Una casa de diseño abierto para redescubrir La Feliz en clave contemporánea
Inmersa en el mítico Bosque Peralta Ramos, atrae por sus líneas arquitectónicas en contacto directo con la naturaleza.
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Así como hay un registro emotivo de las vacaciones en la Costa Atlántica, también hay un archivo de imágenes arquitectónicas: las casas de fachada de piedra, las señoriales, los departamentos para mil amigos. Pero hoy que una nueva generación está redescubriendo la magia de Mar del Plata, su diseño camina en el mismo sentido, con inconfundibles signos de confort contemporáneo. Es el caso de esta vivienda proyectada por la arquitecta local Carolina Fernández, fundadora de Estudio 5A.
Esta casa se volvió un referente de nuestro Estudio. Fue la primera de este estilo que se levantó en el Bosque Peralta Ramos y se destacó enseguida, hasta convertirse en una suerte de ícono.”
— Arq. Carolina Fernández, de Estudio 5A
Abrazada por el Bosque Peralta Ramos y a cinco minutos de la playa, en esta versión elegante, funcional y depurada late el nuevo sentir de un clásico.
Conexión interior y exterior
Por su confort y estética, la casa es un signo de su época, y atrae a gente que le gusta el diseño. Es toda una experiencia para el ser urbano vivir un tiempo en un espacio tan abierto y vidriado.”
El mueble enchapado en guatambú laqueado, que cambia de función según acompañe a la cocina o al living, es también la ‘espalda’ del volumen que aloja el sector privado. El mismo enchapado de guatambú del mueble (Estudio 5 A) reviste la tapa de la mesa y la isla, con mesada de granito.
Un refugio en el bosque
Si el área social se distingue por sus altos cielorrasos de hormigón y aberturas corridas, los cuartos tienen techos más bajos de madera y ventanas pequeñas. Las reseñas de los huéspedes en Airbnb destacan esa sensación de abrigo que complementa el permanente contacto con el afuera.
El respaldo de madera laqueada en blanco mate (Estudio 5 A) toma el ancho del dormitorio e integra las mesas de luz, que quedan despegadas del piso. En el baño sigue el techo de madera, con el color y la textura de las venecitas como una de las pocas salidas del sobrio menú de materiales.
“Un pequeño suceso”, así describe la arquitecta Carolina Fernández el interés de los viajeros en busca de comodidad y estética para el descanso junto al mar.
A sol y sombra
Mar del Plata es una ciudad que ofrece mucho dentro de una dimensión manejable. El bosque está a cinco minutos de las playas del Sur. Si uno se pone las pilas, da para ir caminando también.”
Cuando el clima no acompaña, el diseño ofrece espacios intermedios reparados para disfrutar del aire libre y del verde frondoso del entorno.
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