Condenaron a 15 años al instigador del crimen del hincha de Belgrano en Córdoba
CORDOBA. "Yo no quise matar a nadie, no soy quien para matar a nadie", dijo Oscar "Sapito" Gómez, acusado de "homicidio agravado en ocasión de espectáculo deportivo". La Justicia lo condenó a 15 años por el crimen de Emanuel Balbo, el hincha de Belgrano de 22 años que murió a los pocos días de ser golpeado y empujado desde cinco metros en una tribuna del estadio Mario Kempes en un clásico Belgrano – Talleres sin público visitante.
Los padres de Emanuel escucharon en silencio las sentencias y también la palabra de seis de los siete acusados que decidieron hacer uso de ese derecho para cerrar el proceso; todos pidieron "disculpas" y algunos dijeron que eran inocentes.
"Todos santitos, mi hijo fue a la cancha a matarse solo. Son todos unos infames, unos caras duras, igual que sus abogados. Son todos santos, ejemplares. No sé qué hacemos acá, en un juicio. No me sirven de nada las disculpas, a mi hijo no lo tengo", dijo antes de la sentencia Raúl Balbo, el padre de Emanuel. La mamá, directamente, planteó que "no escuchó" a los acusados.
El fiscal Mariano Antuña había pedido 17 años y seis meses para Gómez. Los otros condenados Matías Oliva fue condenado a 10 años y 8 meses de prisión por homicidio agravado; Darío Vergara, a 11 años y 7 meses; Yamil Salas y Pablo Robledo, a 7 años y 2 meses; y Cristian Oliva, en tanto, fue absuelto. Hugo Acevedo, quien fue acusado de robarle las zapatillas a Balbo, fue condenado a dos años de prisión condicional.
El 15 de abril de 2017 Gómez acusó a Emanuel de ser hincha de Talleres. Desde la cuna era un "pirata" fanático. Ante el grito de Gómez grupo de hinchas empezaron empujarlo, a pegarle y escupirlo. A los tropiezos corrió hacia abajo en la tribuna Daniel Willington pero, en la baranda, recibió un empujón hacia el vacío. Cayó desde cinco metros de altura; cuando estaba en el piso, agonizando, le robaron las zapatillas.
Ayer por la tarde, la Cámara autorizó a la mamá de Emanuel, Alejandra, a hablar. Cuestionó los argumentos de los defensores de los acusados y, después, levantó una bolsa con un par de zapatillas. Fue hacia Acevedo, quien se llevó el calzado de Emanuel, y le dijo: "Tomá, son para vos. Fijate si te andan". Hoy, después de la sentencia, afirmó: "Me siento más tranquila; no me van a devolver a mi hijo, pero se hizo un poco de Justicia".
El muchacho fue trasladado al Hospital de Urgencias, donde los médicos explicaron a la familia y amigos que no había esperanzas. En esos días de horror, mientras esperaban el desenlace final, el papá recibió las llamadas de Claudio "Chiqui" Tapia , presidente de la AFA , y del presidente Mauricio Macri . Escuchó con respeto pero les dejó en claro que "nada" le devolvería a su hijo.
Emanuel fue a la cancha con su amigo Lucas; como no consiguió entrada para la platea, compró una para ir a la tribuna Willington. Allí se cruzó con Gómez, con quien la familia Balbo tiene otra historia negra. "Sapito" está condenado a cuatro años de cárcel por participar de la picada callejera que terminó matando a Agustín, el hermano menor de Balbo, en 2012.
Cuando murió Emanuel llevaba seis meses viviendo con unos tíos; se había mudado angustiado por la muerte de su hermano y por los cruces permanentes con los Gómez. Las dos familias viven en Ampliación Ferreyra. Dos semanas antes del crimen, la familia Gómez planteó en la Justicia que recibía amenazas y tenía miedo.
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