Una decena de músicos homenajearon a Luis Alberto Spinetta en el Konex

Machi Rufino llega al clímax de la melodía de "Durazno sangrando", esa suerte de explosión tántrica que asciende en un espiral que parece próximo a romperse en cualquier nota. Y entonces, debajo del escenario del Konex, los aplausos se multiplican. Es uno de los momentos más logrados de la cuarta edición de El Marcapiel, el encuentro homenaje a Luis Alberto Spinetta que dirige Javier Malosetti, y el público lo reconoce como tal. En un repertorio de más de veinte canciones, con lecturas que privilegian más el respeto formal que la búsqueda de experimentación sobre ese canon al que pocos se animan a subvertir, la mímesis alimenta la nostalgia, y cuanto más cerca del preciosismo spinetteano, cuanto más palpable la referencia a esos gestos de un artista único, más unánime la reacción.

De Emilio del Guercio y Rodolfo García a Leo Sujatovich, y de Fabiana Cantilo a Los Tipitos. La selección de músicos contempló a varios excompañeros de ruta de Spinetta a otros que no compartieron espacio con él pero sí se han declarado admiradores de su obra. En todos los casos, la celebración del legado se mantuvo como constante y cada uno tomó las riendas de temas que más se asemejaran a sus propias estéticas.

Así, Baltazar Comotto se hizo cargo de "Yo miro tu amor", ese magma eléctrico de Para los árboles, y acto seguido Celsa Mel Gowland cabalgó el ritmo quebradizo de "No seas fanática" con agudos bien precisos. Al terminar, su pedido "por más mujeres en los escenarios argentinos" redondeó la proclama del Día del Músicx: recordar a Spinetta pero también sostener la lucha por la divulgación y las fuentes de trabajo.

Zapada mediante, "Cementerio Club", en versión cuarteto con Malosetti en voz y guitarra, Juan Del Barrio en teclados, Dhani Ferrón en bajo y Rodolfo García en batería, fue el primer clásico de una noche que no abundó en clichés y rescató varias canciones poco exploradas de Spinetta.

Para la segunda mitad, Fabiana Cantilo le consolidó el sello noventoso a "Jardín de gente" (Los Socios del Desierto, 1997) y acentuó la chispa melódica de "Cuando el arte ataque" (que Spinetta compusiera con Fito Páez para La La La). Acto seguido, "Nunca me oíste en tiempo" volvió a poner bien al frente el costado jazzero del Flaco.

Además de las canciones, los músicos que formaron parte de la grabación de Los Amigo (álbum póstumo de Spinetta) recibieron la placa que certificaba que se convirtió en disco de oro. También hubo tiempo para difundir el trabajo de la organización "Conduciendo a Conciencia", que el propio músico apoyó en vida, y hasta se escuchó a Spinetta desde los parlantes cuando se le dio play a "Ya no mires atrás", la canción que da nombre al reciente trabajo con material inédito del ex Almendra.

"Todas las hojas son del viento", por Los Tipitos y el final con todos los músicos sobre el escenario, León Gieco incluido, para "Rutas argentinas" redondearon los momentos de mayor efervescencia en una noche en la que primó la contemplación de una obra que no deja de sorprender, incluso cuando no se intenta echar nuevas luces sobre ella.