El Residente, y su recuerdo de Mercedes Sosa
Cuando me entere sobre la condición de Mercedes rápido llame a su hijo para corroborar. Su hijo en lugar de quejarse y llorar me hablo de cómo sentía tanto el que Mercedes nunca pudo regalarle un saludo telefónico a mi papá para el día de los padres. Mercedes estaba en el hospital en estado crítico. No me salían palabras. Solo le pude decir que tanto mi padre como yo teníamos un sueño menos que completar gracias al tema que Mercedes había grabado conmigo. Le regale mis bendiciones, colgué y me puse a escribir esta carta: Estoy en el medio del Océano Atlántico. Sentado encima de una hamaca en una islita llamada Ukuptupu. Rodeado por arena, una cerveza, varios insectos, gente bonita durmiendo cerca, una libreta y mi bolígrafo de la suerte. Mirando pa’ mi lado izquierdo, pa’ donde la neblina tapa el mar y la noche tapa a las nubes comencé a recordar la primera vez que escuche a Mercedes Sosa. Una voz fuerte que recitaba las palabras de León Gieco, "Solo le pido Dios" y que se había metido por las orejas de Pinochet para sembrarle en el tímpano las palabras de Julio Numhauser con "todo cambia".
Esa voz que escuché le da esperanza a los habitantes de una islita que se ahoga en el Mar Caribe. Su voz me conectó con todo lo que la escuela no me quiso enseñar. Me reveló todo lo que me trataron de esconder. Le inyectó vitaminas a una colonia deshidratada, a mi isla Puerto Rico, una isla que lucha poco por que sabe poco. La voz de Mercedes hizo que mi papa lanzara piedras cuando había que lanzarlas. Logro que un pueblo que siempre había sentido miedo sintiera menos miedo. Con su voz la bandera estadounidense se desaparece y mi bandera parece que esta sola. ¡Mercedes hace magia! Con su voz los desaparecidos aparecen y abrazan a sus madres. Logro que el folklore se escuchara más alto que una canción de Madonna. Le regaló sustancia a los jóvenes. Hoy muere pero su voz queda como referencia para futuras voces. Mercedes Sosa fue una mujer que se atrevió a hablar como ningún hombre pudo. Su voz es tan real como las necesidades latinoamericanas.