“Quiero ser como ella”: la bióloga argentina que trabaja con Jane Goodall y lidera el rescate animal en el país
A través de Fundación Temaikèn impulsa rescates, educación y conciencia ambiental
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“Cuando era muy chiquita llegó a mis manos una revista National Geographic en la que salía Jane Goodall y dije: ‘de grande quiero ser así’", rememora la bióloga Paula González Ciccia, quien hoy ejerce el cargo de vicedirectora general y directora de Conservación, Educación, Ciencia y Salud de Fundación Temaikèn.
“Tuve la suerte de conocerla y hoy tengo el privilegio de trabajar junto a un capítulo de su organización en la Argentina, en vinculación con Temaikèn, para llevar adelante grandes proyectos en conjunto“, dijo González Ciccia a José Del Rio, secretario general de Redacción de LA NACION, en una entrevista exclusiva para el noveno capítulo del evento de Sustentabilidad, organizado por este medio.
El amor por la naturaleza, los animales y la necesidad de hacer algo para verlos mejor fue lo que la motivó −desde un primer momento− a incursionar en esta aventura en la que hoy está 100% comprometida.
Según contó, la labor proteccionista y promulgadora de la biodiversidad de la Fundación Temaikèn es tan inmensa que no se limita a su reconocida sede en Escobar, provincia de Buenos Aires. “Ahí está el corazón, nuestra base más grande de operaciones donde nos acercamos a la gente y la reconectamos con la naturaleza”, aseguró. A tan solo tres kilómetros de distancia, explicó, se ubica el Centro de Recuperación de Especies; en el sur del país cuentan con la Estación de Recría y Rehabilitación de Huemules, una especie en peligro en el país. Y en el norte se encuentra una reserva natural privada en la que trabajan para salvar pequeños endemismos de flora: especies que se ubican únicamente en un área geográfica del mundo y que, si no se las protege, se extinguen.

En línea con lo mencionado, Del Rio destacó una serie de datos alarmantes recolectados por este medio en un informe especial:
- El tráfico de vida silvestre es la segunda causa de pérdida de biodiversidad.
- De 10 animales capturados solo 1 sobrevive.
- Al menos 135 especies silvestres están afectadas por esta problemática en la Argentina y 20 de ellas están en peligro de extinción.
- Solo el 50% de los animales que lograron rescatarse pueden ser reinsertados en la naturaleza.
Tres casos de asistencia
Para dar más contexto a la conversación sobre la biodiversidad, González Ciccia destacó tres casos de auxilio a las especies que hicieron en Fundación Temaikèn en el último tiempo.
Comenzó por desarrollar el caso de un tucán que llegó en pésimas condiciones de salud: presentaba varias deficiencias, sufría hacinamiento y tenía una rotura en su pico, “algo fundamental en esta especie para subsistir”, añadió.
Fue gracias a la intervención de un equipo interdisciplinario que pudieron reconstruir con impresiones 3d la parte que el ave tenía fracturada. “Se creó una prótesis de plástico liviana, pero firme para permitir la presión del alimento”, dijo. Asimismo, agregó que tras la intervención quirúrgica lograron que pueda sobrevivir y de una buena manera, es decir, priorizando el bienestar del animal.
“Es un gran embajador de lo que pasa con muchas especies cuando son extraídas de la naturaleza de manera ilegal para ser comercializadas”, sentenció.
Luego contó la historia del aguará guazú, el canido más grande de América del Sur del cual desde 2014 se han reportado numerosos registros en la provincia de Buenos Aires. Hoy se encuentra amenazado principalmente por la acción humana y la pérdida y degradación de su hábitat, explicó.
“Desarrollamos un programa de trabajo con la comunidad que incluye vecinos, alumnos y maestros de escuelas locales para generar mayor conciencia y sensibilidad con la naturaleza”, dijo. Y añadió que Temaikèn trabaja activamente en el rescate y rehabilitación de ejemplares heridos o amenazados.
“La naturaleza es resiliente y el aguará guazú ha logrado encontrar el camino para poder convivir en estos espacios modificados. Sin embargo, como el problema sigue siendo el encuentro con las personas y el temor que se desencadena, lo que tenemos que hacer es generar conciencia y promulgar el respeto por la naturaleza", enfatizó.
Ya hacia el final del encuentro mencionó el caso del ciervo de los pantanos, un nadador que habita solo a 40 km de la Capital Federal. Actualmente está en peligro de extinción y fue declarado monumento natural, aunque se estima que quedan solo unos 800 individuos.
Los motivos detrás del peligro que acecha a la especie son múltiples: la pérdida de su hábitat natural dado que los humedales del Delta del Paraná han sido drásticamente modificados; y la cacería y tráfico ilegal junto con el ataque de perros cimarrones y accidentes.
“Nosotros rescatamos, rehabilitamos y reinsertamos ciervos en situación de emergencia. Ya hemos asistido a más de 40, tanto en campo como en los centros de rescate”, informó González Ciccia.
Como mensaje esperanzador, la bióloga finalizó el encuentro resaltando el rol de los más pequeños y los jóvenes en la conservación de la biodiversidad. “Muchas veces son las nuevas generaciones las que llevan estos temas a las casas, pero también es importante que puedan llegar a quienes tienen la posibilidad de modificar las políticas de manejo de las tierras y los recursos”, concluyó haciendo un llamado a que el eje de biodiversidad esté cada vez más presente en la agenda pública y empresarial.
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