La fruta que hidrata tanto como el agua: cómo se debe consumir y sus beneficios ocultos
Este alimento es ideal para consumir agua de una forma más sabrosa y, de paso, sumar nutrientes esenciales; qué propiedades la hacen indispensable para disfrutar de un bienestar integral
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Cuando se piensa en hidratación, el agua es la primera opción que viene a la mente. Sin embargo, existen otras formas de mantenerse hidratado de manera efectiva y, en algunos casos, más sabrosas. A través de ciertos alimentos y bebidas, se puede complementar la ingesta de líquidos sin necesidad de depender exclusivamente del agua pura.
Mantenerse bien hidratado es fundamental para el correcto funcionamiento del organismo. El agua participa en funciones esenciales como la regulación de la temperatura corporal, la eliminación de toxinas, la digestión y la lubricación de las articulaciones. Incluso una deshidratación leve puede afectar el rendimiento físico y mental, al generar fatiga, dolor de cabeza y dificultades en la concentración.
Si bien las recomendaciones sobre el consumo de agua pueden variar según la edad, el clima y el nivel de actividad física, en términos generales, la Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere una ingesta de entre 2 y 3 litros de agua al día para un adulto promedio.

Las infusiones, caldos, sopas y jugos naturales son algunas alternativas, pero una fuente aún más accesible y nutritiva son los alimentos con alto contenido de agua. En particular, las frutas destacan como una opción saludable y refrescante, ya que además de aportar líquidos, ofrecen vitaminas, minerales y fibra.
Una fruta hidratante por excelencia
Entre todas las frutas, hay una que se distingue por su gran capacidad de hidratación: la sandía. Con un 92% de agua en su composición, esta fruta no solo ayuda a reponer líquidos de manera natural, sino que también refresca y aporta nutrientes esenciales.
Para quienes deseen medir su ingesta de líquidos a través de los alimentos, se estima que aproximadamente 300 gramos de sandía aportan la misma cantidad de agua que un vaso de 250 ml.
Pero la sandía no solo destaca por su contenido de agua. También es una excelente fuente de potasio, un mineral fundamental para el organismo. Su función es clave en la regulación de la presión arterial, la contracción muscular y la transmisión de impulsos nerviosos. Por eso, incluir alimentos ricos en potasio, como la sandía, ayuda a prevenir calambres musculares y a mantener el equilibrio de líquidos en el cuerpo.

El valor nutricional de la sandía muestra que es un alimento clave en la salud general, según indica el medio especializado Healthline. Su contenido de licopeno, un antioxidante natural, contribuye a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Además, su combinación de fibra y agua favorece la digestión, lo que ayuda a prevenir el estreñimiento.
Por otro lado, la vitamina C presente estimula la producción de colágeno. Así, beneficia la salud de la piel y contribuye a una mejor apariencia. Para quienes realizan actividad física, esta fruta también es una gran opción para la recuperación muscular, ya que su alto contenido de agua y electrolitos ayuda a reponer los líquidos perdidos durante el ejercicio.
Si bien la sandía es segura para la mayoría de las personas, su consumo en exceso podría generar molestias digestivas en quienes tienen un intestino sensible, debido a su contenido de fructosa y fibra. Además, las personas con problemas renales deben moderar su ingesta de potasio. A la vez, quienes quieran mejorar su hidratación pero no están seguros de cuánta agua necesitan en función de su estilo de vida, es recomendable acudir a un nutricionista.
Algunos secretos sobre la sandía
Por su sabor refrescante y su alto contenido de agua, la sandía es una fruta ideal para el verano ya que su temporada va de diciembre a marzo. Por eso, aprovechar su disponibilidad en estos meses garantiza un mejor sabor y frescura.
Y para disfrutarla en su mejor estado, la mejor opción es comprarla entera y cortarla en casa, ya que cuando se adquiere cortada, es más difícil asegurarse de la higiene y trazabilidad del producto.
Para quienes les gusta elegir la fruta que van a consumir, seleccionar una sandía madura y dulce no es complicado si se tienen en cuenta algunos trucos: debe tener una mancha amarilla en su base, lo que indica que maduró en contacto con el suelo; al golpearla suavemente, debe sonar hueca, señal de que tiene la textura adecuada; y su cáscara debe ser firme y sin golpes o cortes, lo que garantiza su frescura.
Una vez con la sandía en casa y ya cortada, debe mantenerse en la heladera, preferentemente envuelta en film o en un recipiente hermético. Se recomienda consumirla dentro de tres a cinco días para evitar que pierda frescura.

Otras frutas con alto contenido de agua
Si bien la sandía es una de las mejores opciones para mantenerse hidratado, no es la única fruta con un alto porcentaje de agua. Estas son algunas alternativas igualmente refrescantes, según The Ohio State University:
- Pepino: 96% agua
- Tomate: 94% agua
- Pomelo: 92% agua
- Melón: 90% agua
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