Trump desplaza a Mike Waltz tras el escándalo por los chats con planes de guerra
El asesor de Seguridad Nacional estaba en la mira después de que incluyó por error a un periodista en un grupo de Signal donde compartió información sensible; Marco Rubio asumirá el rol de forma interina
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WASHINGTON.- La turbulenta semana en la que Donald Trump cumplió sus primeros 100 días de gobierno sumó este jueves otro eslabón, con la mayor reorganización de funcionarios de su nueva administración. El presidente norteamericano desplazó a su consejero de Seguridad Nacional, Michael Waltz, luego del escándalo que generó la revelación de que un periodista había sido incluido accidentalmente en un chat sobre ataques aéreos en Yemen. Es el primero de sus altos funcionarios despedido por el mandatario desde su vuelta a la Casa Blanca.
Waltz –propuesto ahora como embajador de Estados Unidos ante la ONU– será reemplazado en forma interina por el secretario de Estado, Marco Rubio, que continuará como máximo diplomático del país.
“Me complace anunciar que nominaré a Mike Waltz para ser el próximo embajador de Estados Unidos ante las Naciones Unidas. Desde su tiempo en uniforme en el campo de batalla, en el Congreso y, como mi asesor de Seguridad Nacional, ha trabajado arduamente para poner los intereses de nuestra nación primero”, escribió Trump en su red social Truth, al confirmar la noticia que habían filtrado horas antes los medios norteamericanos.
“Mientras tanto, el secretario de Estado, Marco Rubio, servirá como consejero de Seguridad Nacional, mientras continúa su fuerte liderazgo en el Departamento de Estado. Juntos, continuaremos luchando incansablemente para hacer que Estados Unidos, y el mundo, sean SEGUROS OTRA VEZ”, agregó el mandatario, que esta semana sufrió diversos reveses.
Primero, al publicarse varias encuestas que mostraron que su índice de aprobación está cerca del 41%, el más bajo para un presidente a 100 días de asumir en 70 años, desde Dwight Eisenhower. Y, luego, con los datos negativos de la economía, que registró un retroceso de 0,3% en el primer trimestre respecto al mismo período del año anterior, un efecto de la guerra arancelaria que lanzó el líder republicano desde el 20 de enero.
Además de Waltz, los medios norteamericanos también especulaban con el desplazamiento de su segundo, Alex Wong, un experto en Asia que había sido funcionario del Departamento de Estado centrado en Corea del Norte en el primer mandato de Trump.
La elección de Rubio para reemplazar temporalmente a Waltz marca la primera vez desde Henry Kissinger, en la década de 1970, en la que una misma persona ocupe los cargos de secretario de Estado y consejero de Seguridad Nacional, puestos centrales para el aparato de seguridad del país.
La eyección de Waltz de su puesto llegó tras un escándalo de escala nacional que irritó a Trump, luego de que se revelara que el funcionario había incluido por error al editor jefe de la revista The Atlantic, Jeffrey Goldberg, en un chat grupal de la aplicación de mensajería Signal en la que se discutían planes de ataque altamente sensibles contra los rebeldes hutíes en Yemen.
Waltz, excongresista de Florida y considerado un halcón, nunca logró esclarecer cómo se había producido el incidente, y llegó a explicar que la información de contacto de Goldberg había sido “filtrada” a su teléfono y que nunca se había reunido ni hablado con él antes, afirmaciones que el periodista luego negó.
Además, según fuentes cercanas al gabinete citadas por medios norteamericanos, este escándalo no fue el único argumento para determinar la salida de Waltz. Una persona conocedora de la dinámica del gabinete dijo que era demasiado “belicista” para Trump, que hizo campaña como escéptico de la intervención norteamericana y entusiasmado por alcanzar un acuerdo nuclear con Irán y encauzar las relaciones con Rusia. Además, señalaron que Waltz no coordinaba de manera eficaz la política exterior entre una variedad de agencias, un tarea central para el consejero de Seguridad Nacional.
En un momento, según diversas fuentes, Waltz admitió la autenticidad de los hechos que desataron el escándalo, y en el seno del gobierno hubo un debate sobre su continuidad. En público, Trump restó importancia a la filtración en marzo pasado y eligió respaldar al funcionario, de 51 años. “Él aprendió la lección y es un buen hombre”, dijo el mandatario. “Nadie envió ningún plan de guerra y eso es todo lo que tengo que decir”, completó el ministro de Defensa, Pete Hegseth.
Una aliada de extrema derecha del presidente, Laura Loomer, también había criticado a Waltz, diciéndole a Trump en una reciente conversación en el Salón Oval que necesita deshacerse de los asesores que, según ella, no son lo suficientemente leales.
El anuncio de Trump sobre Rubio pareció tomar por sorpresa a los funcionarios del Departamento de Estado. En una reunión informativa, la vocera Tammy Bruce terminaba de rechazar una pregunta sobre la posibilidad de que el funcionario de ascendencia cubana asumiera el cargo cuando un periodista leyó en voz alta el mensaje de Trump. “Está claro que me acabo de enterar por usted”, respondió Bruce, que calificó el momento de “milagro de la tecnología moderna y las redes sociales”.
“Debo admitir que estos últimos cien días han sido como estar agarrado a un tren bala. De verdad que lo es. Es una dinámica rápida”, sumó. Bruce declinó entrar en detalles sobre cómo Rubio dirigiría a la vez el Departamento de Estado y el Consejo de Seguridad Nacional.
Según publicó The New York Times, una persona con conocimiento de las conversaciones dijo que Rubio había indicado que estaría dispuesto a servir durante unos seis meses en el puesto de Waltz en caso de que fuera sustituido.
El experimento de Kissinger de ocupar esas dos carteras en simultáneo no ha sido considerado un éxito por la mayoría de los historiadores, porque el asesor de Seguridad Nacional debe a menudo resolver las diferencias entre el Departamento de Estado, el Pentágono y las agencias de inteligencia, entre otros. Kissinger fue finalmente destituido del cargo de consejero y sustituido por Brent Scowcroft, en 1975.
El chat del escándalo
En el chat que derivó en el escándalo se expuso el plan de ataque contra los hutíes, incluidos los horarios en que los aviones de guerra estadounidenses despegarían para bombardear objetivos en Yemen.

El secretario de Defensa, Pete Hegseth, también está involucrado en el escándalo. “1215: despegan los F-18 (primer grupo de ataque)”, escribió Hegseth en este grupo de chat el 15 de marzo.
“El objetivo terrorista está en su zona conocida”, añadió en estilo telegráfico.“1410: Se LANZAN más F-18 (2º paquete de ataque)”, escribe el jefe del Pentágono en un momento dado. “1415: Drones de ataque en el objetivo (AQUÍ ES CUANDO CAERÁN DEFINITIVAMENTE LAS PRIMERAS BOMBAS)“.
Poco después Mike Waltz envió información en tiempo real sobre las consecuencias de un ataque: “Edificio colapsado. Tuve múltiples identificaciones positivas” y “trabajo increíble”.
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