En la primera entrega de una nueva temporada de Hablemos de otra cosa , Pablo Sirvén entrevistó a Joaquín Furriel . En una charla en la que el actor habló de su presente profesional y de su vida personal, Furriel reflexionó sobre actualidad y el importante vínculo que comparte con su hija.
En abril, estará al frente de Hamlet. El clásico de Shakespeare se podrá ver en el Complejo Teatral San Martín, en una versión dirigida por Rubén Szuchmacher. Para el actor, se trata de uno de los desafíos más importantes de su carrera. Desde la perspectiva de Furriel, la obra está, de alguna manera, ligada a la coyuntura argentina: "Shakespeare no dice: 'Las cosas son de esta manera o de otra'. Y en la realidad en la que estamos viviendo nosotros, tan estúpida desde el análisis, donde aparentemente está la grieta, donde todo está polarizado, Shakespeare está siempre en el matiz".
Más adelante el intérprete se refirió a la importancia que tiene su rol como padre, y al vínculo con Eloísa, su pequeña hija. Furriel dijo: "Mi hija en mi vida ocupa un lugar de un grado de intimidad, de tanta privacidad... la paternidad es algo que conozco, de hecho tengo acá una pulsera que me hizo ella con deseos. Yo soy muy escéptico, no tengo ninguna cábala, y sin embargo, este es el primer talismán que guardo en mi vida".
El periodista le consultó a su entrevistado si veía en su hija inclinaciones artísticas, y muy orgulloso Joaquín respondió: "Vos calculá que su papá es actor, la madre [Paola Krum] no solo es actriz sino que también fue bailarina. Entonces ella siempre tuvo mucho estímulo desde ese lugar, y naturalmente qué te voy a decir, yo me babeo. A mí me hizo un dibujo de Hamlet que me emocionó. Yo veo ese dibujo, y me dan ganas de ponerlo en la puerta del San Martín. Yo la veo con mucha libertad, y como padre me gustaría acompañarla en su libertad hacia donde ella quiera ir".
En octubre de 2015, Furriel sufrió un ACV que, afortunadamente, no le dejó secuelas físicas, pero que sí lo dejó impactado en aspectos emocionales. Sobre ese episodio, contó que no hay una respuesta médica sobre por qué le sucedió, y reflexionó sobre qué significa hoy el haber atravesado esa experiencia: "Yo al poco tiempo entré en un terreno bastante... me angustié. Estaba muy vulnerable. No lo llamaría depresión porque es una palabra a la que le tengo mucho respeto. Yo diría una gran angustia, una vulnerabilidad que no estaba acostumbrado a conocer. Yo estaba muy armado ante la vida, pero a mí me incomodaba mucho mostrarme vulnerable, y hoy me doy cuenta que si me pasa algo, no lo oculto tanto".
En su extensa carrera, tuvo el privilegio de compartir escenario con una eminencia del teatro: Alfredo Alcón . Ambos trabajaron juntos en Final de partida, que resultó ser la última pieza que el veterano actor dirigió y protagonizó. Esa vivencia fue clave para Furriel, y al día de hoy atesora con gran cariño el recuerdo de ese tiempo que compartió junto a Alcón: "Para mí tener la posibilidad de estar con Alfredo haciendo Final de partida y acompañarlo en ese momento fue algo extraordinario, está fuera de mi currículum. Para mí Final de partida no es una obra de teatro, es otra experiencia. La saco totalmente de mi recorrido como actor. Alfredo Alcón va a ser seguramente la síntesis de su época, como lo fue Pablo Podestá".
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