Evangelio católico del día para la semana del 13 al 18 de octubre
Como cada día, la Iglesia tiene pautadas las lecturas correspondientes; cómo se elige la cita bíblica para meditar cada jornada
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El evangelio del día es una lectura que muchas personas buscan para encontrar sabiduría, consejos y enseñanzas de la religión católica. Se trata de una cita bíblica ya establecida que se puede consultar de forma digital en el sitio oficial de la Agencia Católica de Informaciones - ACI Prensa. Muchos creyentes se preguntan qué se lee cada día de esta semana.

Cada día el catolicismo tiene pautadas una serie de lecturas para todas las celebraciones del mundo. Estas forman parte del año litúrgico, es decir, el calendario católico, y las estableció la Iglesia en lo que se llama Leccionario. Este es un archivo que fue creado en el Concilio Vaticano II (1969), en el que se establecen distintas lecturas para cubrir gran parte de los textos bíblicos. Tienen un “ciclo” de tres años para la lectura dominical y de dos años para las lecturas diarias. Es decir, en 1969 se establecieron las citas bíblicas a leerse a lo largo de tres años (o dos, dependiendo del día). Una vez cumplido el tiempo, el ciclo vuelve a comenzar.
Evangelio católico del día para la semana del 13 al 18 de octubre
A continuación, el Evangelio del día para toda la semana, según el orden de la liturgia de la palabra en la celebración de la misa católica.
Lunes 13 de octubre
Primera Lectura. Romanos 1:1-7
Pablo, siervo de Jesucristo, apóstol por vocación, designado para el Evangelio de Dios, que Él de antemano prometió por sus profetas en las Santas Escrituras acerca de su Hijo Jesucristo, Señor nuestro, nacido del linaje de David según la carne, constituido Hijo de Dios con poder según el Espíritu de santificación por la resurrección de entre los muertos, por quien hemos recibido la gracia y el apostolado para la obediencia de la fe entre todas las gentes para gloria de su nombre, entre las que estáis también vosotros, elegidos de Jesucristo, a todos los que estáis en Roma, amados de Dios, llamados a ser santos: gracia y paz a vosotros de parte de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
Salmo Responsorial. Salmo 98:1-4
Salmo.
Cantad al Señor un cántico nuevo porque ha hecho maravillas. Su diestra le ha salvado, su santo brazo.
El Señor ha dado a conocer su salvación; ha revelado su justicia a los ojos de las naciones.
Se acordó de su misericordia y fidelidad con la casa de Israel. Todos los confines de la tierra han visto la salvación de nuestro Dios.
Aclamad al Señor, la tierra entera; gritad, cantad, entonad salmos.

Evangelio. Lucas 11:29-32
Habiéndose reunido una gran muchedumbre, comenzó a decir:
—Esta generación es una generación perversa; busca una señal y no se le dará otra señal que la de Jonás. Porque, así como Jonás fue señal para los habitantes de Nínive, del mismo modo lo será también el Hijo del Hombre para esta generación. La reina del Sur se levantará en el Juicio contra los hombres de esta generación y los condenará: porque vino de los confines de la tierra para oír la sabiduría de Salomón, y daos cuenta de que aquí hay algo más que Salomón. Los hombres de Nínive se levantarán en el Juicio contra esta generación y la condenarán: porque ellos se convirtieron ante la predicación de Jonás, y daos cuenta de que aquí hay algo más que Jonás.
Martes 14 de octubre
Primera Lectura. Romanos 1:16-25
No me avergüenzo del Evangelio, porque es una fuerza de Dios para la salvación de todo el que cree, del judío en primer lugar y también del griego.
Pues en él se revela la justicia de Dios de la fe hacia la fe, como está escrito: El justo vivirá de la fe.
En efecto, la ira de Dios se revela desde el cielo sobre toda impiedad e injusticia de los hombres que tienen aprisionada la verdad en la injusticia.
Porque lo que se puede conocer de Dios es manifiesto en ellos, ya que Dios se lo ha mostrado.
