Allanan y clausuran una chatarrería clandestina adonde reducían cables robados del tendido eléctrico
Fue luego de una denuncia radicada a fines de marzo luego de una serie de robos que afectaron el suministro en Tandil
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El robo de cables para reducir los filamentos de cobre y vender ese metal en el mercado clandestino creció en los últimos años. En el marco del despliegue de estrategias destinadas a desbaratar las redes ilegales en torno a este delito, en las últimas horas fue allanada y clausurada una chatarrería donde había varios metros de cable sustraídos del tendido eléctrico de Tandil.
Tras una denuncia radicada a finales de marzo, la subdirección Departamental de Investigaciones (subDDI) de Tandil comenzó a investigar “la venta de metales no ferrosos de procedencia ilícita” y el lugar a donde iban a parar los cables que eran sustraídos de diversas zonas de ese municipio del sur bonaerense.
Tras identificar el lugar donde luego era reducido el material robado, los investigadores obtuvieron una orden de allanamiento para una propiedad situada en Martineta al 2400, donde encontraron varios cientos de metros de cobre trenzado, cables de acero y aluminio, dos balanzas, un teléfono celular y 1,3 millones de pesos.
Además, se logró la aprehensión de tres hombres de 46, 25 y 21 años que quedaron imputados por los delitos de robo y encubrimiento. En el predio se encontró una gran cantidad de vainas de cable pertenecientes a la Usina “Popular y Municipal de Tandil” y a la telefónica de esa ciudad, trozos de cable de cobre trenzado y tres rollos de cable de aluminio y acero pertenecientes a la usina.
Hace solo dos semanas, la empresa de electricidad local había denunciado una serie de robos de cables del tendido eléctrico ocurridos en un lapso de 24 horas que afectaron el suministro eléctrico en distintas zonas de la ciudad y generaron graves perjuicios económicos y de seguridad para la comunidad.
En ese caso se había indicado que se sustrajeron 190 metros de cable de cobre en cinco hechos diferentes:
- Quinta La Florida: 30 metros de cable de energía, además de la térmica y el disyuntor del pilar de luz, dejando sin servicio al predio.
- Calle Azucena al 1500: 40 metros de cable preensamblado de cobre.
- Reynoso al 2100: 50 metros de un cruce trifásico que alimenta a dos locales comerciales.
- Entre Ríos al 1400: 70 metros de cable y vandalización del pilar de luz de la Escuela N° 14 de barrio Arco Iris, dejando sin servicio al establecimiento.
“Estos actos delictivos no solo ocasionan un grave perjuicio económico a la empresa, sino que también ponen en riesgo la vida de las personas y afectan la calidad del servicio eléctrico para todos los usuarios”, habían indicado a través de un comunicado desde el área técnica de la Usina. Además, se informó que la reposición del tendido robado se está realizando con cables de aluminio.
Un delito de alto riesgo
Hace 12 días, Bahía Blanca se vio convulsionada cuando en la madrugada del martes 7 de mayo quedaron abandonados en la puerta del Hospital Municipal Penna, en la caja de una camioneta, cinco hombres mayores de edad, solo uno de ellos con vida.
Los médicos de sala de guardia atendieron la emergencia e intentaron realizarles reanimación cardiopulmonar a los cuatro hombres que no tenían signos vitales. Al quinto lo atendieron cuando sufría un paro cardíaco, del que lograron recuperarlo en pocos minutos y estabilizarlo en las siguientes horas.
Todos presentaban quemaduras graves o gravísimas, con indicios claros especialmente en extremidades superiores e inferiores, y la investigación permitió establecer que habían intentado cortar una línea de alta tensión en las afueras de la ciudad, en un área rural a la altura del kilómetro 46,5 de la ruta 33, camino a la localidad de Tres Picos.
Quien los llevó y los abandonó, luego se supo, era el padre de una de las víctimas fatales, que fue detenido poco después, a partir del avance de la investigación que lleva adelante el fiscal Gustavo Zorzano, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N°18 del Departamento Judicial Bahía Blanca.
Autoridades judiciales confirmaron que todos los involucrados tienen antecedentes penales por distintos tipos de delitos contra la propiedad e incluso recordaron que alguno de los fallecidos había tenido un episodio reciente con quemaduras importantes en un brazo, también durante un intento de robo de cables en esta misma jurisdicción.
Fuentes de esta firma habían confirmado a LA NACION que este robo de cables se intentó en un tramo de media y alta tensión que transporta 33 Kv que va desde Bahía Blanca a Tornquist. “No fue afectado el servicio”, aclararon sobre un incidente que no derivó en problemas para los usuarios y del que, aseguran, recién se enteraron por consultas de la policía que ya trabajaba en búsqueda e identificación de autores.
Además, reconocieron que el robo de cables es un delito frecuente e importante y que en tribunales se tramita una causa importante con más de un centenar de denuncias por este tipo de delitos. “Todo se agravó luego del último temporal”, dijeron los voceros en referencia al fenómeno meteorológico que en diciembre pasado provocó gravísimos destrozos en Bahía Blanca y alrededores. Entienden que los daños en el tendido expusieron líneas sobre las que los delincuentes pusieron atención por la calidad y cantidad de cobre que componen esas líneas.
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