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La salida de Lucas Alario al fútbol alemán todavía no se oficializó, pero ya se transformó en un dolor de cabeza para River . Sus 41 goles en 82 partidos, los cuatro títulos que obtuvo y su condición de figura indiscutida son justificaciones suficientes para que el club se haya mantenido en vilo por su continuidad desde hace diez días. Ayer todo tomó un color gris: al mediodía, el Nº 9 se realizó la revisión médica con dos doctores alemanes que llegaron junto con la comitiva de Bayer Leverkusen , que también integraron el manager deportivo Jonas Boldt, un abogado y un traductor, con la intención de concretar la operación cuanto antes, ya que pasado mañana cierra el libro de pases en Europa.
La decisión está tomada: desembolsarían los 24 millones de euros de la cláusula de rescisión y se llevarían al delantero. Pero no todo se realizó en buenos términos: River –dueño del 60% del pase– no autorizó la revisión, envió un escribano para constatar lo que ocurría y los dirigentes no descartan demandar a Pedro Aldave, representante del jugador, y al Leverkusen. Además, la dirigencia está que trina con los manejos de Aldave y la posibilidad del acuerdo entre los alemanes y Colón –posee el 40% de la ficha– para abonar menos (ver aparte).
Así, mientras se aguarda por la confirmación del delantero, quien ya había manifestado que la propuesta le interesaba y ayer terminó de evidenciar su deseo de emigrar, en Núñez ya se analiza lo que se pierde. Aquí, cinco problemas que le dejará al club la partida del 9.
Aunque el próximo fin de semana no habrá partido oficial debido a la fecha FIFA, el sábado afrontará un amistoso ante Boca. Más allá de eso, la partida de Alario generaría un golpe que el grupo deberá asimilar rápidamente. A su vez, en la dirigencia están molestos con las formas que eligió el representante Pedro Aldave para manejarse y hasta el presidente Rodolfo D’Onofrio tildó de “ridículo” el trato entre Bayer Leverkusen y Colón.
Como se ve, Alario todavía no se fue pero ya le generó más de un malestar a un River que, a esta altura, pensaba que sólo iba a estar preocupado por jugar.