Pues desde la creación del mundo las perfecciones invisibles de Dios —su eterno poder y su divinidad— se han hecho visibles a la inteligencia a través de las cosas creadas. De modo que son inexcusables, porque habiendo conocido a Dios no le glorificaron como Dios ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos y se oscureció su insensato corazón: presumiendo de sabios se hicieron necios y llegaron a transferir la gloria del Dios incorruptible a imágenes que representan al hombre corruptible, y a aves, a cuadrúpedos y a reptiles.
Por eso Dios los abandonó a los malos deseos de sus corazones, a la impureza con que deshonran entre ellos sus propios cuerpos: cambiaron la verdad de Dios por la mentira y dieron culto y adoraron a la criatura en lugar del Creador, que es bendito por los siglos. Amén.
Salmo Responsorial. Salmo 19:2-5
Los cielos pregonan la gloria de Dios y el firmamento anuncia la obra de sus manos.
Un día le anuncia el mensaje al otro día y una noche le da la noticia a la otra noche.
Sin discurso, sin palabras sin que se oiga su voz, se esparce su rumor por toda la tierra, y su pregón hasta los confines del orbe. En éstos ha puesto una tienda para el sol.
Evangelio. Lucas 11:37-41
Cuando terminó de hablar, cierto fariseo le rogó que comiera en su casa. Entró y se puso a la mesa.
El fariseo se quedó extrañado al ver que Jesús no se había lavado antes de la comida. Pero el Señor le dijo:
—Así que vosotros, los fariseos, limpiáis por fuera la copa y el plato, pero por dentro estáis llenos de rapiña y de maldad. ¡Insensatos! ¿Acaso quien hizo lo de fuera no ha hecho también lo de dentro? Dad, más bien, limosna de lo que guardáis dentro, y así todo será limpio para vosotros.
Miércoles 15 de octubre

Primera Lectura. Romanos 2:1-11
Por eso, tú que juzgas, quienquiera que seas, eres inexcusable; porque en lo que juzgas a otro te condenas a ti mismo, ya que tú, el que juzgas, haces lo mismo.
Pues sabemos que Dios condena según la verdad a los que hacen esas cosas. ¿Y tú, hombre que juzgas a los que hacen las mismas cosas que tú, piensas que escaparás al juicio de Dios? ¿O es que desprecias las riquezas de su bondad, paciencia y longanimidad, y no sabes que la bondad de Dios te lleva a la penitencia?
Tú, sin embargo, con tu dureza y con tu corazón que no se quiere arrepentir, atesoras contra ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios, el cual retribuirá a cada uno según sus obras: la vida eterna para quienes, mediante la perseverancia en el buen obrar, buscan gloria, honor e incorrupción; la ira y la indignación, en cambio, para quienes, con contumacia, no solo se rebelan contra la verdad, sino que obedecen a la injusticia.
Tribulación y angustia para todo hombre que obra el mal, primero para el judío y luego para el griego. Gloria, en cambio, honor y paz a todo el que obra el bien, primero para el judío, luego para el griego; porque delante de Dios no hay acepción de personas.
Salmo Responsorial. Salmo 62:2-3, 6-7, 9
Solo en Dios está el descanso, alma mía, de Él viene mi salvación. Solo Él es mi roca y mi salvación, mi alcázar: ya no podré vacilar. Solo en Dios está el descanso, alma mía, porque de Él viene mi esperanza. Solo Él es mi roca y mi salvación, mi alcázar: no podré vacilar. Confiad en Él, comunidad entera del pueblo, desahogad vuestro corazón en su presencia: Dios es nuestro refugio.
Evangelio. Lucas 11:42-46
Pero, ¡ay de vosotros, fariseos, que pagáis el diezmo de la menta, de la ruda y de todas las legumbres, pero despreciáis la justicia y el amor de Dios! ¡Hay que hacer esto sin descuidar lo otro! ¡Ay de vosotros, fariseos, porque apetecéis los primeros asientos en las sinagogas y que os saluden en las plazas! ¡Ay de vosotros, que sois como sepulcros disimulados, sobre los que pasan los hombres sin saberlo!
