El crucero del amor: extras que pagaban por aparecer en pantalla y una tripulación que se hizo famosa por sus célebres invitados
A lo largo de una década, esta comedia creada por Aaron Spelling se impuso como un símbolo de la pantalla chica
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En 1977 llegó a la televisión El crucero del amor, una propuesta que partía de una premisa atípica: contar todo tipo de historias, con un lujoso crucero como marco del relato. Si bien el proyecto interesó, nadie vaticinó que se trataría de una ficción destinada a prolongarse durante diez años, a lo largo de 249 episodios. Y en esa serie que hacía de la comedia su principal herramienta, se tejió uno de los mayores éxitos televisivos de todos los tiempos, que no estuvo exento de sus particularidades.
Con la firma de Spelling
En la sección TV Retro, el de Aaron Spelling es un nombre recurrente: mítico productor televisivo, detrás de su escritorio se gestaron hitos como Los ángeles de Charlie, Beverly Hills 90210, Starsky y Hutch, o Dinastía, entre muchísimos otros. En los años setenta, Spelling ya era un productor de prestigio, y sus iniciativas eran bien recibidas en los pasillos de los canales de televisión. Por ese motivo, cuando impulsó la idea de adaptar el libro The Love Boats de Jeraldine Saunders, la señal ABC se interesó en la idea.
En su texto, Saunders repasaba algunas de sus mejores anécdotas a lo largo de los muchos años que había trabajado como anfitriona, dentro un imponente crucero. Spelling y su equipo vieron ahí la materia prima para desarrollar una serie de tono ligero, que transcurriera en una fastuosa embarcación, con la tripulación y los pasajeros como estrellas principales.
En vez de un piloto, la ABC optó por producir una película para televisión, que se estrenó en 1976 y se llamó El crucero del amor. La respuesta del público fue favorable, y a comienzos de 1977 se lanzaron dos nuevos largometrajes para la pantalla chica: El crucero del amor 2, y El nuevo crucero del amor. El rating volvió a resultar promisorio, y el 24 de septiembre de ese año, debutó el primer episodio oficial.
Esa trilogía inicial de películas le permitió a Spelling tantear distintos tipos de historias, posibles protagonistas y definir cuál era la mejor estructura para cada episodio. De esa manera, dichas películas se convirtieron en una suerte de sofisticados episodios pilotos, laboratorios que permitieron pulir una fórmula que resultó ser enormemente atractiva. Gracias a eso, Spelling le garantizó a ABC tener un suceso entre manos, en el instante mismo en el que la primera temporada de El crucero del amor embarcó en la televisión.
La fórmula del amor
Como muchas series de ese período, El crucero del amor presentaba una estructura que se repetía episodio a episodio, y que no escondía demasiadas sorpresas. En un tono principalmente de comedia, con toques de romance y una pizca de un ligero drama, cada entrega contaba tres historias. Por un lado, había algún tipo de conflicto en clave de comedia, protagonizado por los miembros de la tripulación; luego figuraba una segunda trama entre algún tripulante que interactuaba con un pasajero; y en último lugar, una historia centrada entre algunos de los pasajeros. Gracias a esa fórmula, El crucero del amor podía ir y venir entre distintos relatos, mezclando todo tipo de ingredientes, y manteniendo vivo el interés del televidente.
La acción transcurría a bordo de un lujoso crucero dirigido por el Capitán Stubing (Gavin Mcleod), cuyos principales compañeros eran Bernie Kopell como el doctor Adam Bricker, y Fred Grandy en la piel de Gopher Smith. Y si bien ellos eran muy populares, una de las mayores estrellas del show fue Ted Lange, el icónico barman del crucero interpretado por Isaac Washington, un personaje de carácter alegre que pronto se convirtió en emblema de esta ficción y que incluso llegó a repetir su papel en otras series de la misma cadena.
Producir El crucero del amor suponía un verdadero reto para el equipo técnico, que debía filmar en dos cruceros que realmente existían y que hacían viajes con frecuencia, el Pacific Princess y el Island Princess. Filmar sobre cruceros reales dio pie a uno de los recursos más curiosos que utilizó esta ficción: el uso de los extras. Teniendo en cuenta los elevadísimos costos de alquilar un crucero para su uso exclusivo, la producción de El crucero del amor no tuvo más remedio que filmar a lo largo de los viajes que esos navíos tenían pautados, con pasajeros que sin saberlo, de golpe se encontraban con una producción televisiva montada sobre cubierta. Eso dio pie a que intrigados pasajeros, empezaran a pasar de fondo, convirtiéndose en extras casuales en cada uno de los episodios.
