Violencia sin freno: mataron a balazos a dos hermanos, el segundo doble homicidio en menos de 24 horas

ROSARIO.- Dos hermanos de 38 y 41 años que circulaban en auto fueron asesinados hoy a balazos efectuados desde una moto y otro vehículo tras una persecución por la zona sudoeste de esta ciudad, informaron fuentes judiciales. Ese doble crimen elevó a 210 la cifra de homicidios registrados este año en Rosario.

El hecho ocurrió cerca de la 1.30 cuando los hermanos, identificados como Daniel Maximiliano y Fernando Echeverria, circulaban a bordo de un Peugeot 308 blanco y comenzaron a ser perseguidos por un auto y una moto. Producto de las maniobras de evasión, el auto perdió el control y chocó contra una ochava; cuando los hermanos dejaron el vehículo para escapar a pie, fueron baleados por los perseguidores.

Fuentes de la investigación indicaron que Daniel Echeverría murió en el lugar del ataque, en tanto que su hermano Fernando fue trasladado al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca), donde falleció producto de las heridas de bala, según consignó Télam.

La investigación quedó a cargo del fiscal, Patricio Saldutti quien ordenó al Gabinete Criminalístico tareas de levantamiento de rastros, pericias fotográficas, planimetría, toma de testimonios a vecinos de la zona para dar con la identidad de los atacantes.

Se trata del segundo doble homicidio registrado en esta ciudad en menos de 24 horas. En los asesinatos de dos amigas se mezclan tanto factores vinculados con las mortales disputas relacionadas con la venta minorista de drogas como elementos propios de la violencia de género, ya que uno de los principales sospechosos es el novio de una de las víctimas, que -según los investigadores- golpeaba y amenazaba a la mujer; sin embargo, otra línea de investigación gira alrededor de una deuda relacionada con el narcomenudeo que tendría ese hombre y que habría derivado en la ejecución de su novia como venganza.

Las víctimas fueron identificadas como Carla Cabaña y Magalí Páez. El caso es investigado por el fiscal Saldutti, el mismo que lleva adelante el caso del doble homicidio de los hermanos Echeverria. “Hablamos de femicidio porque fue un hecho violento dirigido y directo contra dos mujeres desamparadas en un contexto de vulnerabilidad clara”, detalló el funcionario del Ministerio Público de la Acusación.

En pocas horas, en su despacho se iniciaron expedientes por cinco muertes violentas. Es que otra mujer había sido asesinada ayer, en un episodio que también mezcló la violencia narco con el femicidio. Loreley Orellana, de 22 años, fue ejecutada en el barrio Empalme Graneros por dos sicarios que se movían en moto. El homicidio se produjo en Génova y Chaco, a pocas cuadras donde el 31 de agosto pasado se incautaron 1658 kilos de cocaína, ocultos en un cargamento de maíz que pretendía ser exportado a España y luego a Dubái.

Mientras agonizaba tras recibir ocho disparos a corta distancia, Orellana alcanzó a contar a quienes buscaban ayudarla que había sido atacada por hombres que respondían a un narco con el que había salido. “Fue Pachu”, dijo la joven de 22 años, madre de dos hijos. Sus últimas palabras fueron para acusar como instigador de su propia muerte a ese hombre, que cumplió una condena de 10 años por homicidio y que está vinculado con la venta minorista de drogas, al menos como brazo ejecutor de las amenazas.