La mansión abandonada que perteneció a un rey, fue testigo de la historia y cayó en el olvido
Fue hogar de Faisal II, el último rey de Irak y uno de los lugares donde se definió la batalla fundamental de la Segunda Guerra Mundial
Una antigua mansión del Reino Unido que perteneció a un rey iraquí ha permanecido abandonada por casi siete décadas. Ahora, los amantes de la arquitectura y la historia la pueden visitar.
A pocos minutos del aeropuerto internacional de Heathrow, en las afueras de Londres, detrás de una enorme reja secundada por dos pilares de columnas, uno se puede abrir camino dentro de la mansión de Stanwell Place. Allí, en el condado de Surrey, se encuentran las ruinas de lo que alguna vez fue la residencia británica del rey iraquí Faisal II.
Una mansión, muchos personajes históricos
Se trata de una mansión que fue construida originalmente en el siglo XVII para la familia Gibbons y reconstruida en el siglo XX. En 1933, los Gibbons le vendieron la propiedad a sir John Watson Gibson, un renombrado ingeniero civil de la época recordado por sus represas y puertos en Inglaterra e Irlanda.
Dentro del predio de Stanwell Place, el general estadounidense Dwight Eisenhower y el primer ministro británico Winston Churchill se encontraron en dos ocasiones previo al Desembarco de Normandía, la batalla de la Segunda Guerra Mundial que permitió a las fuerzas aliadas liberar los territorios europeos bajo control de la Alemania nazi.
En 1947, la mansión y una enorme extensión de terreno fueron adquiridas por el rey Faisal II de Irak, quien por aquel entonces tenía 13 años. Se suponía que sería una base para el joven monarca mientras estudiaba en la cercana escuela Harrow.
El rey tuvo un final trágico. El 14 de julio de 1958 se ejecutó un golpe de estado militar liderado por el Coronel Abdul Karim Qasim y el rey Faisal II junto a toda su familia fueron asesinados. Esto dio pasó a la República Iraquí (1958-1968)
Tras el asesinato de Faisal II, la mansión de Stanwell Place quedó abandonada y fue parcialmente demolida en la década de 1960. En aquel momento se utilizó el predio para la extracción de grava, algo que, si bien era un recurso muy necesario para la construcción, produjo un fuerte enojó entre los lugareños y los protectores del patrimonio histórico-cultural.
Si bien no queda mucho de lo que fue la residencia del rey iraquí, los aficionados por la historia y la arquitectura pueden visitar el lugar. Allí se pueden ver los imponentes pilares que datan de finales del siglo XVII y, desde luego, recorrer los restos de la antigua y magnífica mansión.
Más leídas de Lifestyle
Es hoy. Las mejores frases para dedicar en Día del Padrino y la Madrina
En fotos. Todos los invitados a la fiesta de cumpleaños de Belén Ludueña
“La mayoría no me tenía fe”. A los 50 decidió apostarlo todo para hacer realidad su sueño: tener un negocio propio
En honor de tres escritores. Hoy se celebra el Día del Libro