Un destino poco explorado combina arena blanca, paisajes de ensueño y precios accesibles para quienes buscan un verano distinto
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Cada vez falta menos para el verano y, mientras muchas personas ya empiezan a imaginar sus vacaciones soñadas, surge inevitablemente la búsqueda de un destino donde descansar y disfrutar del calor. Aunque las playas de arena blanca y aguas tibias que aparecen en los folletos internacionales siguen siendo el ideal de miles, lo cierto es que no siempre están al alcance por el costo de los vuelos y la distancia. Aun así, existe una alternativa mucho más cercana de lo que muchos creen: rincones que replican ese paisaje de mar turquesa, arena suave y clima tropical sin necesidad de viajar tanto. Uno de esos destinos, ubicado en el nordeste de Brasil, viene ganando cada vez más atención por sus precios accesibles y sus escenarios que parecen sacados de una postal.
Se trata de Tamandaré, un destino que empieza a lograr protagonismo en el nordeste de Brasil gracias a su ubicación estratégica: se encuentra a solo 40 minutos de Antunes, Maragogi y Porto de Galinhas, tres de las playas más deseadas por quienes buscan mar cálido y arena blanca. Esa cercanía lo convierte en un punto ideal para quienes quieren recorrer la región sin largos traslados, pero también para quienes prefieren instalarse en un lugar más tranquilo y, desde allí, visitar los alrededores.

Según cuentan muchos viajeros que ya pasaron por este rincón brasileño, Tamandaré se destaca por sus playas paradisíacas, su naturaleza casi intacta y una atmósfera relajada que invita a desconectar por completo. Al no ser un destino tan masivo como otros de la zona, conserva ese encanto de “secreto bien guardado”, perfecto para descansar lejos del ruido y disfrutar de un paisaje donde el mar turquesa y la vegetación se mezclan en total armonía.

Ubicado en el estado de Pernambuco, este municipio pequeño pero encantador ofrece un escenario tropical que parece hecho a medida para una escapada perfecta. Sus arenas blancas, sus piscinas naturales de agua transparente y la variedad de actividades al aire libre —desde caminatas hasta paseos en embarcaciones locales— hacen que Tamandaré sea una parada obligada para quienes viajan por Porto de Galinhas o Maragogi, y buscan sumar un lugar igual de increíble, pero más sereno.
Qué hacer en Tamandaré
A continuación, algunas de las actividades más destacadas para realizar si se visita este destino:
Explorar sus playas paradisíacas

- Praia dos Carneiros: una de las más famosas de la región, con aguas cristalinas, piscinas naturales formadas por arrecifes y un entorno ideal para descansar o nadar.
- Praia de Tamandaré: playa céntrica perfecta para pasear por la costanera, disfrutar de bares y puestos de mariscos.
- Praia das Campas: tramo de arena con entorno natural tranquilo.
- Pontal do Lira: conocida por su artesanía local y vistas al mar.
- Playa Boca da Barra: ideal para quienes buscan un ambiente más relajado y natural.
Visitar lugares históricos y culturales

- Capela de São Benedito: la icónica iglesia del siglo XVIII a orillas del mar, emblema de Praia dos Carneiros.
- Forte de Santo Inácio de Tamandaré: fortificación histórica restaurada que ofrece vistas y recorrido cultural.
- Plaza Liberdade y Estrela do Mar: plazas donde conocer un poco más sobre la historia local.
- Igreja de São Pedro: iglesia tradicional del centro de la ciudad.
Actividades al aire libre y naturaleza
- Reserva Biológica de Saltinho: área protegida con senderos, fauna y flora del bosque atlántico.
- Exploración de manglares y estuarios: excursiones en bote o paseo para observar la biodiversidad de los manguezales cercanos.
- Paseos en catamarán: excursiones marítimas que recorren playas, bancos de arena y ofrecen paradas para nadar.
Actividades acuáticas y tours
- Snorkel y buceo: en zonas de aguas tranquilas con peces de colores.
- Tours a Praia dos Carneiros: excursiones organizadas desde Tamandaré o incluso desde Porto de Galinhas en catamarán o bote.
Como consejo adicional, Tamandaré también es una excelente base para conocer otras playas cercanas como las de Porto de Galinhas o Antunes, que quedan a poca distancia en auto o transfer.
En definitiva, Tamandaré aparece como uno de esos destinos que sorprenden: un rincón del nordeste brasileño donde el mar turquesa, la calma y la belleza natural se combinan para ofrecer una experiencia tropical accesible y cercana. Para quienes buscan descansar, desconectar y descubrir una playa que parece salida del Caribe sin irse demasiado lejos, este paraíso aún poco explorado se convierte en una opción perfecta para las próximas vacaciones.













