Se filmaban mientras corrían picadas en la Panamericana a más de 200 km/h

Los encuentros para batirse en duelos de velocidad en la autopista Panamericana se pactaban a través de las redes sociales y de mensajes de WhatsApp. En esas picadas participaban hasta cuatro vehículos por vez, siempre a la noche o a la madrugada. Como si fuese una pista de carreras, aceleraban más allá de los 200 kilómetros por hora, en un concierto ensordecedor de cuatro motores preparados con las revoluciones al límite sonando al unísono. Las competencias ilegales eran filmadas con las cámaras de los teléfonos por sus propios protagonistas y subidas a un canal de YouTube, desde donde buscaban viralizar los videos.

En las últimas horas, una investigación del fiscal de Vicente López Gastón Larramendi y de la policía bonaerense derivó en una serie de allanamientos en La Matanza y en Lomas de Zamora, en los que fueron secuestrados dos autos que habrían participado de esas competencias clandestinas en la zona norte del conurbano.

Fuentes policiales y judiciales informaron que la investigación comenzó de oficio en mayo pasado cuando los detectives detectaron en la web imágenes de las picadas. El fiscal Larramendi contó, para la pesquisa, con la colaboración de la Jefatura Departamental Conurbano Norte de la policía bonaerense.

Una fuente con acceso al expediente explicó a LA NACIÓN que se sospecha que las picadas se organizaban por diversión y no por sumas de dinero.

Fueron secuestrados un Volkswagen Vento y un Peugeot 208. Los dueños de esos vehículos quedaron imputados por la presunta infracción al artículo 193 bis del Código Penal, que prevé penas de entre seis y tres años de cárcel e inhabilitación especial para conducir por el doble del tiempo de la condena para aquel conductor que "creare una situación de peligro para la vida o la integridad física de las personas mediante la participación en una prueba de velocidad o de destreza con un vehículo automotor, realizada sin la debida autorización de la autoridad competente".

Según fuentes policiales, las competencias comenzaban en la avenida General Paz y Acceso Norte y continuaban por el Camino del Buen Ayre, hasta finalizar en la Autopista del Oeste.

"A partir de las filmaciones se logró identificar las chapas patentes de los vehículos que participaron de las carreras ilegales", dijo una fuente del caso.

La falta de respeto a las velocidades máximas, tanto en avenidas como en autopistas, es un problema extendido entre los automovilistas en el área metropolitana. Un reciente relevamiento realizado por el Observatorio de Seguridad Vial de la Cámara de Empresas de Control y Administración de Infracciones de Tránsito de la República Argentina (Cecaitra) revela que uno de cada cuatro conductores supera "de vez en cuando" o "casi siempre" supera las velocidades máximas indicadas en los carteles. Además, casi un 30% cree que la velocidad máxima permitida en rutas convencionales de un solo carril por mano es de 130 km/h, cuando esa es la máxima para autos y motos en autovías y autopistas.