James Blunt, en la Argentina: "No compongo pensando en hacer un hit, me sale del corazón"
James Blunt habla perfecto español, pero reglas son reglas y ni él ni su interlocutora las piensan romper. Aunque todas las fórmulas de cortesía serán en el idioma local -"mucho gusto", "un placer conoceros", entre otras-, en una charla a solas con LA NACION deberá expresarse en inglés, con un acento suavizado quizás por su vida nómade: mucho antes de ser músico y protagonizar tours por todo el globo, James Blunt ya viajaba constantemente por el trabajo de su padre, coronel del Ejército británico. Chipre y Alemania fueron algunos de sus destinos de la infancia. Luego vendrían los que le llegarían a él mismo como soldado: una de sus últimas misiones fue la guerra de Kosovo.
Acaba de aterrizar en Buenos Aires proveniente de Montevideo, adonde pasó su cumpleaños número 44 rodeado de las 5000 personas que acudieron para verlo en su primera vez en tierras charrúas. James Blunt sabe de códigos: dirá que la audiencia uruguaya fue increíble pero no se olvidará de elogiar al público argentino: "Para mí tocar en Buenos Aires, en el Luna Park, es el highlight de mi tour porque en todo el mundo puedo decir que en la Argentina está la mejor audiencia, tienen música en su sangre, así que estoy muy contento de estar acá", lanza antes incluso de que se lo pregunten. Demagogia aparte, algo de cierto hay: cuando no está de gira, Blunt vive en una preciosa mansión en Ibiza, isla donde pasa largas temporadas y donde reside una buena cantidad de los argentinos que emigraron a la península ibérica. Tiene amigos argentinos, y en su última visita al país, en 2015, decidió separarse de sus compañeros después del último show y hacer un recorrido por el campo argentino, recalando en Salta y Cafayate: "Probé vinos, anduve a caballo, que me encanta, porque yo estaba en el cuerpo de caballería cuando era militar. Tengo muchos amigos argentinos en Ibiza donde vivo, así que para mí es un lugar que a través de mis amigos he conocido y he llegado a amar".
El artista inglés conocido por su éxito mundial "You're beautiful", trae su nuevo trabajo discográfico para presentar hoy en el Luna Park, estadio que recuerda con mucho cariño tras aquella exitosa gira de 2015 -antes había estado en 2012, y en 2008 vino como banda soporte de Elton John -. El disco se llama The Afterlove, pero según Blunt el recital será un popurrí de los temas más populares de su carrera y acá es donde llama la atención un rasgo de la personalidad del artista: no teme asumir públicamente que es una especie de "one hit wonder", y que sus nuevos temas no son conocidos para el público argentino. No le importa. Tanto, que en su bio de Twitter, red social donde vierte comentarios ácidos y responde con ironías a las críticas de sus seguidores, escribió, entre otras cosas "Soy la prueba de que todo lo que necesitás es una canción". Aunque tiene otros temas que se ubicaron cómodamente en los charts luego del batacazo de "You're beautiful" - "Goodbye my lover", por ejemplo- su nuevo álbum no provocó que el centro de las miradas girara hacia él nuevamente. Nada de eso parece perturbar al cantante, que prefiere referirse a procesos, a expresión "del alma", y a una honestidad brutal a la hora de hablar sobre sus composiciones. Su relación con las redes sociales es un claro ejemplo de cómo se toma la mirada ajena: Blunt lee todos los mensajes, aunque no necesariamente estén dirigidos a él, y luego responde con una ironía. "No soy un fan tuyo pero estuve escuchando tu álbum y wow", le escribe alguien. El contesta: "Vos tampoco me gustás, pero qué suerte que te gustó el álbum". "¿James Blunt existe?", se preguntó hace poco un tuitero descuidado. "Solo en los lugares en los que vos podés entrar", le respondió el pícaro Blunt.
Entre sus credenciales, además de músico y autor, se encuentran las de Sociólogo, ingeniero y piloto de avión. Lejos del estereotipo de "nerd", ama salir de fiesta -"como los argentinos", aclara-. Practica esquí a nivel profesional y surf. Sirvió al Ejército británico durante seis años hasta que decidió dejarlo para dedicarse a la música. Ahora vende millones de discos, colabora con causas benéficas y esgrime argumentos con fuerte contenido político cuando la charla se concentra en la coyuntura a nivel mundial. Rechaza de cuajo los enfrentamientos y las divisiones, y cuestiona el rol de los políticos, con quienes se muestra profundamente escéptico. "Todos queremos lo mismo: tener una vida feliz", subraya y no teme hablar del antiguo conflicto que suele enfrentar a argentinos y británicos: Malvinas.
