Felipe VI, de rey a maratonista

Pasamos todo el tiempo diciendo que el running es el deporte más democrático del mundo, al incluir en el mismo evento a los mejores del mundo con los entusiastas más primerizos, pero también iguala a los ciudadanos comunes con la realeza.

Felipe VI, quien fue coronado rey de España hace poco más de dos años, lleva el mismo tiempo corriendo. El tercer hijo del matrimonio formado por Juan Carlos I de Borbón y Sofía de Grecia supo ser olímpico en vela hace un cuarto de siglo, pero ahora se sumó a las filas del running.

El monarca español, que ya superó la barrera las dos horas en media maratón (alcanzó 1:55 para los 21K en entrenamientos por El Pardo de Madrid), aspira a convertirse en maratonista para festejar sus cincuenta años de vida que cumplirá el 30 de enero del próximo año. Para tal fin, se marcó como objetivo el Maratón de Nueva York, pero las medidas de seguridad que necesita un miembro de la realeza son demasiadas y engorrosas para llevar a cabo en los 42K más famosos del mundo, por lo que el nuevo plan es coronar el Maratón de Valencia en noviembre de 2017 o los 42K de Sevilla, apenas unos días más tarde de cumplir las cinco décadas.

Si bien el rey cuenta con un entrenador personal, también es aconsejado por su compatriota Martín Fiz, quien no duda que Felipe pueda bajar de cuatro horas.

Los tiempos cambian y el atletismo, un deporte que supo estar ligado a las clases bajas por décadas, ha sido adoptado millones de personas alrededor del planeta sin dejar afuera a los ricos, famosos y también la monarquía. No cabe la menor duda que Felipe VI puede tener corona, pero los africanos son los verdaderos reyes de la disciplina.