"Límite epidemiológico de la inflación": el concepto, novedoso, lo propuso el respetado economista argentino Martín Uribe. "El margen que tiene el gobierno es hasta una inflación del 5, 5.5 o 6% mensual, pero no más allá de eso. Si la inflación se dispara por encima de ese límite, la gente no se va a quedar en sus casas". El destino de la cuarentena, su aceptación por parte de la población, y el techo que alcance la inflación van de la mano, explicó Uribe.
Fue durante la última emisión de La Repregunta, el ciclo de análisis de la coyuntura basado en entrevistas de fondo conducido por Luciana Vázquez, que se emite ahora en prime time todo los viernes en su nuevo horario de 21 a 22 hs.
El economista también propuso financiar la crisis económica de la pandemia con una rebaja de los salarios de la administración pública según deciles de ingreso, desde un 80% de rebaja en el caso del presidente y vicepresidente hasta un 5 o 10% en los salarios públicos más bajos.
"Eso es una masa de recursos impresionantes, muy grande, que se podría usar inmediatamente para darle alivio a esa gente que ya ha perdido sus ingresos, que hoy está en situación crítica", sostuvo desde Estados Unidos, donde reside.
Uribe es doctor en Economía por la Universidad de Chicago y actualmente es profesor en la Universidad de Columbia. Es considerado uno de los economistas argentinos más influyente en el mundo. Fue economista en la División de Finanzas Internacionales de la Junta de Gobernadores de la Reserva Federal de EEUU.
-¿La economía argentina está en estado crítico por la pandemia o ya lo estaba antes de la pandemia?
-Ya lo estaba antes de la pandemia. Venimos en default práctico desde hace ya bastante tiempo. La Argentina tiene cero acceso al crédito interno o externo. Tiene un déficit fiscal muy grande por lo tanto nos tocó la pandemia en una situación muy complicada. La situación óptima cuando te toca una desgracia de este tipo es tener un gobierno que tiene la posibilidad de pedir prestado rápidamente para poder asistir a muchísima gente que está en necesidad muy grande. Hay muchísima gente en este país cuyos ingresos han caído a cero. El gobierno argentino va a tener que buscar alternativas porque no tiene acceso al crédito. Va a tener que tener el coraje de tomar otras medidas alternativas, que las tiene.
-¿La pandemia puede ser comparada con el peso que tuvo la sequía en 2018, un argumento que sostenía entonces la gestión del entonces presidente Mauricio Macri, como la fuente de una inestabilidad muy inesperada en la economía en aquel abril?
-Esto es muchísimo más grande. Comparado con la sequía, esto es una bomba atómica. La economía se ha cerrado. Ha tenido un shock de oferta negativo extremadamente grande y por lo tanto el gobierno tiene que tomar medidas drásticas lo antes posible
-¿Cuáles serían esas medidas drásticas?
-Como el gobierno no tiene acceso al crédito, le quedan dos opciones. O la política monetaria o la política fiscal. Respecto de la política monetaria, hay algunos observadores de la realidad que están diciendo que este es un momento en el que el gobierno tiene que olvidarse de la inflación y empezar a imprimir dinero sin preocuparse de la inflación. Creo que no es tan así: hay que tener cuidado.
-Es lo que está haciendo el gobierno de alguna manera: la base monetaria ha crecido significativamente de marzo a esta fecha.
-Exactamente. Pero creo que los cuadros técnicos del Banco Central, para que no los agarre de nuevo corriendo atrás de la situación crítica, tendrían que pensar en cuál es el límite epidemiológico de la inflación. Estoy creando un término nuevo. Aquellos que vivimos la década del ’80, y no me refiero al año ’88 u ’89 que fueron hiperinflacionarios, sino al resto de los años ’80, cuando la Argentina tenía muy alta inflación, del 100 al 300% anual. Para una inflación así, la inflación mensual tiene que estar entre el 6 y el 10%: nosotros ya estamos cerca de eso. ¿Qué vimos en esa época? Cuando la inflación llega a niveles del 6, el 10 u 8%, la gente empieza a tomar medidas diarias para protegerse de la inflación. Apenas le entra algo de plata, sale a la calle y se mete a un supermercado a comprar bienes, se mete a una casa de cambio y compra dólares. El Banco Central tiene que tener en cuenta que cuando la inflación llegue al 6 u 8%, la gente no se va a quedar en las casas y eso es precisamente lo que el gobierno quiere evitar en una pandemia.