-The Afterlove suena a un concepto sociológico..., ¿qué significa y por qué es el nombre de tu nuevo álbum?
-Creo que todas las canciones tienen que ver con el título de maneras distintas: después de perder el amor, o después de la muerte de alguien que implica que el amor se haya ido, después de que las adicciones se van, o cuando la fama nos quema y cómo seguimos... Las canciones del álbum tienen que ver con ese nombre, en distintas maneras.
-Te tomaste unos años para volver a lanzar un disco, ¿qué estilo buscaste imprimirle a tu música?
-Ahora mi estilo es más diverso, las canciones quizás son más cargadas. Tengo más experiencia, más confianza, y estoy escribiendo canciones más fuertes. No quiero repetirme a mí mismo, quiero hacer algo especial. Musicalmente traté de buscar lugares donde sentirme cómodo, y las letras no dejan de ser el tipo de letras que siempre escribí.
Los políticos tratan de dividirnos. Que tengamos miedo del otro, que sospechemos del otro, y lo hacen por una razón: si nos dividen pueden gobernarnos
-¿Alguna vez te preocupó hacer otro hit como "You're beautiful"?
-Creo que si estás pensando en cómo es un hit cuando lo estás escribiendo, la cagás. Porque componer canciones no tiene que ver con eso, tiene que ver con expresarte. Si escribo sobre adicciones no pienso en lo que vos pensás sobre eso ni pienso en vender. Escribo sobre algo que rompe el alma, que rompe hogares. No estoy tratando de ser honesto con nadie más que conmigo mismo, y lo que pasa después con esas canciones es problema de las compañías discográficas.
-¿Cómo fue trabajar con Ed Sheeran en una de las canciones?
-Fue increíble, nos conocemos mucho, somos amigos, estábamos de vacaciones, esquiando, y ahí surgió la canción ["Make me better", dedicada a su esposa e hijo], es una canción muy personal sobre lo que estaba ocurriendo en mi vida y sabía que estaba en buenas manos haciéndola con él.
-Hay una canción, "Someone singing alone", que apunta contra Donald Trump. ¿Cuál es tu opinión de la situación política de Estados Unidos?
-Creo que los políticos tratan de dividirnos. Que tengamos miedo del otro, que sospechemos del otro, y lo hacen por una razón: si nos dividen pueden gobernarnos. Los políticos hacen eso. Incluso las conversaciones sobre si somos de derecha o de izquierda, conservadores o liberales, son conversaciones estúpidas, porque la mayoría de nosotros somos moderados, estamos en el medio, tenemos sentido común para tener una mirada sobre todo. Mi canción apunta a que, antes de tener miedo del otro, de ver nuestras diferencias, veamos nuestras similitudes, y abracemos nuestras diferencias, no les tengamos miedo, porque todos los humanos somos lo mismo. Vos sos una chica y yo un chico, pero todos queremos lo mismo, ser felices, conocer a alguien especial y vivir una vida feliz. Vos sos argentina y yo británico, vengo de otra atmósfera y podemos conectar en una conversación, en un nivel humano, en la música. Si escribo una canción no pienso de qué color es mi audiencia, conectamos con las mismas emociones. Por eso los políticos están equivocados.
-¿Qué pensás de la rivalidad que enfrenta a los argentinos con los británicos por las islas Malvinas?
-Mis amigos argentinos siempre me hablan de eso y se apasionan mucho. ¿Vos estuviste ahí?
-¿En las islas Malvinas? No...
- Yo tampoco. No estuve ahí, no puedo hablar apasionadamente de eso, sin haber tenido esa experiencia. Ni vos ni yo podemos decir qué debería pasar ahí. No creo lo que dicen los políticos sobre eso porque no sé cuáles son sus razones. Me gustaría hablar con alguien que viva ahí para saber cómo se siente, para tener un verdadero entendimiento de la situación.
No creo lo que dicen los políticos sobre Malvinas
-¿Qué te dejó la experiencia de participar como soldado en la guerra de Kosovo?
-Conocí a serbios y a albanos. Individualmente, son muy especiales, inspiradores, compasivos y amables de ambos lados. Pero es cuando se agrupan cuando se ponen agresivos, inhumanos, racistas, violentos. Era muy notable ver cómo el ser humano en grupo puede convertirse en inhumano contra los demás. Así que puedo decir que conocí gente inspiradora en la individualidad, pero fue muy triste ver cómo los humanos podemos actuar los unos contra los otros cuando estamos en masa.
-¿Y qué pensás de la guerra?