Entonces, cierto doctor de la Ley, tomando la palabra, le replica:
—Maestro, diciendo tales cosas, nos ofendes también a nosotros.
Pero él dijo:
—¡Ay también de vosotros, los doctores de la Ley, porque imponéis a los hombres cargas insoportables, pero vosotros ni con uno de vuestros dedos las tocáis!
Jueves 16 de octubre
Primera Lectura. Romanos 3:21-30
Ahora, en cambio, la justicia de Dios, atestiguada por la Ley y los Profetas, se ha manifestado con independencia de la Ley: justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen. Porque no hay distinción, ya que todos han pecado y están privados de la gloria de Dios y son justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que está en Cristo Jesús.
A él lo ha puesto Dios como propiciatorio en su sangre —mediante la fe— para mostrar su justicia tolerando los pecados precedentes, en el tiempo de la paciencia de Dios, con el fin de mostrar su justicia en el tiempo presente, y así ser Él justo y justificar al que vive de la fe en Jesús.
Entonces, ¿en qué se fundamenta la jactancia? Ha quedado excluida. ¿Y por qué ley?, ¿la de las obras? No: por la ley de la fe. Afirmamos, por tanto, que el hombre es justificado por la fe con independencia de las obras de la Ley. ¿Acaso Dios lo es sólo de los judíos? ¿No lo es también de los gentiles? Sí, también de los gentiles. Porque un solo Dios es el mismo que justificará la circuncisión a partir de la fe y la falta de circuncisión mediante la fe.
Salmo Responsorial. Salmo 130:1-6
Canto de las subidas. Desde lo más profundo, Te invoco, Señor. Señor, escucha mi clamor; estén atentos tus oídos a la voz de mi súplica. Si llevas cuenta de las culpas, Señor, Señor mío, ¿quién podrá quedar en pie? Pero en Ti está el perdón, y así mantenemos tu temor. Espero en Ti, Señor. Mi alma espera en su palabra; mi alma espera en el Señor más que los centinelas la aurora.
Evangelio. Lucas 11:47-54
¡Ay de vosotros, que edificáis los sepulcros de los profetas, después que vuestros padres los mataron! Así pues, sois testigos de las obras de vuestros padres y consentís en ellas, porque ellos los mataron, y vosotros edificáis sus sepulcros. Por eso dijo la sabiduría de Dios: «Les enviaré profetas y apóstoles, y a algunos los matarán y perseguirán, para que se pida cuentas a esta generación de la sangre de todos los profetas derramada desde la creación del mundo, desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías, asesinado entre el altar y el Templo». Sí, os lo aseguro: se le pedirán cuentas a esta generación.
»¡Ay de vosotros, doctores de la Ley, porque os habéis apoderado de la llave de la sabiduría! Vosotros no habéis entrado y a los que querían entrar se lo habéis impedido.
Cuando salió de allí, los escribas y fariseos comenzaron a atacarle con furia y a acosarle a preguntas sobre muchas cosas, acechándole para cazarle en alguna palabra.
Viernes 17 de octubre
Primera Lectura. Romanos 4:1-8
¿Qué diremos entonces que consiguió Abrahán, nuestro padre según la carne? Porque si Abrahán fue justificado por las obras, tiene de qué gloriarse, pero no ante Dios. Porque, ¿qué dice la Escritura? Creyó Abrahán a Dios, y se le contó como justicia. Ahora bien, al que trabaja, el salario no se le cuenta como regalo sino como algo que se le debe; en cambio, a quien no trabaja, pero cree en Aquel que justifica al impío, se le cuenta su fe como justicia. En este sentido, David habla de la bienaventuranza del hombre a quien Dios atribuye la justicia con independencia de las obras: Bienaventurados aquellos a quienes se les han perdonado los delitos y a quienes se les han cubierto los pecados; bienaventurado el hombre a quien el Señor no le tenga en cuenta su pecado.