Cuando esto se convirtió en algo habitual, la demanda de tickets para viajar en el Pacific Princess y en el Island Princess se disparó considerablemente, porque quienes los compraban sabían que tenían casi garantizada una aparición en algún episodio de El crucero del amor, aunque no fuera más que a modo de extra.
Invitados de lujo, y una aventura compartida
Gracias al recurso de contar tramas autoconclusivas con artistas invitados, la serie comenzó a ganar fama debido al nivel de los nombres que aparecían. Con la excusa de la constante rotación de distintos pasajeros en cada uno de los capítulos, la ficción se transformó en una verdadera galería de celebridades. Esta idea de una antología que semana a semana presentaba nuevas historias con distintos invitados no fue un invento de El crucero del amor, pero sin lugar a dudas, aquí fue donde se popularizó este esquema.
La lista de famosos y famosas que se pasearon por la cubierta del Pacific Princess es de lo más extensa, y en ella se encuentran nombres como el de Gene Kelly, Janet Leigh, Lana Turner, Don Adams, David Hasselhoff, Billy Crystal, Cyd Charisse, Kirstie Alley, Don Ameche, Melissa Sue Anderson, Ursula Andress, John Astin, Kathy Bates, Anne Baxter, Dirk Benedict, Bill Bixby, Linda Blair, Ernest Borgnine, Lloyd Bridges, Courteney Cox, Douglas Fairbanks Jr., Joan Fontaine y Michael Fox, entre decenas y más decenas de celebridades. Uno de los capítulos más aplaudidos, fue el dedicado al mundo de la moda, y por el que pasaron Gloria Vandderbilt, Bob Mackie y Halston. Ralph Lauren fue invitado a ese episodio, pero prefirió no participar, mientras que según rumores, Calvin Klein no quiso actuar debido a la presencia de Halston.
Otra recordada aparición fue la del trío protagonista de Los ángeles de Charlie. La recordada serie policial también era de la factoría Spelling, y el productor decidió unir dos de sus títulos emblema, para un cruce que se concretó en 1979 y que se convirtió rápidamente en uno de los momentos más aplaudidos en la historia de ambas producciones.
Un crucero eterno
Durante sus siete años iniciales, El crucero del amor fue un éxito imparable. La serie siempre se encontraba entre las diez ficciones televisivas más vistas, llegando incluso a escalar hasta el puesto número cinco. Pero como es habitual en muchas producciones de esos años, lo que parecía un boom asegurado, de un momento a otro comenzó a perder fuerza.
A partir de su octavo año en 1984, el rating descendió vertiginosamente, y luego de su décima temporada, El crucero del amor fue cancelada en 1986. El tono naif que antes cautivaba parecía desgastarse a paso acelerado, y el recurso de la risas grabadas resultaba demasiado artificial para un público que se volcaba a otras propuestas más actuales (curiosamente, esta ficción fue la última en utilizar risas grabadas). Pero aunque la serie llegó a su final, eso no significó su despedida para siempre.
En ABC confiaban en que pequeñas dosis de El crucero del amor podían continuar dando buenos frutos, y por ese motivo entre 1986 y 1987, el canal estrenó tres nuevos largometrajes televisivos. Durante las décadas posteriores, las repeticiones de esta serie gozaron de un notable éxito no solo en Estados Unidos, sino también en Europa y especialmente en América Latina, otra región que se rindió ante el encanto del crucero y su tripulación. Eso motivó el estreno en 1990 de El crucero del amor: A Valentine Voyage, otro film televisivo que fue un ligero éxito para la señal CBS, que decidió emitir el especial ante el desinterés de ABC, histórico hogar de ese título.
El último eslabón en el andar de esta producción, se materializó en el 2021, cuando el elenco completo se grabó un especial de reunión. Sorpresivamente, Gavin MacLeod murió pocos meses después, marcando el primer adiós a un miembro original de la tripulación. Con esa pérdida, la historia de El crucero del amor pareció cerrarse, dejando atrás a uno de los grandes monstruos de la pantalla chica, que hoy no goza por fuera de Estados Unidos la popularidad que indudablemente merece.
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