Ante el avance de China, dos influyentes senadores de Washington ponen el acento en la seguridad

WASHINGTON.- El proyecto de ley tiene ocho páginas, y se llama “Estrategia de Seguridad para el Hemisferio Occidental 2022″. Fue presentado por los dos senadores que lideran el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, el demócrata Bob Menéndez, y el republicano Marco Rubio, dos “halcones” de ascendencia cubana con mucha influencia en el Capitolio. El objetivo: pedirle al Pentágono y al Departamento de Estado que presenten a más tarde en seis meses una “estrategia plurianual” para “mejorar el compromiso diplomático y la asistencia y cooperación en materia de seguridad, promover la seguridad y la estabilidad regionales y promover los intereses estratégicos de los Estados Unidos en el Hemisferio Occidental”.

Mientras China avanza en América Latina ampliando los lazos comerciales y desplegando multimillonarias inversiones en infraestructura, Washington responde con proyectos de ley en el Congreso que ponen el acento en la preocupación que reina en la capital norteamericana por la seguridad regional.

“No hay mayor amenaza en nuestra región que la creciente intromisión de Rusia y China en América Latina y el Caribe”, dijo Rubio en un comunicado.

El proyecto de ley que presentaron Rubio y Menéndez llegó luego de que la Argentina se sumara a la Franja y la Ruta, el ambicioso proyecto geopolítico de Pekín que tiene como componente estelar la inversión en infraestructura, un área donde Estados Unidos no puede –y tampoco muestra intenciones claras de hacerlo– competir con los recursos de Pekín.

La creciente influencia de Rusia y China en América Latina genera una fuerte preocupación en Washington, donde, sin embargo, la región continúa muy relegada en la agenda política, y las iniciativas suelen girar alrededor de la seguridad y la estabilidad regional, el eje central plasmado, de hecho, en el proyecto que presentaron Menéndez y Rubio.

Rubio, una de las figuras presidenciables del Partido Republicano, dijo que Estados Unidos debe ser un “socio” para los países afines de la región, y el proyecto que presentaron junto a Menéndez aspira a “fomentar y mejorar nuestra cooperación de seguridad con las democracias” de la región. Rubio y Menéndez son férreos críticos de los regímenes en Cuba, Venezuela y Nicaragua, y ambos han mostrado una postura dura hacia Moscú y Pekín, en sintonía con la mirada que predomina en Washington.

“Las democracias del hemisferio occidental tenemos aguante y estamos unidas para enfrentar a los retos de seguridad producidos por el impacto desestabilizador de las dictaduras y la influencia maligna de países extranjeros. Es de suma importancia que Estados Unidos sea estratégico y proactivo en fortalecer nuestras asociaciones de seguridad con las democracias de América Latina”, remarcó el senador Menéndez, según un comunicado.

El proyecto de ley de ambos senadores dice que la estrategia oficial debe incluir una propuesta para ampliar la asistencia y cooperación en seguridad, además de “actividades para construir la capacidad de defensa y seguridad de los países socios de América Latina y el Caribe”. Una de las áreas en las que pone el acento es el tráfico ilícito de drogas y armas.

La iniciativa dice también que Estados Unidos debe mantener “capacidades de seguridad creíbles” abocadas a la región para respaldar la entrega de ayuda humanitaria, y responder, de ser necesario, “a amenazas regionales y amenazas a la seguridad nacional de Estados Unidos”.

“El Departamento de Estado y el Departamento de Defensa deben continuar comprometiendo activos adicionales y aumentar las inversiones en el Hemisferio Occidental para mantener sólidas asociaciones de seguridad de Estados Unidos con países del Hemisferio Occidental”, señala la letra del proyecto de ley.