Iniciativa. Más alimentos y menos productos: por una dieta de calidad
Como contraparte a la famosa semana de la dulzura, que desde 1989 promueve el consumo de golosinas, diferentes entidades están alertando sobre los riesgos de consumir alimentos altos en azúcar. El propósito de generar conciencia sobre una alimentación más saludable.
La idea surgió el año pasado. Fue durante la última semana de las vacaciones de invierno, pensando en esos días en que la mayoría tiene más tiempo de cocinar, informarse y reeducar el paladar en familia. Un año después, nos sorprendió la pandemia y su aislamiento, de la mano del sedentarismo, el hambre emocional y el desorden alimenticio.
Con este contexto especial, nutricionistas, dietéticas y empresas de alimentos impulsan el consumo de alimentos mínimamente procesados y moderados en azúcar. "Ante el confinamiento nos encontramos invirtiendo más tiempo en la cocina, haciendo preparaciones caseras. De a poco, sobre todo este último tiempo, se tomó más conciencia al momento de hacer las elecciones. Preferimos más alimentos y menos productos. Estas elecciones además de ser beneficiosas para la salud influyen de forma positiva en la economía familiar. Hacemos partícipes a los chicos en la cocina y nos animamos a preparar golosinas saludables", explica la Lic. en Nutrición Romina Lucarelli (MN 8525).
Para la cocinera Narda Lepes, bajar el consumo de azúcar es fundamental. "Tenemos que bajar nuestro consumo de azúcar, la que vemos y la que no vemos. Y sobre todo, los niños no deberían consumir jarabe de maíz de alta fructosa, que es el peor tipo de azúcar. No digo dejar, no es nunca nada, pero bajar la cantidad, todos", resume.
Es que, según estudios recientes, en Argentina consumimos 114 gramos de azúcar diarios por habitante, es decir, cuatro veces la cantidad recomendada por la Organización Mundial de la Salud (que va entre 25 y 50 gramos). Este exceso contribuye al crecimiento de la obesidad y las enfermedades crónicas no transmisibles (como la diabetes, el cáncer, las enfermedades cardiovasculares y enfermedades cerebrovasculares), que son la primera causa de muerte en el país.
En busca de nuevos hábitos
"Lo primero que debemos cambiar es la educación, que sepamos qué estamos consumiendo para poder elegir mejor y así impulsar hábitos de consumo de productos naturales y no procesados. Sin dudas, el Estado debería tener una política de rótulos más claros para que cualquier persona pueda leerlos, interpretarlos y poder decidir sobre qué consumir con más información. Muchas veces son confusos y las personas no terminan de entender que están consumiendo. Desde el lado de cada uno, tener una mejor organización y volver más a los productos más naturales, y a cocinarse y tratar de evitar los ultraprocesados y, si los consumimos, saber bien qué estamos consumiendo", sostiene, Sol Mac Mullen, Lic. en Nutrición (MN 7440).
Las tres especialistas coinciden en que el Estado cumple un rol fundamental, sobre todo en la regulación. "Disminuir el consumo de sal, azúcar y principalmente jugos y bebidas azucaradas y aumentar el consumo de agua son cambios importantes que podemos impulsar cada uno desde su casa", concluye la Lic. en Nutrición Debora Gaynor (MN 6824).
En www.semanadelanodulzura.com.ar hay información y consejos para grandes y chicos.
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