Gustavo Bermúdez: “Me dan ganas de meterme en política”

Suele decirse que una vez que prueban la fama, los actores se enamoran de los flashes y no pueden correrse de las cámaras. Suele pasar, pero ese no fue el caso de Gustavo Bermúdez (49). En los 90’, hizo suspirar a cientos de mujeres que hoy ya pasaron los 30 y lo recuerdan como "el galán" de la pantalla chica. Sin embargo, cuando estaba en el mejor momento de su carrera, clavó los frenos y se fue a vivir a San Martín de los Andes para disfrutar con su entonces mujer del crecimiento de sus hijas, Camila (22) y Manuela (13).

Separado luego de 22 años de matrimonio y después de haber estado 12 alejado del medio, sintió que era el momento de volver al prime time y aceptó la propuesta de Quique Estevanez para protagonizar Somos familia, junto a Ana María Orozco. Con la pinta de príncipe azul y el bajo perfil intactos, el actor habló con Personajes.tv sobre su vuelta a la pantalla chica, el medio, sus proyectos y el amor.

-Abandonaste el medio cuando estabas en la cima, ¿sentiste miedo de no poder volver?

-Sí, tuve miedo de decir tanto que no y que cuando quisiera volver me dijeran: "¿Y vos de dónde saliste?". Pero fue una elección. No sé si la vida es buena lejos de la tele, sí sé que por mi forma de trabajar, cuando hago una tira grabo hasta las 18, llego a mi casa, estudio el capítulo siguiente y, al otro día, arranco a las 6 de la mañana. En ese momento, mi profesión ya me había regalado un montón de lindas anécdotas y quise pasar más tiempo con mi familia.

-¿Cómo fue la vida lejos de la pantalla?

-El tiempo pasa muy rápido y, de verdad, lo único que nos llevamos son los buenos momentos. Aprendí a seleccionar y dar a cada cosa la importancia que se merece. Puse en práctica el concepto "no le hagas a los demás lo que no te gusta que te hagan". Desear siempre lo mejor, me colocó en un lugar de sonrisas, hizo que no me cargara de miedos y frustraciones, que lo único que hacen es atentar contra uno mismo. No lo hago porque sea bueno, lo hago por mí. Cuando algo me molesta, me lo saco de encima. El dolor inevitable es inevitable, pero el sufrimiento es opcional.

-¿Cuándo empezaste a moverte con esa filosofía de vida?

-¡Con las canas que están apareciendo! (Risas).Tengo ganas de pasarla bien, trato de vivir intensamente y desdramatizar mucho.

Yo siempre digo: "O envejecés o no vivís". Yo elijo envejecer.

-Pero debe haber cosas que te saquen de ese eje, ¿cuáles son?

-Las injusticias, la falta de solidaridad, las mentiras. La mala utilización de los recursos tanto privados como públicos, pero eso ya sería meterme en algo político...

-¿Te gustaría incursionar en la política?

-Me dan ganas de meterme en la política. Me encantaría ponerme a hablar de política, pero ahora estoy en el rol de actor, respeto mucho a los colegas que dan su opinión. Yo, por ahora, estos temas prefiero hablarlos en privado. El día que me dedique a la política, si llego a hacerlo, estaré enfocado pura y exclusivamente en eso.

-¿Te ofrecieron sumarte a algún partido?

-No, pero en algunas conversaciones privadas me dicen "vos tendrías que dedicarte a la política". Dejo la puerta abierta. Todo en mi vida lo dejo abierto. Nunca digo que no a nada, porque no sé las vueltas que puede dar la vida.

-¿Resucitar al galán en tiempos de HD te volvió más coqueto?

-No, para nada. Ese papel lo hago en forma natural, me gusta, me queda cómodo, lo disfruto, pero nunca me sentí un galán. Los años pasan y está bien que así sea. Yo siempre digo: "O envejecés o no vivís". Yo elijo envejecer. Me cuido como me cuidé siempre en la vida. Cuando no trabajaba, tenía la misma rutina: hacer deporte y comer sano.

-Después de haber rechazado varias propuestas, ¿por qué aceptaste volver con Somos familia?

-Tenía ganas de hacer un programa así, para chicos. Me gusta que la familia esté sentada frente a la pantalla. En televisión, trato de ser apto para todo público.

-¿Cómo fue la respuesta de los espectadores después de doce años fuera del aire?

-Los espectadores son muy agradecidos. Cuando algo les gusta, me lo demuestran. Eso se traslada a mí, que se los termino agradeciendo a ellos. Esa comunión está buena.

-¿Cómo ves la televisión hoy?

-Hay de todo. La televisión es cíclica. Se reinventa a sí misma permanentemente. Evoluciona, va cambiando. Nunca hay algo que se establece para siempre. Sí cambian las maneras de contar las telenovelas, se vuelve al culebrón tradicional, se transita la telecomedia y otra vez al culebrón. No sigo ningún programa en particular, pero me gusta saber lo que se está haciendo en la televisión argentina.

-Y tu corazón, ¿cómo está?

-Está bien.

-¿Estás en pareja?

-Estoy separado.

-Se dijo que estabas saliendo con Coki Ramírez...

-Estoy bien y solo.

-¿Volviste para quedarte en el medio?

-Sí, esa fue la idea. Volver para seguir actuando.

-¿Qué proyectos tenés?

-Una telenovela, pero no puedo adelantar nada por el momento. Me gustaría hacer teatro también.