-No conozco mucha gente que piense que está bien la guerra. Es algo trágico, triste.
-Pero fuiste soldado...
-Como un ex soldado entiendo la naturaleza de la guerra, pero también por haberlo sido sé que un soldado es mucho menos agresivo que un político. Un político quiere tener fuerza para ostentar, pero el soldado trata de que se termine la violencia porque si no se termina no volverás a casa. En ese sentido, somos más diplomáticos.
-¿Por qué dejaste el Ejército?
-Para convertirme en músico. Aprecio mi experiencia ahí porque entendí los dos lados de la historia. Si tenés un conflicto con alguien probablemente sea por una razón. La otra persona, seguramente, tiene un cerebro y hay una razón para su enojo. El Ejército me enseñó a mirar el otro punto de vista para entender de dónde viene la bronca.
-Europa y principalmente el Reino Unido ha sido víctima de graves atentados terroristas en los últimos tiempos. ¿Vivís con miedo?
-No vivo con miedo. Pienso que en general estos eventos son poco frecuentes. Son shockeantes y trágicos pero en términos reales son raros. No tengo miedo, creo que hay cosas más graves para preocuparse. Quizás sea inconsciente del peligro. Es trágico, es grave. Pero no tengo miedo.
No vivo con miedo al terrorismo
-¿Cómo cambió tu forma de hacer música la llegada de las plataformas de streaming y las nuevas tecnologías?
-Es un tiempo muy emocionante para la música. Si escuchás una canción que te gusta, podés usar el Shazam [app para identificar canciones que uno no conoce] para encontrarla, descargártela y escucharla todas las veces que quieras. Podés usar streaming o descargártela, es instantáneo y es increíble eso. Ahora tenés que pensar los álbumes en ese sentido: la gente escucha las canciones por separado, cada una de ellas debe ser muy buena, muy fuerte, no podés confiar en que la anterior de la lista fue buena, porque la gente escucha de repente la que quiere en el orden que quiere. Antes escribía como capítulos, 1, 2, 3... Ahora no. Cada canción tiene que contar su propia historia.
-¿Qué pensás de la idea de democratizar la música? Muchos artistas buscan prescindir de las discográficas y poner la música gratis en Internet.
-Si queremos buena música tenemos que invertir en buena música. Hay que pagar las cuentas. Si querés apoyar el nacimiento de nuevas bandas y buena música, hay que apoyarlas e invertir.
-¿Qué artistas actuales te interesan?
-The Weeknd me gusta mucho, es inspirador y me gustaría trabajar con él. Mi canción "California" fue escrita y grabada por alguien que trabaja con él. Cuando escuchás un álbum que te gusta, también te fijás quién produce, y eso es lo que hice.
- Tenés una cuenta de Twitter bastante activa donde siempre lanzás comentarios ácidos e irónicos sobre las críticas que recibís, ¿cómo te manejás con esos comentarios negativos?
-La gente es muy mala en general en los foros de los medios digitales y en las redes. Normalmente, dicen cosas malas. Es un mundo extraño. Pero yo al menos me puedo reír y no tomármelo en serio. Hago conciertos para miles de personas, si yo veo dos tuits negativos, por qué los voy a tener en cuenta. Si miles de personas hicieron un esfuerzo para venir a mis recitales, quizás viajaron desde lejos, gastaron en el ticket, en el hotel, se saben las canciones... sería una falta de respeto que yo pensara en dos personas que están en su habitación, con las cortinas cerradas, en shorts y medias escribiendo cosas feas sobre mi álbum en vez de pensar en las miles de personas que me siguen. Yo hago bromas sobre eso porque no me los tomo en serio. La gente real es mucho más agradable.
-¿Cómo te llevás en general con las críticas? ¿Leés lo que se escribe sobre vos?
-Cuando alguien escribe una review sobre cualquier cosa, lo que está pensando es en si mismo. Vos pensás cómo vas a ser percibido por tus lectores cuando escribís un artículo. Yo no. Como músico, yo me cago en eso, porque no lo hago para eso, lo hago desde mi corazón, me expongo, estoy en el escenario desnudo diciendo soy un pequeño ser humano, y estos son mis atributos, y eso exige un enorme coraje. El crítico puede decir que es bueno o malo pero lo estará haciendo en función de su ego, para impresionar a sus lectores, para decirles esto está bueno o no, pero yo no, yo estoy parándome frente a miles de personas sin ropa, y no me importa, y la única crítica que me importa es la de esas miles de personas, la de las 20 millones de personas que compraron mi álbum y que lo disfrutan. Eso me emociona.
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