Martín Menem designó a un representante propio en el Consejo de la Magistratura y busca desplazar a la UCR
El presidente de la Cámara de Diputados dispuso que Gonzalo Roca ocupe la vacante que dejó la radical Roxana Reyes; el radicalismo podría judicializar su nombramiento
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La salida de la radical Roxana Reyes del Consejo de la Magistratura abrió una oportunidad para la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, que ahora podrá extender su influencia al ámbito judicial. Es que en La Libertad Avanza (LLA) buscan quedarse con la representación que hasta ayer conservaba la UCR y designar como consejero por la Cámara de Diputados a uno de sus alfiles.
El elegido es el cordobés Gonzalo Roca que, encabezó la lista violeta para la Cámara baja en los últimos comicios nacionales. El presidente de la Cámara, Martín Menem, lo designó hoy como miembro titular del Consejo de la Magistratura. Ocuparía uno de los cuatro lugares que, según la ley 24.937, corresponde a Diputados y quedó vacante luego de que ayer concluyera el mandato legislativo de Reyes y su suplente para el órgano judicial, Francisco Monti. Álvaro Martínez será el nuevo suplente del libertario.

El pedido para que Roca desembarque en el Consejo de la Magistratura fue presentado ayer por el presidente del bloque libertario, Gabriel Bornoroni. En LLA argumentan que les corresponde ocupar la vocalía vacante por haberse convertido en el nuevo bloque más numeroso.
De concretarse su desembarco en el órgano judicial, los libertarios sumarían un nuevo representante en el Consejo. El único integrante que hoy responde al Gobierno nacional en el organismo es el secretario de Justicia, Sebastián Amerio, un hombre cercano al asesor todoterreno Santiago Caputo. Ocupa la única banca que está reservada para el Poder Ejecutivo. En medio de una interna -ahora aplacada-, entre “territoriales” y celestiales, Karina Milei se encamina a tener su propia terminal en el órgano judicial.

Conflicto
La UCR buscará impedirlo: en diálogo con LA NACION habían confirmado que, de formalizarse, judicializarían el nombramiento de Roca. En el partido centenario aseguran que se debe respetar la composición de la Cámara baja de 2022, cuando comenzó el mandato de los actuales consejeros y que, entonces, la vocalía en cuestión corresponde a alguien de su espacio. Denuncian, además, que su bloque había designado una reemplazante para Reyes, previo a los comicios nacionales y el recambio de la cámara -lo que hubiera impedido que se abriera una vacante-, pero que Menem frenó el proceso.
En un escrito al que pudo acceder LA NACION, el 15 de octubre, Rodrigo De Loredo, entonces presidente de la bancada radical en Diputados, informó al titular de la Cámara su decisión de nombrar a la diputada Karina Banfi como nueva representante del partido ante el Consejo de la Magistratura para completar el período 2022-2026. Según relatan en la UCR, Menem se había comprometido a completar la designación antes del fin de semana electoral, pero no lo hizo. Una vez que se conoció el contundente triunfo de LLA en los comicios del 26 de octubre, el dirigente oficialista habría descartado continuar con el proceso pendiente.
En el Senado, en cambio, Victoria Villarruel avaló la designación de Anabel Fernández Sagasti (Unión por la Patria) como reemplazo de Claudia Ledesma Abdala en el Consejo, el 1° de octubre, previo a las elecciones. Ledesma Abdala era la suplente de María Inés Pillati Vergara, vocal titular. Al igual que Reyes y Monti, ambas completaban su mandato parlamentario este 10 de diciembre. Así, con la firma de la vicepresidenta, el kirchnerismo logró evitar que el puesto en el Consejo quedara vacante. Según pudo saber LA NACION, Fernández Sagasti podría jurar en el órgano judicial mañana.
En la UCR advierten que la actuación de Villarruel sentó un antecedente que podría favorecerlos en caso de judicialización, ya que deja en evidencia la discrecionalidad con la que operó Menem al no atender a la solicitud elevada por De Loredo. Es que tanto el kirchnerismo como el radicalismo procedieron de manera semejante ante las autoridades parlamentarias para no perder su representación en el Consejo para el próximo año.
En LLA, en tanto, se abrazan a los números de la nueva composición parlamentaria ante la apertura de una vacante. Sostienen que la UCR obtuvo su lugar en el Consejo en 2022, cuando contaba con 33 legisladores y era el tercer bloque más numeroso: el Frente de Todos tenía 115 integrantes y Pro, 50. Tras las últimas elecciones y la renovación de la Cámara baja, el bloque radical se redujo a seis miembros, mientras que La Libertad Avanza, que apenas tenía dos representantes hace tres años, ahora cuenta con 95 diputados. Producto de esa reconfiguración, en el bloque violeta reclaman para sí la vocalía vacante.
Al respecto, citan el caso [Luis] “Juez”. La Corte Suprema de Justicia había fallado a favor del senador de Pro, tras desestimar la maniobra de la expresidenta Cristina Kirchner de partir el bloque oficialista en dos para quedarse con tres de los cuatro puestos en juego. El partido de Mauricio Macri logró quedarse con el lugar reservado para la segunda minoría y el kirchnerismo las dos del bloque más numeroso. La restante fue para un senador radical.

Según argumentan los libertarios, en ese fallo judicial, la Corte tomó en cuenta si, en aquella oportunidad, se había celebrado una nueva elección legislativa que alterase la composición de la Cámara. Es lo que ocurrió ahora, por lo que interpretan que el antecedente respalda el reemplazo de Reyes por Roca ante el recambio parlamentario. Señalan también que concederle la vacante a Banfi -que decidió romper con la bancada radical y conformar un monobloque- sería “contrario a los principios de proporcionalidad y razonabilidad que rigen la integración del Consejo”.
Es una batalla que seguramente terminará en manos del Máximo Tribunal, tal como sucedió en 2022, cuando se debió demorar alrededor de dos meses la jura de los consejeros senadores por la disputa entre Juez -hoy vocal titular- y Doñate.






