El imponente palacete porteño que se vende por US$ 1 millón y fue diseñado por el arquitecto del Tortoni
Ubicado en el barrio de Balvanera, perteneció a una familia aristocrática; está protegido por la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos
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Un majestuoso palacete ubicado en el barrio porteño de Balvanera que se vende por un millón de dólares llamó la atención de los usuarios de las redes sociales, luego de que fueran publicadas imágenes de su imponente interior. La propiedad emplazada en Avenida Belgrano al 2800 tiene 121 años de historia y 839 metros cuadrados en total.
Vanesa Bell, una exlondinense instalada en Buenos Aires desde 2010 que ofrece tours temáticos a turistas, fue la autora del posteo que se viralizó en Twitter. “Es una obra del ilustre arquitecto noruego argentino Alejandro Christophersen, famoso por diseñar el Palacio Anchorena y la fachada del Café Tortoni, entre otros edificios destacados”, detalló.
En sus 809 metros cuadrados cubiertos, el espectacular inmueble cuenta con nueve habitaciones y tres baños, además de dos depósitos y un patio, según figura en la página de la inmobiliaria que está a cargo de la venta.
“Es una casa de 1900, era de una familia aristocrática. Originalmente estaba en las afueras de la ciudad, que después le terminó pasando por arriba. En ese tiempo, los dueños eran dueños de toda la manzana”, explicaron desde Remax a LA NACIÓN.
Los anteriores propietarios fueron la familia Braceras Azaedo. “No quedan muchas casas como estas en la ciudad y está catalogada como monumento histórico, por eso cuesta venderla”, agregó la misma fuente sobre el “incalculable valor arquitectónico, histórico y cultural” del lugar.
Según la publicación, el estado de conservación del inmueble de dos plantas es excelente: se mantiene intacta su lujosa estructura original con boiserie, frescos en los techos, pisos de mármol, vitrales y esculturas. En la planta baja se distribuyen el hall, una oficina, el comedor, la sala de reuniones, la biblioteca, la despensa, la cocina, un baño y un dormitorio. En tanto, en la planta superior a la que se accede por un ascensor están el resto de las habitaciones -que funcionan como oficinas-, otro hall y dos baños.
De acuerdo con la fuente consultada, el precio de venta fue acordado entre la familia propietaria y la inmobiliaria, a falta de un rango comparativo con el cual fijar su valor, por tratarse de una construcción protegida por la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos.
“No me parece tan caro”, comentó un usuario en respuesta al tuit viral, quien consideró la oferta una “oportunidad” para quienes tengan los recursos. Bell acordó: “Me parece una ganga. En Londres por esa plata un dos ambientes pedorro en zona tres (con suerte)”.
LA NACION