La nueva generación del BMW X4 se destaca por su renovada fisonomía, el altísimo nivel de equipamiento, el gran confort de marcha y una mecánica excelente
BMW supo dotar de un estilo muy particular a algunos de sus SUV; tan particular, que creó la denominación Sport Activity Coupé (SAC) para distinguir a sus modelos que ofrecen las líneas de un crossover, pero con una estética definitivamente deportiva y que está dada por esa terminación en forma de coupé. Uno de estos es el nuevo X4, cuya segunda generación fue presentada hace pocas semanas a nivel mundial y que aquí llega importada de Estados Unidos en dos versiones: X4 xDrive 30i xLine (que probamos) y X4 M40i.
Como en todo cambio generacional, hay muchas diferencias con el modelo anterior. Para empezar, creció en tamaño (es 81 mm más largo y 37 mm más ancho) y amplió la distancia entre ejes (+54 mm), lo que se traduce en más volumen y espacio interior. Sin embargo, pese a esa mayor robustez, las líneas fueron estilizadas para lograr proporciones más fluidas y que se notan especialmente en la suave pero pronunciada caída del techo, que remata en un alerón que sobresale por debajo de la pequeña luneta, en la cintura más baja y en el capot más largo y también con mayor caída. Luego, en el frente la parrilla luce las nuevas formas del doble riñón característico de la marca pero con una impronta tridimensional, y las ópticas y antiniebla siguen la nueva tendencia que la marca le está imponiendo a todos sus vehículos. En la parte trasera, estrena luces con tecnología LED. Además, acentúa esa deportividad con el doble escape cromado y los apliques en aluminio que se distribuyen por todo el perfil.
Moderno y vanguardista, el interior tiene un nivel de materiales y terminaciones superlativo, y en él destacan la pantalla de 10", las butacas deportivas de regulación eléctrica con ajustes laterales, la iluminación ambiente, el generoso techo panorámico, y el tablero digital que ofrece una cantidad enorme de información a la cual se puede acceder tanto desde el volante, como desde la pantalla utilizando el dial que se encuentra debajo de la selectora. El equipamiento, es, por supuesto, completísimo y entre otras cosas ofrece asistente de estacionamiento, control de velocidad crucero (no adaptativo), cámara 360° y head-up display. El pack de seguridad y de ayudas a la conducción también es igualmente completo.
Esta versión equipa un motor 2.0 L de 4 cilindros en línea que genera 265 CV entre 5200 y 6500 rpm, con un par de 35,7 kgm entre 1450 y 4800 rpm. Es un impulsor que brinda una potencia y respuesta superiores en todo momento (gracias al amplio rango en el que entrega el torque máximo) y que, además, se muestra bastante eficiente: consume en promedio 9,8 L/100 km, nada mal para un SUV de 1810 kg. Si a esto le sumamos la caja automática Steptronic de 8 marchas perfectamente relacionadas (por supuesto, pasa los cambios con una suavidad, velocidad y precisión notables), tenemos un conjunto que funciona de manera excepcional, y que otorga siempre una respuesta óptima en cualquier situación y que permite optar por tres estilos de conducción: Eco, que prioriza el ahorro de combustible (en ciudad, por ejemplo, pasa los cambios antes de las 1500 rpm y en ruta a 120 km/h el propulsor gira a 1500 rpm); Custom, para un manejo estándar; y Sport, que ajusta varios parámetros (dirección, acelerador y régimen de vueltas) para ofrecer un manejo realmente deportivo y que también puede configurarse al gusto del propietario. Algunos datos de su performance: acelera de 0 a 100 km/h en 6,9 s, necesita 15 s para hacer 400 m, 27 s para hacer 1000 m y alcanza una velocidad máxima de 235 km/h.
Tuvimos la oportunidad de manejarlo tanto en pista como en ciudad y ruta. Y si bien es un sport utility voluminoso, su comportamiento dinámico semeja más al de un sedán que al de un crossover. Esto es: un aplomo sobresaliente en rectas, una enorme estabilidad y agarre en curvas (sin movimientos ni desplazamientos) y una gran agilidad para moverse en el tránsito; parte de estas mejoras se deben a que se le bajó el centro de gravedad y se le redujo un 10% la resistencia aerodinámica. En eso destacan la excelente dirección electrónica y el reglaje de suspensiones que copia muy bien las imperfecciones del camino y casi no las transmite a la cabina (esto, pese a los neumáticos de perfil bajo).
Por otra parte, el sistema de tracción integral xDrive fue mejorado para optimizar la tracción sobre cualquier tipo de terreno y ofrecer una buena capacidad off-road, sin llegar a ser un todo 4x4 puro (tiene un despeje de 204 mm, una capacidad de vadeo de 500 mm, 25,7° de ángulo de ataque y 22,6° de salida).
Muy alto confort, gran equipamiento y notables prestaciones, esta versión del X4 se vende a US$94.900, un precio muy competitivo dentro del segmento premium y acorde con varios de sus rivales directos.