Después de seis partidos, un éxito para recuperar la memoria

1 Estudiantes

0 Patronato

LA PLATA.- Un día, de golpe, a Estudiantes se le extravió la memoria. Fue, precisamente, el 26 de noviembre del año pasado cuando perdió ante Banfield. Hasta aquella jornada, el Pincha era líder absoluto del campeonato y con una estadística contundente: ocho triunfos y dos empates (una efectividad del 86,66 por ciento). Antes de la fatídica fecha 11 al elenco de Vivas le cambiaron el chip; le sacaron el de equipo sólido y aplomado y le colocaron el de conjunto endeble y timorato.

El León pasó de que le saliesen todas (jugaba el ignoto Bailone y metía goles, atajaba el pibe Sappa y tapaba un penal sobre la hora), a que no le saliera una. De invicto a no saber ganar. Aquella derrota frente a el Taladro significó un sopapo para su confianza: su nivel de juego mermó y sus números, que se ofrecían impactantes, se volvieron diminutos. Llegó al encuentro con Patronato con seis partidos sin victorias, entre torneo local y la Copa Libertadores. ¡Un punto sobre 18! ¡Una cosecha del 5,55 por ciento!

En esta aciaga racha, Estudiantes dejó de marcar, literalmente. El mismo equipo que mantuvo su valla invicta en las primeras cinco jornadas del campeonato, acumulaba 11 tantos en contra en cinco partidos... Ayer, recuperó buena parte de la memoria: fue protagonista, se mostró firme y... ganó. No brilló, es cierto, pero la victoria fue inobjetable e incluso la diferencia pudo ser mayor: el colombiano Otero, un delantero inquieto e interesante, tuvo dos oportunidades nítidas para elevar las cifras, aunque falló en la definición. El conjunto platense desperdició varias ocasiones en ataque y ganó gracias a un muy buen cabezazo de Desábato, tras un tiro libre en forma de centro de Solari. Patronato, con poco para destacar, un rival a medida para relanzarse.

La palabra campeón ya huele a utopía y para el León hoy el lema es hacer un buen papel en todos los frentes. Nada mal para un equipo que, hasta ayer, sufría de una amnesia severa.