Las Estrellas: las hermanas toman una importante decisión que afecta a su futuro

La propuesta de Morini, un misterioso arquitecto, de comprarles el hotel por 10 millones de dólares pone en pie de guerra a las hermanas. Mientras Virginia ( Celeste Cid ) y Lucía ( Marcela Kloosterboer ) están dispuestas a aceptar la oferta, Flor ( Violeta Urtizberea ) y Carla ( Natalie Pérez ) no quieren deshacerse del hotel.

Frente a esta situación, For decide llevar adelante una serie de modificaciones para que el hotel se vuelva más rentable. Una de las medidas es que el desayuno ya no será a la carta, otra es que las hermanas deben abandonar las habitaciones que están ocupando y la tercera es contratar a la flota de autos de su amigo Enrique.

Carla, a su vez, comienza a investigar al arquitecto. Por eso, convence a Lucía de que la acompañe a corroborar que un proyecto inmobiliario que Morini promocionaba en 2015 en las redes sociales realmente exista. Al llegar al lugar, descubren que la obra fue clausurada y por eso deciden consultarle a los vecinos.

El problema es que Carla se entretiene comiendo choripanes y jugando al metegol con un grupo de muchachos y es entonces cuando Lucía estalla. Al llegar al hotel, encuentran a Trini (Macarena Paz) entregando en la calle folletos con descuento, otra de las iniciativas de Flor.

Javo ( Esteban Lamothe ), en tanto, le propone matrimonio a Virginia, pero la reacción de la mayor de las hermanas no es la que ella esperaba: le pide un tiempo para pensarlo. Horas después, le confiesa a Florencia que no está segura de querer casarse y pasar la vida "pegada" a alguien.

Miranda ( Justina Bustos ), que decidió volver a estudiar, se encuentra en la facultad con Rodrigo Alcántara (Edgardo Moreira), el padre de Federico ( Nicolás Francella ). El magistrado se disculpa por haberle aconsejado que dejara a su hijo, y le agradece que desde el momento en el que están de nuevo juntos, a Fede se lo ve feliz.

Mariano ( Luciano Castro ) sigue buscando una casa para mudarse. Junto a Lucho ( Pedro Alfonso ) van a visitar una mansión enorme, con ocho baños, dos alas y un parque gigante. A pesar de su primo intenta convencerlo de que es demasiado, el remisero está muy entusiasmado.

Finalmente, Flor logra su cometido de convencer a las demás hermanas de desestimar la oferta y quedarse con el hotel.