Hallan droga oculta en un chaleco antibalas
Una inspección sorpresiva a la Delegación de Narcotráfico y Drogas Ilícitas de La Matanza derivó en un hallazgo escandaloso: ocultos en un chaleco antibalas de la dotación reglamentaria de esa dependencia había 160 envoltorios de colores: era cocaína dispuesta en la forma típica para el expendio al menudeo.
El ministro de Seguridad de la provincia, Cristian Ritondo , dispuso la intervención de la dependencia y el inmediato desplazamiento de cuatro oficiales. Se trata, según fuentes del gobierno bonaerense, del comisario mayor Pablo Javier Montan (jefe de la delegación, actualmente de licencia porque fue operado recientemente de una pierna), el comisario inspector Guillermo Alberto Beascoechea (segundo jefe), el subcomisario Diego Martín Acevedo (jefe de Operaciones) y el oficial inspector Pedro Oscar Rosales (de Judiciales).
Tras el hallazgo, al cabo de una auditoría que comenzó el martes y se extendió hasta el jueves, se dispuso también que todo el personal de la jefatura antinarco sea sometido a un examen toxicológico.
Esas fuentes consultadas por LA NACION precisaron que el hallazgo se produjo en un solo chaleco y que aún resta determinar quién era el que lo usaba. No obstante, el auditor general de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad, Guillermo Berra, dispuso la separación preventiva de los responsables de las áreas sensibles de la jefatura.
Luego de descabezar la dependencia, Ritondo y el jefe de la policía bonaerense, comisario general Fabián Perroni, designaron al comisario mayor Marcelo Ferreyra interventor de la estratégica Jefatura de Narcotráfico y Drogas Ilícitas de La Matanza.
"Estos controles sorpresivos son parte de la transparencia, y la consigna es clara: el que mancha el uniforme se va. No vamos a parar hasta que quede la buena policía", dijo el ministro Ritondo.
La Unidad de Inspección Operativa del Ministerio de Seguridad realizó, durante 72 horas, una inspección sorpresiva con el objeto de revisar los registros y el equipamiento de la repartición en la que se encontraron las 160 dosis de cocaína dentro de uno de los chalecos policiales de la dotación.
El hallazgo motivó la convocatoria a funcionarios de la Auditoría General de Asuntos Internos, que profundizó la requisa de la dependencia y dispuso que todo el personal presente sea sometido a exámenes para determinar el eventual consumo de sustancias psicoactivas, según se explicó. A tal efecto, se les tomaron muestras de saliva para el posterior cotejo toxicológico.
En abril del año pasado, el ministerio había dispuesto que los más de 90.000 efectivos de la policía bonaerense deberían prestarse a análisis toxicológicos, de alcoholemia y de abuso de sustancias ilícitas. "Aquellos que dan la lucha contra el narco no pueden estar implicados", había dicho entonces Ritondo. Aquella medida tomó forma tres meses después de que Luis Montero, un agente de la Policía Local de Ezeiza, fue filmado cuando consumía cocaína. Montero fue suspendido y encausado.