Bergoglio criticó a los que no "lloraron" por Cromagnon
El arzobispo dijo que la ciudad es "vanidosa, casquivana y coimera, y maquilló las heridas"
"Venimos a llorar por nuestra ciudad que no llora todavía. Esta ciudad vanidosa, casquivana y coimera que maquilla las heridas de sus hijos y no las cura."
Así, con dureza, el arzobispo de la ciudad de Buenos Aires, Jorge Bergoglio se refirió a la actitud que tuvo la ciudad respecto del trágico incendio de la disco República Cromagnon, ocurrido el 30 de diciembre de 2004.
"Buenos Aires necesita la sabiduría de nuestro pueblo para asumir la tragedia, en la que en su mayoría murieron adolescentes y jóvenes. La ciudad abandonó a sus hijos, por no saber llorar, por no ser madre y ser, sí, compadrita y superficial", expresó el cardenal primado de la Argentina, en su exposición ante los familiares de víctimas y sobrevivientes de la tragedia que, ayer asistieron a la misa celebrada en la Catedral, al cumplirse cinco años del incendio en el que murieron 193 personas.
Bergoglio exhortó a "la ciudad que sea madre solidaria como aquellas personas que entraron y salieron varias veces del local para rescatar a quienes estaban adentro y morían asfixiados".
"El dolor no se va"
Además, convocó a los familiares y amigos de las víctimas de Cromagnon a asumir el dolor de la tragedia. "El dolor no se va, camina con nosotros. Lo peor es anestesiarlo con otras noticias, con otras distracciones", expresó Bergoglio.
Por último, el arzobispo ponderó la solidaridad de los jóvenes porque "la mayoría murió entrando y saliendo para salvar a sus amigos. No escaparon para salvar el pellejo".
En el momento de las ofrendas, los familiares encendieron velas por cada una de las 194 víctimas y las acercaron al altar.
La misa fue concelebrada por el obispo Jorge Lozano, de Gualeguaychú, quien en la época del incendio se desempeñaba como auxiliar porteño y acompañó espiritualmente a familiares y a sobrevivientes.
También participó de la ceremonia religiosa el obispo auxiliar porteño, Eduardo Lozano.
"El arzobispo Bergoglio fue muy elocuente con respecto a la conducta de los funcionarios y al recordar la solidaridad de los chicos que entraron en el local a salvar a sus amigos y familiares, a pesar que ponían en riesgo sus vidas", sostuvo el abogado José Iglesias, padre de Pedro, una de las 194 personas que murieron en el incendio.
En la puerta de la Catedral, Amelia Borrás, madre de Gabriela Borrás, agradeció la homilía de Bergoglio. "Las palabras del arzobispo fueron reconfortantes y alentaron a seguir en la lucha", expresó.
Marcha y vigilia
Luego de la misa, los asistentes se concentraron frente a la Catedral y comenzaron a marchar hacia la zona de Once para recordar a las víctimas, a pocos metros del lugar donde ocurrió la tragedia.
Casi 5000 personas participaron de la marcha para recordar a las víctimas de la tragedia. La columna de manifestantes, de seis cuadras de largo, llegó anoche a la zona de Once.
Allí, en la esquina de Bartolomé Mitre y Ecuador, los sobrevivientes y los familiares de las víctimas realizaron una vigilia hasta las 22.50, el momento en que, hace cinco años, comenzó el incendio en el local, durante el recital del grupo de rock Callejeros.
Pocas horas después de la tragedia, la Iglesia reaccionó en forma institucional y acompañó a los familiares de las víctimas.
Además, unas horas después del hecho, el entonces papa Juan Pablo II envió un telegrama en el que expresó su "profundo pesar" por las numerosas muertes de jóvenes.