El error que cometen los pasajeros al bajar del avión y que las azafatas odian: “También somos personas”
Los miembros de la tripulación no soportan algo que los viajeros suelen hacer al subir, pero especialmente al bajar de un vuelo
- 3 minutos de lectura'
Un grupo de azafatas reveló qué es lo que más les molesta de su trabajo y que tiene que ver con los pasajeros de un avión.
Consultadas por un medio británico, consideraron, entre otras cosas, que ellas “también son personas” y que deberían ser tratados como tal, algo que no siempre sucede. Más bien todo lo contrario, por lo que suele ser el mayor error que cometen los viajeros, según sus consideraciones.
Una azafata, que no quiso decir su nombre para salvaguardar su identidad, manifestó que para ella su mayor molestia al trabajar es que los pasajeros no se despiden de la tripulación ni dan las gracias al salir de la cabina, según declaraciones citadas por The Sun.
“Sin reconocernos ni mirarnos a los ojos, sin decir por favor y gracias. Nosotros también somos personas. Por favor, trátennos con respeto”, manifestó.
Por otro lado, un aeromozo secundó la moción y se mostró totalmente de acuerdo con su compañera: “Agradecen al piloto mientras desembarcan, pero a mí me ignoran o ni siquiera me miran, qué insulto. Él (el piloto) no te sirvió en las últimas horas...”, complementó.
Y es que para ellos sería una gran ofensa la falta de reconocimiento en su labor. De acuerdo con Caroline Skahn, una mujer que ha trabajado como asistente de vuelo durante cinco años para American Airlines, es de mala educación ignorar a los azafatos al subir a un avión.
“Solo somos humanos, pero si los asistentes de vuelo pueden dar los buenos días a más de 200 personas seguidas (que suben al avión), creo que los pasajeros también deberían poder decirlo al menos una vez”, puntualizó.
Skahn añadió que mientras ellos se esfuerzan en tratar bien a los viajeros durante su estadía en la aeronave, no hay ni un “gracias” como respuesta. “Te sorprendería la cantidad de personas que suben a bordo y ni siquiera hacen contacto visual con nosotros, pero aun así intentarán entregarnos su basura sin decir una palabra”.
Cuando una azafata ignora al pasajeros
Esta posibilidad también existe, pero no ocurre por mala educación, sino por una razón bien diferente e incluso lleva su propio nombre: Deadheading.
Esto significa que esa persona, miembro de la tripulación y con su uniforme puesto, no tiene que realizar ninguna actividad laboral porque está fuera de su horario asignado. Dicha situación es muy común cuando el personal viaja en un avión con el objetivo de llegar al aeropuerto para otro vuelo o para arribar a su base de operaciones, así que no tienen que cumplir ninguna petición de los pasajeros.
“A menudo, todavía estamos en nuestros uniformes, pero no estamos de servicio. Esto vuelve locas a algunas personas. Si ves a una azafata leyendo una revista y tomando un trago o durmiendo una siesta, no está siendo perezosa, solo no está sirviendo”, añadió Betty Thesky, quien escribe sobre sus experiencias como azafata en su programa Betty in the sky with a suitcase.
Aunque, hay que aclarar que a pesar de no estar en su hora de trabajo, sí están obligados a ayudar en caso de una emergencia a bordo.
Otras noticias de Estados Unidos
"Ideal para quien hace trabajo remoto". Estas son las ciudades de Estados Unidos que pagan hasta US$15.000 por mudarse allí
“Voy a entrar a tu casa”. Matías Garfunkel quedó detenido en Estados Unidos tras violar la perimetral que le prohibía acercarse a Victoria Vanucci
"Terminan vendiendo las casas". El lado oscuro de "Extreme makeover": la verdad detrás del programa que dejó a familias endeudadas
Más leídas de Estados Unidos
Insólito. Mike Tyson contra las cuerdas: demandado por más de US$1,5 millones por presunta violación de contrato vs. Jake Paul
Cuánto ganó. Jugador de Mega Millions en Florida pierde por poco el premio mayor de US$619 millones, pero igual será rico
Uno a uno. Con Newsom fuera de juego: estos son los seis candidatos que buscan gobernar California
La historia. Día de la Virgen de Guadalupe: el atentado y el hundimiento de la Basílica que no dañaron la imagen sagrada