-En ese sentido, ¿la cuarentena es también conveniente para mantener a la gente aislada en sus hogares para así evitar que se estoqueen en los supermercados o retiren sus dólares o los muevan en un mercado paralelo? ¿La cuarentena sanitaria resulta también una estrategia para evitar estas salidas que afectan a la economía?
-Sí, pero si la inflación llega a niveles del 6 u 8%, y eso es lo que estoy tratando de alertar al Banco Central, la gente va a salir de sus casas haya o no cuarentena. Si vos tenés un impuesto inflacionario tan alto, protegerte de la inflación saliendo a esos lugares puede ser la diferencia entre llegar a fin de mes o no. Va a ser imposible mantener a la gente en sus casas con una inflación del 8 o del 9%. Hasta ahora venimos teniendo una tasa de inflación del 3%. El margen que tiene el gobierno es hasta una inflación del 5, 5.5 o 6% pero no más allá de eso, porque en ese caso la gente no se va a quedar en sus casas. Lo único que le queda al Banco Central es la política fiscal.
-¿Cómo se aplana la curva de esa inflación para evitar que se convierta en una hiperinflación, aprovechando las metáforas estadísticas del coronavirus? En ese sentido, ¿la recesión y los niveles de actividad bajísimos no son el antídoto para evitar que esa hiperinflación se dispare?
-Esa es otra falacia. Muchos dicen eso: que porque la economía está planchada, aumentar la cantidad de dinero no va a ser inflacionario. Hay que tener en cuenta que lo que ha ocurrido no sólo en Argentina sino también en el mundo es un shock de oferta impresionante y eso también desplomó la demanda. No es cierto que estamos en una recesión típica keynesiana donde aumentar la cantidad de dinero no se va a los precios. Hay que tener cuidado ahí. El gobierno argentino, no el pueblo argentino, tiene credibilidad cero por lo tanto la mecha es muy corta entre la emisión monetaria y la inflación. Por eso el gobierno tiene que monitorear la emisión monetaria muy pero muy cuidadosamente para llegar a un nivel de inflación mensual de entre el 5 y el 6% pero no pasar de ahí.
-Así como este estado, que tiene pocos recursos para combatir el coronavirus, tuvo que recurrir a la cuarentena brutal, generalizada y sin la sofisticación de una cuarentena según sectores de actividad, si no cuenta con el instrumento de la emisión, ¿cuál es la otra vía para sostener una Argentina que no se puede endeudar?
-El gobierno tiene muy poco límite con la emisión monetaria y tiene cero capacidad para emitir bonos. Por lo tanto lo que tiene que hacer hoy el gobierno es bajar el gasto público bajando los gastos de sueldos en el empleo público. Y no es un reproche a los empleados públicos porque el gobierno da servicios muy importantes a la población como salud y educación. Pero el empleo público también tiene un valor de seguro de desempleo en el sentido de que mientras vemos que hay gente que ha perdido sus ingresos, el empleo público por el contrario nunca te deja desempleado y en una situación como ésta, tiene un valor superlativo. Este es el momento en que el sector público tiene que compartir eso y creo que el presidente de la Nación tendría que dar el ejemplo bajándose su sueldo en un 80% en los próximos 12 meses, lo mismo que la vicepresidencia.
-¿Ese recorte al gasto público alcanza para subsidiar al resto de la sociedad? ¿Cómo se contiene a la población en el medio de una cuarentena sin gastar? ¿Alcanza con el ahorro en salarios del empleo público?
-El presidente se baja el salario en un 80%, los ministros en un 75%, los secretarios en un 70% hasta llegar al último decil de los empleados públicos que contribuirían en un 5 o 10%. Eso no son chauchas y palitos. Eso es una masa de recursos impresionantes, muy muy grandes que se podría usar inmediatamente para darle alivio a esa gente que ya perdido sus ingresos, que hoy está en situación crítica.
-¿Por qué la recesión o los problemas en materia de deuda en América Latina no son destino necesariamente y Chile puede financiar la pandemia de una manera más eficiente o Perú puede colocar deuda como lo hizo esta semana en niveles muy ventajosos?
-Estos son países donde la gente confía en que cuando el gobierno emite un bono, lo va a pagar. Hoy en la Argentina si el gobierno emite un bono, lo único que podés esperar es que no lo pague porque el gobierno directamente no tiene voluntad de bajar el déficit fiscal.