Salmo Responsorial. Salmo 32:1-2, 5, 11
De David. Masquil. Dichoso el que es perdonado de la culpa, y le ha sido cubierto su pecado. Dichoso el hombre a quien el Señor no le imputa delito y en cuyo espíritu no hay dolo. Te declaré mi pecado, no te oculté mi delito. Dije: «Confesaré mis culpas al Señor». Y Tú perdonaste mi culpa y mi pecado. Alegraos, justos, y regocijaos en el Señor, exultad todos los rectos de corazón.
Evangelio. Lucas 12:1-7
En esto, habiéndose reunido una muchedumbre de miles de personas, hasta atropellarse unos a otros, comenzó a decir sobre todo a sus discípulos:
—Guardaos de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía.
Nada hay oculto que no sea descubierto, ni secreto que no llegue a saberse. Porque cuanto hayáis dicho en la oscuridad será escuchado a la luz; cuanto hayáis hablado al oído bajo techo será pregonado sobre los terrados. A vosotros, amigos míos, os digo: no tengáis miedo a los que matan el cuerpo y después de esto no pueden hacer nada más. Os enseñaré a quién tenéis que temer: temed al que después de dar muerte tiene potestad para arrojar en el infierno. Sí, os digo: temed a éste. ¿No se venden cinco pajarillos por dos ases? Pues bien, ni uno solo de ellos queda olvidado ante Dios. Aún más, hasta los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No tengáis miedo: valéis más que muchos pajarillos.
Sábado 18 de octubre
Primera Lectura. 2 Timoteo 4:10-17
Pues Demas me abandonó por amor de este mundo y se marchó a Tesalónica; Crescente, a Galacia; Tito, a Dalmacia; sólo Lucas está conmigo. Toma a Marcos y tráelo contigo, porque me es útil para el ministerio. A Tíquico lo mandé a Éfeso. Cuando vengas, trae la capa que me dejé en Tróade, en casa de Carpo, y los libros, sobre todo los de pergamino. Alejandro, el herrero, me ha ocasionado muchos males. El Señor le pagará de acuerdo con sus obras. Tú, ten cuidado con él, pues se ha opuesto obstinadamente a nuestras palabras.
Nadie me apoyó en mi primera defensa, sino que todos me abandonaron: ¡que no les sea tenido en cuenta! Pero el Señor me asistió y me fortaleció para que, por medio de mí, se proclamara plenamente el mensaje y lo oyeran todos los gentiles. Y fui librado de la boca del león.
Salmo Responsorial. Salmo 145:10-13, 17-18
(Yod) Que todas tus obras te den gracias, Señor, y tus fieles te bendigan. (Kaf) Que proclamen la gloria de tu reino y anuncien tu poder. (Lámed) Para mostrar tus proezas a los hijos de Adán y la gloria esplendorosa de tu reino. (Mem) Tu reino es un reino eterno y tu dominio, por todas las generaciones. (Nun) El Señor es fiel en todas sus palabras y piadoso en todas sus obras. (Sade) El Señor es justo en todos sus caminos, misericordioso en todas sus acciones. (Qof) El Señor está cerca de los que le invocan, de cuantos le invocan de verdad.
Evangelio. Lucas 10:1-9
Después de esto designó el Señor a otros setenta y dos, y los envió de dos en dos delante de él a toda ciudad y lugar adonde él había de ir.
Y les decía:
—La mies es mucha, pero los obreros pocos. Rogad, por tanto, al señor de la mies que envíe obreros a su mies. Id: mirad que yo os envío como corderos en medio de lobos. No llevéis bolsa ni alforja ni sandalias, y no saludéis a nadie por el camino. En la casa en que entréis decid primero: «Paz a esta casa». Y si allí hubiera algún hijo de la paz, descansará sobre él vuestra paz; de lo contrario, retornará a vosotros. Permaneced en la misma casa comiendo y bebiendo de lo que tengan, porque el que trabaja merece su salario. No vayáis de casa en casa. Y en la ciudad donde entréis y os reciban, comed lo que os pongan; curad a los enfermos que haya en ella y decidles: «El Reino de Dios está cerca de vosotros».
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