Los adolescentes Facundo y Santiago, de nacionalidad rusa, eran buscados desde el lunes; antes de conocer su paradero, el hombre había señalado que ambos “estaban siendo atendidos por profesionales” desde el episodio anterior; qué se sabe hasta ahora
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Tras varias horas de perplejidad, los hermanos Facundo y Santiago Nervi Pérez Aramburu, con nacionalidad rusa y de 13 y 15 años de edad respectivamente que habían sido vistos por última vez el lunes por la mañana cuando se dirigían rumbo al colegio, ubicado en Pilar, aparecieron sanos y salvos durante la tarde del martes en una casa abandonada de la zona.
En conversación con LN+, el padre de los menores reveló que el menor había huido de su casa años atrás, por motivos que no fueron difundidos, y que desde entonces ambos reciben tratamiento psicológico.
“Por suerte dimos con él pronto. Después de eso hicimos un ciclo de terapia con él y su hermano. Vienen siendo atendidos por profesionales desde entonces, incluyendo medicación”, reveló Sebastián Nervi.
Ante la pregunta por posibles antecedentes que pudieran haber anticipado esta segunda desaparición, mientras intentan esclarecer cuáles fueron los motivos, aunque trascendieron muy pocos detalles.

Sobre ese punto, agregó que los hermanos tuvieron en los últimos días un “altercado con una vecina”. “Ellos fueron responsables de lo que hicieron”, afirmó, y aclaró temprano que “hicieron capilla en casa, pero nada a mayores que justifique que se fueran”, como lo hicieron.
Según la denuncia, Nervi tuvo una discusión con sus hijos porque “comenzaron a seguir a una mujer del barrio y dar vueltas alrededor de ella con su bicicleta”. Él les llamó la atención y los chicos quedaron “ofuscados” el fin de semana pasado.
“Estamos desesperados”
Pese a los antecedentes de sus hijos, el padre había dicho que la desaparición lo tomó por sorpresa. “Estamos desesperados”, expresó el lunes, y agradeció a los vecinos que se unieron a la búsqueda.
La investigación comenzó tras la denuncia que hizo el padre de los adolescentes. En la presentación sostuvo que sus hijos son de nacionalidad rusa y que fueron adoptados hace nueve años.
Según él, salieron el lunes a primera hora, de su casa del barrio Santa Silvina para dirigirse al Instituto Atlético Pilar, pero nunca llegaron al establecimiento educativo.

El registro de las cámaras
Una cámara de seguridad los mostró caminando hacia Panamericana, a primera mañana. Vestían el uniforme escolar y no contaban con sus celulares. El padre también había dicho que no tenían tarjeta SUBE ni dinero en efectivo.
“Lamentablemente la cobertura de la cámara no nos dio para seguirlos más de unos 20 minutos en donde están en dirección al colegio y después se desvían. Desde ahí ya no tenemos ninguna novedad”, explicó Sebastián, sin saber que durante las primeras horas de la tarde del martes iban a aparecer sanos y salvos.
Y añadió: “Los chicos normalmente están de vuelta alrededor de las 15:45. Cuando no llegaron, empezamos a preguntar y nos enteramos que no habían ido al colegio. Empezamos la búsqueda y desde ahí se empezó hacer el rastrillaje con patrulleros”.
Cómo se vivió la desaparición en el colegio
Tras más de treinta horas de angustia, los adolescentes rusos adoptados por una familia de Pilar fueron hallados por la policía en una vivienda abandonada, escondida entre los pastizales del barrio Santa Silvina. La comunidad educativa vivió de cerca el suceso y hasta formó una red para ayudar con la búsqueda. LA NACION fue hasta la puerta del establecimiento educativo a recolectar testimonios.
“Si no aparecían, íbamos a marchar con los chicos a la plaza y a la municipalidad”, relató una madre. “El colegio conoce a cada alumno. Acá se sabe quién es quién. Es una buena familia”, agregó Laura. “No es una zona liberada, pero sí con inseguridad. Aun así, hay presencia policial”, completó Daniel.
La investigación del caso
La investigación de la desaparición de los hermanos Nervi Pérez Aramaburu quedó a cargo del fiscal de Pilar Gonzalo Acosta, quien conduce la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio (UFIyJ) Especializada en Delitos Conexos a la Trata de Personas de San Isidro.

En la búsqueda trabajaron personal de las comisarías de Pilar, que dependen de la Superintendencia de Seguridad AMBA Norte II, y detectives de la Subdelegación Departamental de Investigaciones (SubDDI) de Pilar, ambas de la Policía de la Provincia de Buenos Aires.
El reencuentro más esperado
“Los chicos fueron encontrados sanos y salvos. Ahora van a ser llevados a una comisaría con sus padres”, sostuvieron fuentes consultadas por LA NACION. “Los adolescentes estaban solos en una casa media abandonada, situada en un descampado de Pilar”, agregaron.
Luego de reencontrarse con sus progenitores, los menores recibieron acompañamiento psicológico y fueron dispuestos a los exámenes médicos de protocolo.
Uno de los detectives que participó del caso manifestó a LA NACION: “Todo indica que se trató de una travesura de los chicos después de la discusión familiar. No hay indicios de que haya un delito detrás de la desaparición y hallazgo de los adolescentes. Creemos que ayer, cuando salieron de su casa para ir colegio, ya habían planificado no volver”.
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