Detenciones del ICE y la CBP en Illinois: lo que dejaron las redadas contra inmigrantes latinos en Chicago
La comunidad hispana se mantiene nerviosa en las calles, mientras que las demandas en contra de los agentes federales se incrementan
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A dos meses de iniciarse los operativos en contra de los migrantes con estatus irregular en Chicago, en Illinois, la ciudad se mantiene en una especie de normalidad marcada por detenciones, denuncias y progresiva reactivación de los negocios. Con más de 614 personas detenidas, los residentes buscan adaptarse al nuevo contexto.
La nueva realidad de Chicago
A principios de noviembre, gran parte de los oficiales de la Patrulla Fronteriza que hasta ahora estuvieron en Chicago se trasladaron a Charlotte, Carolina del Norte, para iniciar una nueva operativa para detener a los “inmigrantes ilegales delincuentes” que llegaron al estado.
Con este traslado, disminuyó la intensidad de los arrestos marcados por rastreos con helicópteros y camionetas todoterreno sin identificación. No obstante, activistas confirman la continuidad de los arrestos y el avistamiento de los agentes hasta seis veces por día.
“Esto no ha terminado”, dijo Brandon Lee, de la Coalición de Illinois por los Derechos de los Inmigrantes y Refugiados, en diálogo con AP. “No creo que termine”.
Las zonas con vendedores ambulantes recobran poco a poco su actividad con el descenso de los arrestos. Andrea Meléndez, propietaria de Pink Flores Bakery and Cafe, dijo que ha visto un aumento en las ventas esta semana después de luchar con los gastos durante meses.

“Como empresa nueva, me asusté un poco cuando vimos que bajaban las ventas”, dijo. “Pero esta semana tengo más esperanza de que las cosas mejoren”.
Cambio de rutinas en los trabajos tras las redadas del ICE
La Villita, la localidad conocida como “Capital Mexicana del Medio Oeste” en Chicago, fue una de las zonas más afectadas por las redadas. La sensación de vigilancia llevó a varios comerciantes a cambiar sus jornadas laborales.

“Los días que estuvo la migra vine dos veces a trabajar, pero más bien como unas 5 horas nada más. Siempre con miedo y volteando para todos lados”, reveló Ilario Gutiérrez Fernández, un vendedor ambulante, en diálogo con Telemundo.
Tras la reducción de los operativos, Gutiérrez Fernández comenzó a salir a las calles. Sin embargo, indicó que la clientela disminuyó debido a que muchos habitantes prefieren evitar áreas públicas. “Ya no se vende como antes”, señaló.
Denuncias presentes en Chicago
El número de demandas va en aumento con el pasar de los días. A principios de noviembre, una jueza federal emitió una orden judicial preliminar contra los agentes federales de inmigración por el uso de la fuerza durante la Operación Midway Blitz.

Gregory Bovino, el comandante de la Patrulla Fronteriza, testificó en el tribunal por varias horas sobre el uso de la fuerza por parte de él y defendió sus estrategias como “apropiadas y necesarias”. Pese a ello, la jueza dictaminó que dichas tácticas no eran necesarias.
Otra de las denuncias vino por parte de las personas detenidas en las instalaciones del ICE en Broadview, a las afueras de Chicago. Las mismas ofrecieron relatos públicos sobre las condiciones del lugar, que incluye inodoros desbordados y celdas abarrotadas.












