Fue a desayunar a un local de comidas rápidas en Ohio y encontró un objeto en su comida que lo dejó perplejo

Un McDonald’s en Columbus, Ohio, fue clausurado de manera temporal luego de que inspectores de salud fueran alertados de un suceso insólito que ocurrió en el establecimiento. La investigación se abrió luego de que un cliente reportó haber recibido una pipa de crack junto a su desayuno en el autoservicio del restaurante.

Este incidente, que inicialmente fue compartido en Reddit, desencadenó una serie de eventos que pusieron en evidencia serias deficiencias en las prácticas de higiene y seguridad del establecimiento.

El cliente, tras el desconcertante hallazgo, decidió devolver la bolsa al restaurante e informar al gerente para prevenir que algo similar sucediera en el futuro, especialmente preocupado por la posibilidad de que algo similar ocurriera a un “Happy Meal”. Aunque se le ofreció un reembolso, el cliente decidió no aceptarlo y reportó el incidente a la Salud Pública del Condado de Franklin.

Al día siguiente, los inspectores de salud procedieron a cerrar el restaurante tras descubrir varias infracciones del código de salud durante su inspección. Según los informes, el local estaba en medio de trabajos de construcción, y los empleados se movían libremente por el establecimiento, donde dispersaban polvo de construcción en áreas críticas. Este residuo cubría las superficies de preparación de alimentos, los equipos y el suelo, algo que representaba un riesgo significativo para la seguridad alimentaria.

El informe de los inspectores reveló detalles preocupantes, como la presencia de polvo y escombros en el equipo de servicio de bebidas, como pueden ser los dispensadores de refrescos y las máquinas de café. También destacaron la ausencia de una barrera protectora efectiva entre la zona de construcción y el área de servicio de alimentos, además de señalar se encontraron teléfonos celulares sobre la parrilla.

Las deficiencias no se limitaban solo al polvo y los escombros. El restaurante también incumplía reglas en cuanto a la limpieza y desinfección adecuadas de las superficies donde se manipulan alimentos, la protección de los alimentos contra la contaminación y la presencia obligatoria de personal capacitado en prácticas de seguridad alimentaria.

Dada la gravedad de estas violaciones, el establecimiento fue clausurado y se le otorgó un plazo hasta el 4 de enero para realizar las correcciones necesarias. El propietario de la franquicia, Alex Mendoza, expresó al periódico norteamericano New York Post su intención de reabrir el restaurante a finales de esa misma semana, tras aclarar que el cierre fue provocado por “un problema de polvo” debido a las obras y reiterar que no estaba relacionado con el informe del cliente sobre la pipa de crack. Sin embargo, Mendoza confirmó que su empresa, que opera varios McDonald’s en el área, llevan a cabo una “revisión interna exhaustiva” del incidente reportado.

El empresario enfatizó su compromiso con la seguridad de los clientes y empleados, tras declarar que: “Como propietario de un negocio local, la seguridad es mi primera prioridad”. Y agregó: “Tomamos este asunto muy en serio”. Además, denunció que no hay ninguna prueba de que el objeto que inició estas investigaciones provenga de su franquicia, pero continúan con la investigación en conjunto con las fuerzas de seguridad para llegar al fondo del asunto.

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