle a Gastón hablar con él a solas, le cuenta que tiene pruebas para recusar al juez. Felices, se besan, pero terminan arrepintiéndose.

Al día siguiente, cuando Antonia lleva a Juani al colegio, ve a lo lejos a Diego, observándolas.